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Ángel Luis Gómez Calle, Mikel Durán, Asier Alonso, Carlos Recio, Ignacio Abajo y Fernando Arco, Coral Saiz, Manuel Torío y Antonio Merino.
Los blancos de Cantabria

Los blancos de Cantabria

Las ocho bodegas con IGP Vinos de la Costa de Cantabria presentaron en Colindres los caldos de la última cosecha

DIEGO RUIZ

Miércoles, 14 de junio 2017, 19:51

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Las ocho bodegas productoras de los Vinos de la Costa de Cantabria, blancos con Indicación Geográfica Protegida (IPG), presentaron el pasado jueves, atendiendo a la llamada de la asociación UMAMI que dirige Ángel Luis Gómez Calle, sus vinos de la cosecha 2016. El evento tuvo lugar en el Café-Bar Gurugú, de Colindres, con la presencia de medio centenar de personas.

Los representantes de las bodegas cántabras se dirigieron a los asistentes a la cata para explicar en primer lugar cómo había sido la cosecha del pasado año, la influencia de la climatología en la uva, los grados de acidez logrados y las características en nariz y boca de cada uno de sus caldos.

Le tocó dirigirse al público, en primer lugar, a Fernando Arco, de Tejea Verde, bodega ubicada en Valle de Villaverde. Arco presentó un chacolí elaborado con el método tradicional con uvas de la variedad Ondarribi Zuri y Riesling. Un vino afrutado de 10 grados y medio de alcohol.

Asier Alonso, de Sel D'aiz, que tiene su explotación en el valle de Toranzo, habló de los cinco caldos que han surgido de la cosecha de 2016, aunque fue el Riesling en que llevó a la cita de Colindres. Se trata de un vino cuyas uvas se vendimiaron manualmente a finales de octubre y que han dado un vino en nariz austero, con aromas cítricos y frutas de hueso no muy fuertes.

La Bodega Ribera del Asón, de Vidular (Junta de Voto) trajo a la cata un vino que fue presentado por su propietario, Mikel Durán. Éste, en primer lugar, habló de la «necesidad de concienciar a la gente del esfuerzo que hacen los viticultores de Cantabria». Después, dio a probar un vino hecho con uvas de las variedades Albariño y Chardonnay, unas variedades que, aseguró, sufren mucho. Este vino tiene once grados y medio y lleva en botella dos meses. Durán señaló, además, que las cosechas no son iguales ningún año y que «el cambio climático es una realidad».

Antonio Caballero representó el jueves en el Gurugú a Señorío del Pas, una bodega con cuarto hectáreas en Villafufre. Presentó un blanco con Godello y Gewürtz Traminer, vegano, de acidez equilibrada hecho para durar entre 10 y 12 años.

Lancina es una bodega ubicada en Bárcena de Cicero y que dirige Ignacio Abajo. Éste presentó un vino con un 90% de Riesling y un 10% de Godello. Un caldo que describió como «fresco, frutoso, equilibrado y saludable». Un vino que hasta llegar al consumidor tuvo la dificultad de un hongo que mermó un 50% la vendimia.

Viña Mar by Nates es la marca más joven de Cantabria. Un vino cuyas uvas se recolectan en la Junta de Voto y Treto. Un Albariño de marcado carácter Atlántico, como lo descubrió Antonio Merino, de 12 grados, fresco, frutal y agradable, muy fácil de beber. De color dorado y aún con algunas burbujas de carbónico. Se embotelló en marzo.

Casona Micaela, de Valle de Villaverde, llevó a la cata, a través de Carlos Recio, un blanco 75% Albariño y 25% Riesling. Uvas cosechadas a 500 metros de altitud, de una calidad excepcional, según Recio, que han dado como resultado un vino fresco, en nariz con aromas a frutas de hueso y tropicales. De 13 grados.

Cerró la cita Behetría de Cieza, una bodega también joven, que dirige Manuel Torío, que llevó un Albariño -la apuesta que desde el principio realizó esta bodega-, elaborado sobre lías. Torío presentó un vino embotellado hacía 10 días y que antes había pasado por toneles de roble. Muy agradable.

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