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Un pescador lucha por el ‘campanu’ en el coto de Puente Viesgo, en el río Pas.
Noventa cañas en busca del 'campanu'

Noventa cañas en busca del 'campanu'

La veda del salmón se abre mañana en las cuencas del Deva, Nansa, Pas y Asón

Álvaro San Miguel

Sábado, 23 de abril 2016, 08:03

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La tradición del campanu llenará mañana las riberas de los cuatro ríos salmoneros de Cantabria. Si el tiempo acompaña, cientos de personas recorrerán las cuencas del Deva, el Nansa, el Pas y el Asón en busca del primer salmón de la temporada, aunque solo 87 tendrán el privilegio de echar la caña al agua, los 87 pescadores con permiso del Gobierno de Cantabria para ocupar mañana los 29 cotos designados. También habrá aficionados en las zonas libres aunque la posibilidad de pescar el primer salmón fuera de un coto es casi nula y espectadores en busca de una anécdota: Yo vi sacar el campanu una vez.

RÍOS Y COTOS

  • Deva. La cuenca más occidental de la región cuenta con ocho cotos, tres de ellos compartidos con Asturias. En esos tres puntos, las capturas no se contabilizan porque en el Principado no hay cupos máximos. El cupo del Deva es de 20 ejemplares y su coto más demandado es el Mataderu.

  • Nansa. El río nacido en Peña Labra tiene el cupo más bajo de la región, 15 ejemplares, y solo cuatro cotos. El más solicitado es Olios.

  • Pas. Después de tres años excelentes, la cuenca pasiega suma cinco ejemplares a su cupo, para llegar a los 25. El año pasado dio el campanu regional en el coto de Güedes, aunque el más demandado de los ocho sigue siendo Puente Viesgo.

  • Asón. El río oriental es el que más salmones permite capturar (30 ejemplares de partida) y el que más cotos tiene (9). El punto más deseado es Batuerto.

Los permisos han bajado un poco este año. La Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación ha cursado 2.347 frente a los 2.850 del año pasado. Aún así, las posibilidades de sacar uno de los 90 salmones permitidos inicialmente son bajas en cada río se podrá ampliar el cupo en cinco piezas si se pesca la mitad antes del 31 de mayo.

Los 2.347 pescadores con autorización para ocupar un coto cada día de la temporada son en su mayoría cántabros, aunque el Gobierno estima que el 30% proceden de otras comunidades autónomas. La temporada se cerrará el día que se alcance el número máximo de capturas autorizadas en cada río. Y si no se cubre el cupo se clausurará la campaña el 30 de junio.

Arranque con mucha agua

El desnieve y las lluvias marcarán el arranque de la campaña. «Los ríos están muy altos. Es bueno para que el salmón entre al río, pero al mismo tiempo es malo porque es difícil pescar con tanta agua», explican desde la guardería del Deva. Esas serán las condiciones para sacar mañana el primer salmón del río. En cada cuenca habrá un campanu, aunque en todas lucharán por conseguir el primero de Cantabria.

El año pasado lo consiguió el cántabro Manuel Moya en el coto de Güedes. Y después lo vendió por 3.000 euros al restaurante El Marqués de Puente Viesgo. Los cuatro campanus son los únicos que se podrán vender, al menos de manera oficial.

Antes de meterse en el río, los pescadores deben demostrar su habilidad estratégica. Desde que el Gobierno de Cantabria implantó los cupos en 2010, los aficionados tienen que afinar al máximo la elección del día y el coto. Tras el sorteo, los primeros en elegir tienen que apostar entre los primeros días, arriesgándose a encontrar menos peces que en mayo, o aguantar hasta la plenitud de la campaña y arriesgarse a que para entonces se haya cubierto el cupo en el río elegido. Un problema de cálculo que no tienen en Asturias donde no hay cupos y que seis años después sigue despertando malestar.

El responsable del servicio de Conservación de la Naturaleza, Ángel Serdio, defiende en cambio el resultado de esta medida: «Parece que nadie se acuerda de que, hace unos años, el primer día era muy aburrido porque no había ni la más mínima expectativa de que saliese el campanu. Ahora hemos conseguido hasta el campanu de España por delante de los asturianos, algo que parecía impensable hace 10 o 15 años. La especie está en una situación delicada, pero gracias a los cupos hemos conseguido pasar la crisis de hace una década, cuando en algunos ríos había cero capturas».

No hay que olvidar que los cupos son dinámicos y varían si la especie mejora o decae. Si en tres años seguidos se alcanza el cupo antes de que se cierre la temporada, al año siguiente se aumenta en cinco ejemplares como ha ocurrido esta temporada en el Pas. Y al contrario, si hay tres años en los que llegas al 30 de junio sin cubrir el cupo, se baja en cinco. «Hasta que no implantemos contadores en los ríos para saber en todo momento el número de salmones que hay en el río en tiempo real, tendremos que mantener este sistema». Los contadores cuestan unos 250.000 euros y en España solo hay dos: en el Bidasoa y en el Ulla.

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