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El Plan del Litoral pone en tela de juicio el uso urbanístico en la falda de El Cuco

El Plan del Litoral pone en tela de juicio el uso urbanístico en la falda de El Cuco

Anulado el Plan Parcial, los terrenos quedan afectados por el POL,que prohíbe edificaciones que alteren el paisaje

c. de la peña

Miércoles, 27 de julio 2016, 18:23

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«No vamos a tropezar dos veces en la misma piedra». Con esta sentencia el director regional de Urbanismo, Francisco González Buendía, advierte de que su departamento está «vigilante» para que la actuación urbanística que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana prevé en la falda del Alto del Cuco, se ajuste a la legalidad sin fisuras, y no incurra otra vez en nulidades judiciales. Pero lo cierto es que el uso urbanístico que el PGOU concede a la parte baja de la ladera del Alto del Cuco, tal y como está redactado ahora, podría colisionar «frontalmente» con el Plan de Ordenación del Litoral (POL), según juristas expertos en urbanismo consultados por este periódico.

El Plan Parcial que permitía la edificación de 395 viviendas en la zona obtuvo luz verde en marzo de 2004, días antes de que el POL fuera aprobado inicialmente, por lo que quedó excluido de su ámbito de aplicación.

El Ayuntamiento de Piélagos pisó el acelerador para ratificar el desarrollo urbanístico del Alto del Cuco, ya que, de lo contrario, con el POL en vigor, su ejecución hubiera sido imposible.

Pero, una vez que el Plan Parcial ha sido anulado por sentencia judicial, los terrenos del Alto del Cuco quedan «inexcusablemente» incluidos en el ámbito del POL. Las mismas fuentes subrayan que el Plan de Ordenación del Litoral clasifica la zona donde se levantan las construcciones ilegales como «área de interés paisajístico, lo que significa que «no se podrán autorizar construcciones, ni instalaciones ni edificaciones que oculten o alteren» el correspondiente área, según establece el artículo 33.

En este sentido, los expertos no tienen duda de que la construcción de edificios en la parte baja de la ladera «alteraría» el interés paisajístico. Por eso, resulta «muy discutible» que se pueda ejecutar una actuación urbanística sobre la falda del Alto del Cuco, en el mismo emplazamiento donde se encuentran las 214 viviendas que se van a tirar a primeros de agosto por orden judicial.

El departamento de Urbanismo del Ejecutivo no ha estudiado todavía las consecuencias legales de la previsión del PGOU en esa zona, aunque se ha de seguir al pie de la letra el manual, sostiene González. Es decir, «si hay alguna duda de ilegalidad, no se podrá construir, pero si puede ser suelo urbano, se podrá edificar». González subrayó a este periódico que no hay nada definitivo y que «ahora se está estudiando si puede haber una pequeña parte, la más baja, que pudiera ser aprovechable urbanísticamente». Pero insistió en que, tanto el Ayuntamiento de Piélagos como Urbanismo «tenemos que ver si cumple la legalidad».

En el mismo sentido se expresa la alcaldesa socialista del municipio, Verónica Samperio, que en quince días se reunirá con el equipo redactor del PGOU para estudiar si «cabe una mínima construcción» al pie de la ladera. «No nos arriesgaremos en nada. Si no tenemos todas las garantías de legalidad, no se edificará», enfatiza Samperio. El asunto no es baladí y tiene connotaciones no sólo urbanísticas sino también económicas para el Ayuntamiento.

Los terrenos donde se edificó el proyecto del Alto del Cuco son propiedad de la empresa Martinsa-Fadesa, una sociedad que está en fase de liquidación, de manera que la mayor parte de sus activos han pasado a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, más conocida por su acrónimo, Sareb, el llamado banco malo, encargado de vender los activos tóxicos de la banca española. El Ayuntamiento de Piélagos, responsable del fiasco urbanístico, tiene que resarcir a la constructora por los daños y perjuicios causados al concederle una licencia ilegal.

La Sareb ha esperado a que Ayuntamiento y Gobierno firmasen el convenio que permitirá demoler las viviendas del Alto del Cuco y la restauración ambiental de la zona para poner sus condiciones sobre la mesa, según explica la alcaldesa.

Samperio se ha reunido una sola vez con los responsables de Sareb, pero, tras suscribirse el acuerdo la semana pasada, es más que probable que la gestora del suelo retome las conversaciones para intentar llegar a algún tipo de compensación. El uso urbanístico que el PGOUda a la zona permitiría a Martinsa-Fadesa-Sareb materializar parte del aprovechamiento edificatorio que le corresponde.

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