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Uno de los camiones provenientes de Guipuzkoa llega al vertedero de Meruelo cargado de residuos orgánicos.
El PRC insiste en que el acuerdo  de basuras «habrá que votarlo»

El PRC insiste en que el acuerdo de basuras «habrá que votarlo»

El portavoz regionalista en el Parlamento asegura que el Gobierno es «una piña», pero considera que existen «fórmulas» para que los diputados «expresen su postura» sobre el contrato

Gonzalo Sellers

Jueves, 11 de febrero 2016, 07:22

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El futuro acuerdo de basuras con Gipuzkoa vive instalado en una ceremonia de la confusión desde la pasada semana. PRC y PSOE guardan serias diferencias sobre la idoneidad de firmar un contrato a cuatro años para que la diputación vecina vierta 200.000 toneladas de residuos urbanos en Meruelo. Y los mensajes políticos de los últimos días han dejado patentes esas desavenencias entres los socios de Gobierno. La vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, dijo primero que el contrato -cuyos términos aún no se han negociado- se votaría en el Parlamento, aunque la decisión de los diputados no sería vinculante. El PRC, después, le desmintió y aseguró que la última palabra la tendrían los grupos de la Cámara. La dirigente socialista, posteriormente, se retractó y adelantó que el acuerdo no se sometería a votación, sólo lo haría la normativa para rebajar la tasa de vertidos que se cobra a los ayuntamientos. Y ayer, de nuevo, el PRC volvió a la carga. «Claro que el convenio habrá que votarlo, como todo», aseguró el portavoz parlamentario regionalista, Pedro Hernando.

«Estoy convencido de que después de que se den todas las explicaciones, los ciudadanos vamos a ver los aspectos positivos de ese acuerdo en los términos en que se acuerde y, si no fuera posible, el Gobierno tendrá que tomar la decisión en consecuencia», subrayó.

«Trabajo unido»

Hernando fue más allá y recordó que el Parlamento tiene muchos mecanismos para que los grupos «puedan expresar de manera clara» su opinión sobre este acuerdo a largo plazo. Existen muchas formulas, dijo, aunque todavía no se ha elegido cuál.

A pesar de estas contradicciones en las versiones e intenciones de unos y otros, el portavoz del PRC tiene claro que el objetivo de los dos socios del Ejecutivo es único: «Conseguir lo mejor para Cantabria, para el medio ambiente, la economía, la industria, y para los trabajadores de la empresa pública MARE». «En eso el Gobierno es una piña, trabaja unido y echando todas las horas del mundo para ir en esa línea», señaló. «No me consta que exista ninguna divergencia», añadió.

En lo que sí están de acuerdo todos es en el convenio de tres meses que el Gobierno cántabro ya ha suscrito con Gipuzkoa y que, desde el lunes, permite la entrada de camiones a Meruelo con residuos urbanos de la diputación vecina. «Se trataba de una situación extraordinaria y urgente». «Cantabria siempre ha sido una comunidad autónoma solidaria y preocupada por este asunto, porque en cualquier momento -añadió- le puede ocurrir lo mismo».

Dejando a un lado la versión política de esta historia, tanto los empresarios como los sindicatos y trabajadores apoyan la firma del convenio con Gipuzkoa. El último en hablar ayer fue el presidente de la CEOE cántabra, Lorenzo Vidal de la Peña, que ve en esta operación un «muy buen negocio». No sólo se refirió a los beneficios económicos que tendrá la empresa pública y el mantenimiento de sus 272 puestos de trabajo, sino también a la rebaja de tasas que puede suponer para los ayuntamientos. «Debemos empezar a centrarnos en los aspectos empresariales y quitarnos los complejos de trabajar con el País Vasco. Hay que hacer negocios con ellos», aconsejó Vidal de la Peña.

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