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María José Sáenz de Buruaga, Javier Maroto e Ignacio Diego, en Santander, antes de la junta directiva del PP cántabro.
Maroto espera que el propio PSOE haga entender a Pedro Sánchez "sus errores"

Maroto espera que el propio PSOE haga entender a Pedro Sánchez "sus errores"

El vicesecretario de Sectorial del PP presidió la junta directiva del PP cántabro y alertó de la apuesta de los socialistas "por la radicalidad frente a la moderación"

Gonzalo Sellers

Miércoles, 20 de enero 2016, 21:43

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El acercamiento entre Podemos y PSOE de las últimas horas para una posible investidura de Pedro Sánchez ha encendido las alarmas en el PP. El vicesecretario de Sectorial de los populares, Javier Maroto, que ha presidido este miércoles en Santander la junta directiva del partido cántabro, confía en que el «sentido común acabe imperando» en el partido socialista, bien porque su líder entienda por sí mismo que su posicionamiento es «erróneo» o porque la mayoría de su formación «se lo haga entender», y acepte la «oferta sincera» del PP por la ««moderación» y no por la «radicalidad» de Podemos y la izquierda que «le acompañan».

La consulta que propone Pablo Iglesias en Cataluña ha sido hasta ahora el principal escollo para el entendimiento entre ambas fuerzas políticas, dada la negativa de los socialistas a aceptar el referéndum como condición. Pero Podemos parece haber dado un paso atrás y rebajado el protagonismo de su exigencia de una consulta para dar prioridad a lo que llaman su agenda social.

Convencido de que Pedro Sánchez se ha lanzado a la búsqueda de escaños a cualquier precio entre los partidos de la izquierda radical, Maroto confía en que sea el propio PSOE el que haga entrar en razón a su líder. «Afortunadamente, se escuchan en la sede socialista cada vez más voces que defienden que no es ni razonable, ni lógico ni saludable para el país que se pacte con Podemos», ha señalado.

"O presidente o la nada"

El dirigente popular considera que el PSOE se encuentra en una situación «muy difícil», ya que su secretario general «sólo puede ser dos cosas, o presidente o la nada, y cuando tiene que elegir entre dos extremos, puede tomar decisiones en contra de su partido o de su país». Aún así, ha insistido en que en su propio partido existe «un clamor», desde las bases hasta los barones, por la «deriva» de su Ejecutiva nacional.

Y ha pueso como ejemplo la cesión de senadores a ERC y DiL para formar grupo propio en la Cámara Baja. «A los votantes socialistas de Cantabria se les habrán puesto los pelos de punta al ver a su senador cedido y formando grupo con un partido independentista», ha dicho Maroto en Santander.

Por todas estas razones, el vicesecretario del PP ha pedido al PSOE «la misma responsabilidad, altura de miras y generosidad» que tuvo su partido cuando «hace poco tiempo», en Euskadi, facilitó que Patxi López, ahora presidente del Congreso, fuera lehendakari.

Para llegar al entendimiento, el PP está dispuesto a abordar una reforma constitucional, que no estaba incluida en su programa electoral, «siempre que se respeten la soberanía nacional, la unidad territorial y las reglas del juego». También ha ofrecido la posibilidad de negociar cambios en la llamada ley mordaza, la Lomce y la reforma laboral. Según Maroto, es fundamental establecer una posición de «saber lo que nos une y sumar pensando en las personas y no en las siglas, en las necesidades del país y no en las sedes de los partidos».

Contra Podemos

Pero si el vicesecretario del PP ha duro en su intervención con Pedro Sánchez, aún lo ha sido más con Podemos y los partidos de la izquierda que han aterrizado en el Congreso de los Diputados tras las pasadas elecciones. El dirigente popular ha dibujado un escenario catastrófico si el partido de Pablo Iglesias acaba formando gobierno. Si eso ocurre, ha avisado, habrá personas mayores en los cajeros sacando sus ahorros, se reducirán las pensiones un 30% y «se retrocederá en el camino andado» para la recuperación económica del país.

Además, ha alertado de que en Podemos se hayan integrado antiguos votantes de la izquierda abertzale e independentistas, y su negativa a firmar el pacto de unidad contra el terrorismo islamista.

La fragmentación en el Congreso surgida tras las elecciones también ha afectado a la gestión orgánica del PP, pendiente de la formación de Gobierno para celebrar su Congreso nacional. Los populares siguen sin poner fecha al cónclave, que depende de lo que se alargue el proceso para investir un presidente o de si habrá que celebrar no nuevas elecciones. Maroto ha vuelto a insistir en que el Congreso se celebrará «a continuación» de la conformación del Gobierno, y a esta cita le seguirán los encuentros locales y autonómicos del partido.

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