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Martínez ha sido la mano derecha de Blanco
Marcos Martínez dimite de sus cargos en Podemos y deja solo a Blanco para las primarias

Marcos Martínez dimite de sus cargos en Podemos y deja solo a Blanco para las primarias

El hombre de confianza del secretario general tira la toalla tras la marcha atrás de Pablo Iglesias de nombrar una gestora y se borra de la lista del sector oficialista

Enrique Munárriz

Miércoles, 24 de febrero 2016, 07:19

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Nuevo revés para José Ramón Blanco en Podemos Cantabria. Su hombre de confianza, su mano izquierda por cuestiones ideológicas, con el que ha diseñado codo con codo el proyecto político y su principal conexión con Pablo Iglesias, Marcos Martínez, anunció ayer su dimisión del Consejo Ciudadano y su decisión de dar un paso atrás al no presentarse en la candidatura del secretario general en el proceso de primarias de mayo.

Nadie hubiera apostado hace una semana por una solución tan inesperada y sorprendente. Este cese es la respuesta a la crisis interna desatada por la decisión de Pablo Iglesias de renunciar a disolver la dirección regional del partido morado y nombrar una gestora independiente que tomase las riendas hasta la celebración de las elecciones internas. De hecho, el guión de la historia tenía un final completamente distinto. Al menos, el que Blanco y Martínez tenían en mente.

Sus compañeros de filas, tanto en el ala crítica como en el oficial, daban por hecho que seguiría en su cargo y que iba a jugar un papel importante en la candidatura oficialista. Martínez, en principio, pretendía seguir hasta el final. Es decir, quería acercar el partido a los postulados de Madrid. Pero el comunicado oficial del secretario de Organización estatal, Sergio Pascual, dando el control de proceso de elección del próximo secretario general a sus rivales ocupan 20 de los 30 puestos le ha hecho finalmente tirar la toalla y apartarse a un lado. Como mínimo, a nivel regional, aunque no descarta dejar en un futuro el Consejo de Coordinación Estatal.

Pero, además, para Blanco significa la pérdida de su principal aliado en la batalla interna por el liderazgo. Aunque el secretario general sigue contando con el respaldo de Rosana Alonso (diputada nacional), Kevin Botejara (candidato al Senado), Lidia Alegría, David González y Óscar Manteca cuyos cargos fueron revocados hace meses, la marcha de Martínez es un golpe en la línea de flotación de su candidatura. En conversación con este periódico, confirmó su marcha y la achacó a «motivos personales y nuevos retos profesionales». Sí que reconoció que no quería que las pugnas y los últimos acontecimientos afectaran a su futuro. Y, por si alguien tenía alguna duda, insistió en que «quiero que Blanco gane».

Sea como sea, la salida de la dimisión venía siendo acariciada por la mayoría del Consejo Ciudadano, encabezado por los diputados Verónica Ordóñez y Alberto Bolado, desde hace meses, cuando fue rechazado para ocupar un puesto de asesor político en el grupo parlamentario. Su propuesta y casi designación, que contaba con el visto bueno de Madrid, terminó con acusaciones de «nepotismo» sobre Blanco.

El enfrentamiento entre la mayoría y los hombres cercanos a José Ramón Blanco, que ya ha anunciado que se volverá a presentar al cargo de secretario general, es «irreconciliable». Tanto que existen denuncias ante el Comité de Garantías. Ordóñez y Bolado hace tiempo que consideraban que esta salida, así como la Óscar Manteca, que está en un «impasse», era necesaria. También ven necesario, según su entorno, que Blanco debe seguir los pasos de su hombre de confianza y apartarse.

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