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Tomar decisiones es un juego de niños

Tomar decisiones es un juego de niños

Una innovadora metodología enseña a los jóvenes de Bezana las utilidades de las piezas de Lego para resolver problemas empresariales y profesionales

Víctor Puente

Viernes, 10 de junio 2016, 17:43

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Cuando Tom Hanks se metió en el papel de Josh Baskin en la película 'Big' allá por el año 1988, nunca pensó que tener el cuerpo de un adulto y la mente de un niño de trece años iba a servir de inspiración para que el dueño de Lego utilizara sus juguetes para ayudar a empresas de todo el mundo a tomar decisiones y resolver problemas.

Aquel niño grande resolvía las estrategias de marketing de una multinacional porque todo el día estaba pensando en divertirse. Pero, ¿cómo unas piezas pensadas para impulsar la creatividad de los pequeños pueden ayudar a hombres y mujeres a sacar más partido a sus conocimientos y habilidades? La respuesta la sabe David Harrison, uno de los cientos de expertos que esta compañía de juguetes tiene repartidos por el mundo para divulgar una innovadora metodología consistente en utilizar esos bloques de colores para mejorar el rendimiento y las habilidades de trabajadores y aspirantes a tener un empleo.

Hace unos días, Ejecant, la escuela de emprendimiento e innovación del Gobierno de Cantabria, celebró en el centro cívico de Santa Cruz de Bezana uno de estos talleres. Harrison se encargó de dirigirlo durante tres días, y una veintena de alumnos de todas las edades y procedencias se atrevió a probar eso de descubrir el 'lado serio' de Lego.

Se trataba de nueve horas de sesión en las que los asistentes tenían que descubrir su identidad en el mercado laboral. Haciendo uso de su etiqueta de innovador, el procedimiento rompe el molde de la típica charla en la que un ponente suelta un discurso y el grupo escucha en silencio desde sus sillas. En lugar de tal sistema, se sentaron todos alrededor de una mesa llena de piezas.

Tras el primer cambio, los alumnos adoptan una actitud más relajada para escuchar las indicaciones de David. "Vamos a empezar haciendo un pato con la bolsa de piezas que tenéis delante. Cuando terminéis, os preguntaré por qué habeis hecho el pato de esa forma". Así será la dinámica del 'juego'. Construcción, pregunta y darle al coco. A medida que pasan los minutos, las horas y los días, las preguntas reflexivas de David adquieren un tono más serio y más centrado en el mercado laboral.

"Se trata de que aprendan a explorar su identidad laboral, que busquen sus debilidades y fortalezas y mejoren su comunicación para enfrentarse mejor al mundo laboral, desde una entrevista de trabajo a una exposición de un informe en una empresa".

Lego, añade, "nos permite volver a los juegos de la infancia y poder explorar de una manera más segura quiénes somos en el mercado laboral. Las piezas de Lego no asustan a nadie. Si les pido que se expliquen y se vendan al merdado laboral se quedan cortos y les cuesta mucho. A través del juego vamos abriendo y descubriendo lo que podemos ofrecer al mercado laboral".

¿Y funciona eso de manejar las manos para expresar la creatividad que llevamos escondida dentro? Multinacionales como Microsoft, Crysler o la mismisma NASA recurrieron a Lego para mejorar sus resultados gracias a la mayor productividad de sus empleados.

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