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Los bancos de libros de texto de los centros sustituyen a las ayudas individuales a las familias para la adquisición de material.
Los bancos de libros de texto serán "totalmente" gratuitos dentro de dos años

Los bancos de libros de texto serán "totalmente" gratuitos dentro de dos años

El proyecto se inicia con una inversión de dos millones, que se completará con las aportaciones de las familias en función de las necesidades de cada centro

José María Gutiérrez

Martes, 31 de mayo 2016, 20:45

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El modelo de bancos de libros de texto, uno de los proyectos estrella de la Consejería de Educación para la presente legislatura, se pondrá en marcha el próximo curso con una inversión pública de dos millones de euros que, sin embargo, no permitirá todavía asegurar la gratuidad total del servicio, por lo que algunas familias se verán obligadas a tener que aportar una cantidad de dinero que establecerán los propios centros educativos en función de sus necesidades. «El horizonte es que en un par de años pueda ser una realidad el banco universal gratuito de libros en cada centro», defiende Jesús Gutiérrez, presidente del Consejo Escolar de Cantabria. Ambición que confirma Alonso Gutiérrez, director general de Innovación y Centros Educativos del Gobierno regional, que manifiesta que el objetivo «es que al final de esta legislatura todos los libros de texto y el material curricular de los alumnos sean completamente gratuitos».

La gratuidad plena de los bancos de libros llegará, por tanto, en un par de cursos. «El próximo(el 2016-17) se va a hacer el esfuerzo más importante. Hay que implantar el modelo en todos los centros y eso lleva un tiempo. En el siguiente (2017-18) será gratuito para la mitad de los colegios y en el curso 2018-19 nadie tendrá que pagar nada», explica Jesús Gutiérrez, quien además está convencido de que cada año la partida presupuestaria que la Consejería destine a los bancos de libros será mayor, «nunca menor».

Educación oficializó ayer a través del BOC la nueva orden, que denomina Programa de recursos educativos para la educación básica y que destinará dos millones de euros para dotar durante el próximo curso a los colegios e institutos de Cantabria de los fondos suficientes para comprar libros de texto y material curricular, que luego los centros prestarán a las familias. Se potencian así los denominados fondos de libros, que sustituirán a las ayudas individuales para la compra de libros, sistema utilizado hasta ahora y que no convencía ni a padres ni a centros ni a administración por su ineficacia, lentitud y excesiva burocracia, entre la solicitud, las verificaciones de Educación y Hacienda, la corrección de los defectos de forma y la ejecución final. Cabe recordar que los primeros alumnos que cobraron las ayudas solicitadas para el presente curso lo hicieron a finales de febrero, casi seis meses después del inicio de las clases.

El dinero público se destinará, por tanto, directamente a los centros para que sean éstos los que gestionen esos materiales. Cada centro tendrá que formar una comisión específica para hacerse cargo de la gestión y coordinación de su banco de libros, emitiendo informes periodicos a la Consejería. La citada comisión estará formada por el director del centro, dos profesores, un miembro elegido entre las familias de los alumnos y el representante del Ayuntamiento en el consejo escolar.

De la iniciativa se podrán beneficiar todos los alumnos matriculados en la enseñanza obligatoria, desde Primaria hasta 4º de Secundaria, en todos los centros públicos y concertados de la región.

El reparto

Alonso Gutiérrez destaca el «fuerte incremento» presupuestario que lleva consigo esta medida, ya que se pasa de los 800.000 euros destinados este curso a las ayudas individuales para la compra de libros de texto a los dos millones de euros que se invertirán el próximo en estos fondos universales. Si se tiene en cuenta los 54.214 estudiantes matriculados este año entre Primaria y Secundaria las cifras del próximo curso no variarán en exceso, la media que se destinará a cada alumno alcanza los 36 euros.

Educación repartirá esos dos millones de euros entre los centros en función del número de alumnos que tengan matriculados en la educación básica que quieran participar en el programa, porque, quien desee renunciar a las ayudas, puede hacerlo. La administración informará con detalle a los directores de los colegios de las características e instrucciones del programa, que se incorporará igualmente a la plataforma Yedra. Luego serán ellos quienes informen a las asociaciones de padres. El objetivo es iniciar de forma inmediata todo el proceso administrativo, agilizar lo máximo posible todos los trámites durante el mes que resta del presente curso escolar para que Educación pueda ingresar el montante que corresponde a cada centro en paralelo al inicio del próximo ejercicio.

No obstante, este primero año se necesitarán más recursos económicos que esos dos millones que aporla Administración y serán las propias familias las que tengan que abonar, en algunos casos, una cantidad, retrasando la previsión de gratuidad absoluta hasta dentro de dos cursos. «No lo tendrán que abonar todas las familias. Aquellos centros que les va bien con el banco de libros que vienen gestionando desde hace tiempo, tendrán recursos suficientes con la aportación que reciban de la Consejería. La pequeña cuota será para todas aquellas familias cuyos centros carecen de banco de libros o su funcionamiento no está siendo lo eficaz que desearían», explica Jesús Gutiérrez. «La cantidad será pequeña, mínima, y en cualquier caso mucho menor de lo que han gastado hasta ahora y por debajo de los costes de mercado», insiste por su parte Alonso Gutiérrez.

A día de hoy, especifican los responsables educativos, es «imposible» cuantificar el número de familias que tendrán que pagar el próximo curso para ayudar a la formación de los bancos de libros y tampoco la cantidad que tendrán que aportar. Estará en función de las necesidades que aprecie el director del centro y del dinero público que reciba en función de los estudiantes que se sumen al programa. En cualquier caso, la orden hecha pública ayer establece que la cantidad que aportarían las familias nunca podrá ser superior al 20% de lo que gastaría en total para la adquisión del lote completo de libros necesario para su hijo. Es decir, como máximo un 20%, aunque la cantidad será variable en función de los centros.

Educación está negociando con los ayuntamientos para que, a través de convenios, aporten alguna cantidad a los centros de sus respectivo territorios. «Les hemos planteado que destinen el dinero de las ayudas individuales para la compra de libros a los centros directamente. Hemos hablado con varios de ellos y hemos notado una buena disposición», indica el presidente del Consejo Escolar de Cantabria. Esa medida ayudaría a disminuir la aportación familiar.

Los que no tendrán que pagar en ninguno caso ni un solo céntimo son las familias que reúnen las condiciones para ser consideras como necesitadas. Todos los sectores implicados en la comunidad educativa han acordado destinar una parte de los dos millones de euros a los que alcanza el presupuesto del curso que viene para financiar los libros a los que tendrán acceso este tipo de alumnado con una evidente situación de inferioridad.

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