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La Cátedra tiene una de las terrazas más animadas de la ciudad, en la peatonalizada calle del Medio. Roberto Ruiz
El bar más antiguo de la ciudad

El bar más antiguo de la ciudad

Cantabria en la Mesa ·

La Cátedra, en la peatonalizada calle del Medio, abierto desde 1912, ofrece una extensa carta de pinchos y raciones

Diego Ruiz

Santander

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Martes, 15 de agosto 2017

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Desde hace muy pocos días se sabe que el bar más antiguo de Santander, La Cátedra, está en la calle con más años de vida de la ciudad. En la calle del Medio, que sobrevivió al incendio del 41, cuando este local llevaba ya abierto 29 años. Hoy, el centenario establecimiento es un lugar de moda que, desde hace varios años, mantiene una clientela fiel. Un bar en el que los pinchos y raciones, de elaboración diaria, mantienen la antigua filosofía de los locales santanderinos, combinada con un toque de modernidad que no pasa desapercibido para nadie. Pinchos y tostas que podrían calificarse, sin equívoco, de alta cocina. De ahí, parte de su éxito, al que acompañan una amplia carta de vinos y un menú del día más que interesante.

Un poco de historia

La calle del Medio se abrió a la ciudad en 1758 con el nombre de Rúa de Enmedio. Allí había existido anteriormente el Barrio de La Mar. Pronto comenzó a ser una calle donde las gentes de la ciudad acudían a sus numerosos bares y tabernas. En uno de sus edificios, construido en 1866, se encuentra La Cátedra, que data del año 1912. Con anterioridad fue farmacia y dispensador de vinos.

La Cátedra

  • Dónde Calle del Medio 5, Santander. Teléfono: 942 760 126.

  • Propietarios Gregorio del Amo.

  • Estilo de cocina Tradicional.

  • Precio medio de carta 20 euros

  • Menú diario 12 euros

  • Plato del día 7 euros

  • Especialidades Ostras, rabas, mollejas, revueltos, sartenadas, croquetas, revuelto de erizos de mar, hamburguesas de bonito, tostas (foie, solomillo de cerdo a la pimienta, pincho moruno al mojo picón), tablas de quesos y embutidos ibéricos, ensaladas. Pinchos y tapas variados en barra. Desayunos y meriendas

  • Capacidad 12 comensales

  • Bodega Más de 25 referencias de vinos españoles

Desde entonces han regentado el negocio varias personas, entre ellos un amante del arte que cobraba a los pintores bohemios con cuadros para vestir sus paredes. En 1971 pasó a manos de José y Mari, un matrimonio que lo convirtió en paso obligado a la hora del aperitivo. Ella se hizo popular por su buena mano en la cocina. Las rabas, los mejillones, los guisos, atrajeron cuando aquello a muchas personas a este establecimiento. Allí han parado varios gobernadores civiles, delegados del gobierno y funcionarios de todas las escalas. El comedor entre semana siempre estuvo lleno.

En julio de 2009 y tras la jubilación de José y Mari, Gregorio del Amo se encargó del negocio. A pesar de su juventud, decidió mantener la esencia de bar de La Cátedra, sin pasar por alto la necesidad de una buena reforma. Mantuvo las vigas de madera y utilizó los elementos constructivos más tradicionales (vigas vistas en madera y piedra en paredes). Un toque moderno en materiales como hierros y aceros con lámparas de diseño que le aportan una sugerente iluminación.

Figura entre su decoración, metida en una vitrina, una botella de vino con una comanda antigua en la cual está escrito el siguiente mensaje: «Guardamos este frasco de vino para que el día de mañana el que lo encuentre pueda degustar de un buen vino. Firmado el dueño y un cliente». La botella se encontró escondida dentro de una de las paredes durante las obras de restauración y estaba fechada dicha carta en 1946.

La oferta gastronómica

La Cátedra posee una de las barras de pinchos más atractivas de la ciudad. Allí destacan las tostas, entre ellas la de foie con cebolla caramelizada al Pedro Ximénez y la de torta del Casar con jamón ibérico. Entre sus raciones merece la pena solicitar sus rabas, las sartenadas, las mollejas de lechazo, los quesos, los revueltos, los mejillones y las ostras de San Vicente de la Barquera, solas o en compañía de blancos o espumosos. Una buena oferta para compartir a un precio asequible.

El menú del día se sirve entre septiembre y junio, a cualquier hora del día.

Mención aparte merece la terraza que La Cátedra tiene en la veterana calle santanderina peatonalizada desde hace algunos años. Un lugar de encuentro muy solicitado cada día del año. El lugar ideal para disfrutar en compañía de unos vinos y algunos de los pinchos y raciones de este bar.

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