Fomento instalará paneles acústicos en la S-10 a su paso por Maliaño

La presencia hoy en día de varios políticos procedentes de Cantabria con responsabilidades en Madrid ha hecho posible desatascar un proyecto cuya redacción quedó aprobada en el año 2008 pero que nunca saltó de los planos a la realidad ante la falta de partida presupuestaria. Ahora, en una reciente reunión entre el diputado del PP Diego Movellán y el titular del Ministerio, Íñigo de la Serna, se ha alcanzado el compromiso de cumplir con esta ansiada solicitud y terminar con el penar de varias urbanizaciones situadas en las inmediaciones de la S-10.

Precisamente, la demora en la colocación de estos paneles para mitigar los decibelios derivados del tránsito de vehículos ha sido objeto de pugnas constantes entre el Consistorio y la Administración central. Sin ir más lejos, el propio Movellán, que confirmó ayer la noticia, ya afirmó en 2013, cuando era alcalde de Camargo, que "más de 2.000 vecinos padecen las molestias que el tráfico origina a quienes viven o trabajan en el Polígono de La Cerrada, la Calle Alday y la Avenida de Parayas, así como a los alumnos y docentes del Colegio Juan de Herrera en Maliaño". Una tribulación de magnitud elevada que suponía que el municipio "no puede esperar más" a que desde el Ministerio se diera el paso para instalar los anhelados paneles antiruido.

No solo eso. El estudio Elaboración de los Mapas Estratégicos de Ruido de las Carreteras de la Red del Estado en la Comunidad de Cantabria ya recogía en 2007 un apartado dedicado a la S-10 a su paso por Camargo en el que se hacía referencia al elevado tránsito diario de vehículos en las proximidades de edificios de viviendas y áreas de uso industrial. Este informe definía la actuación en este punto como"prioritaria", una situación preferente que diez años después no se ha visto correspondida desde Fomento.

Al Defensor del Pueblo

Mientras las administraciones no se han puesto de acuerdo a la hora de llevar a la realidad esta reivindicación, los vecinos, principales damnificados por los decibelios vinculados a la circulación, también han recorrido un tortuoso camino cuyo inextricable desenlace parece aclararse finalmente.

Por ejemplo, los propietarios de Residencial María Cristina, una urbanización emplazada en la calle Alday, llevaron el asunto hasta el Defensor del Pueblo después de ver cómo sus reclamaciones caían en saco roto con el paso de los años. Algunos residentes, los más próximos a la Autovía, optaron por mudarse ante las molestias derivadas de la ausencia de estas pantallas acústicas.

Los vecinos recibieron ayer la noticia con cierto alivio."Han sido muchos años de reivindicación y, aunque tarde, habrá valido la pena tanto esfuerzo si finalmente Fomento coloca los paneles. Es cierto que algunos propietarios ya se han marchado, pero bienvenida sea la obra si mejora la calidad de vida de los que aún quedan", explican desde la urbanización. Ahora solo resta que el Ministerio ponga negro sobre blanco el compromiso arrancado por Movellán a De la Serna.