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El nuevo calendario escolar cántabro aprobado el martes por la Mesa Sectorial ha generado una viva polémica que ha traspasado las fronteras regionales.
Asociaciones de padres de toda España cargan contra el calendario escolar cántabro

Asociaciones de padres de toda España cargan contra el calendario escolar cántabro

Critican que no se haya contado con las familias para su elaboración, dudan de sus beneficios para el progreso académico de los alumnos y creen que dificulta la conciliación

José María Gutiérrez

Miércoles, 8 de junio 2016, 20:51

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La aprobación del nuevo calendario escolar que entrará en vigor el próximo curso en todos los niveles de Educación Primaria y Secundaria de Cantabria ha suscitado una acalorada polémica en la comunidad educativa que ha trascendido las fronteras regionales. Ayer, asociaciones de padres de alumnos de toda España se sumaron a las críticas vertidas por los colectivos locales y cargaron contra la modificación del calendario, que, con los mismos 175 días de clase, establece cinco bimestres lectivos y cuatro periodos vacacionales, uno cada dos meses aproximadamente. Agrupaciones como Ceapa, Concapa y Escuelas Católicas, reprochan que la Consejería de Educación del Gobierno cántabro y la Junta de Personal Docente no hayan contado con la familias para su elaboración, dudan de los beneficios que puede suponer para el progreso académico de los alumnos y creen que dificulta la conciliación familiar.

El presidente de la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), Jesús Salido, critica que la decisión de modificar el calendario escolar se haya tomado sin el consenso de todos. «Las familias cántabras quisieron que se abriera un tiempo de debate pero la administración ha hecho oídos sordos, aceptando la propuesta del sector de docentes», denuncia. En su opinión, si se añaden semanas de vacaciones pero no se modifican los ritmos ni la metodología, al final solo supondrá que los niños «van a estar más cargados de deberes y trabajos para entregar al final de estos días». Además, cree que este nuevo calendario supondrá «dificultades serias» para la conciliación de los padres.

Para la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), la forma en que se ha llevado a cabo la modificación del calendario supone «una grave falta de sensibilidad» con las familias por parte del Gobierno cántabro. Este colectivo lamenta que «aún» no se les ha aclarado qué medidas de apoyo se implementarán en los centros durante esos días no lectivos ni el coste de las mismas, por lo que «puede dificultar la libre elección de centro para los padres en el caso de que no se pueda realizar en los centros concertados». Esta última reflexión es compartida por la presidenta de Concapa en Cantabria, Mónica Haro, que denuncia que se puede vulnerar el derecho de las familias a la libre elección de un centro educativo para sus hijos, porque si las medidas extraescolares se implantan solo en colegios públicos, como sucede hasta ahora, se incurriría en una «grave desigualdad de oportunidades».

Por su parte, el secretario general de Escuelas Católicas, José María Alvira, que representa a una patronal que integra más de 2.000 colegios en España en los que estudian 1,2 millones de alumnos, subrayó que los argumentos laborales «legítimos» de los profesores no pueden «disfrazarse con argumentos pedagógicos». «La defensa de este cambio de calendario por motivos laborales me parece bien, pero que se presente así, sin esconderlos», indicó. Además, Alvira defiende que para los padres «puede ser una complicación» porque «no es fácil» conciliar el trabajo con las vacaciones de los hijos cada dos meses. También lamentó que la decisión del Ejecutivo cántabro se ha adoptado únicamente con los sindicatos y no ha tenido en cuenta a toda la comunidad educativa y, en concreto, a la escuela concertada.

El presidente cántabro de CECE, la patronal del sector educativo privado, Javier Muñiz, mostró su «perplejidad» al conocer la aprobación definitiva del calendario porque no han consultado «ni con los padres, ni con la educación concertada, ni con las patronales». Aunque admite que este sistema de vacaciones cada dos meses funciona correctamente en otros países europeos, recuerda que las circunstancias socioeconómicas y la forma de vida en España es «distinta» y no se puede hacer simplemente «un corta y pega». Muñiz cree que hay «motivos políticos» detrás de esta decisión.

«Sorpresa» por las reacciones

El consejero de Educación, Ramón Ruiz, se mostró ayer «sorprendido» por este volumen de reacciones, a nivel regional y nacional, que ha suscitado el nuevo calendario escolar para el curso 2016-2017, sobre todo, porque, a su juicio, solo hace «unos ajustes» con respecto a otros años. Así, insistió en que se mantienen los mismos días lectivos pero repartidos de otra manera y que, entre los periodos vacacionales, las Navidades y la Semana Santa «se mantienen más o menos iguales», que los Carnavales solo crecen «unos días» y que la «única gran novedad» es la semana de descanso que se ha instaurado a principios de noviembre.

«Pensamos que es mejor para los alumnos, para la evaluación continua y que estamos racionalizando el calendario», manifestó Ruiz, que consideró el sistema educativo cántabro como «uno de los que más hace por la conciliación laboral y familiar». El consejero recordó que ya lo hizo con las aulas de dos años y con la apertura de los centros educativos en periodos no lectivos, que ahora se extenderá y adaptará a las necesidades del nuevo calendario. Aunque afirma que la Consejería seguirá trabajando por «profundizar» en esa conciliación, Ruiz ha pedido «un esfuerzo a otras administraciones y empresas, porque no puede ser que la conciliación familiar y laboral solo recaiga sobre el sistema educativo».

Precisamente Ramón Ruiz, se reúne hoy con la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cantabria, Leticia Cardenal, para abordar las mejoras en la atención al alumnado en los periodos no lectivos que se pueden aplicar desde la administración. La FAPA, que hace dos semanas mostró su enfado porque no se hubiera tenido en cuenta a las familias en el diseño del calendario y había criticado que el mismo solo favorece las condiciones laborales de los docentes, ha preferido sin embargo no hacer declaraciones tras su aprobación, esperando esta cita con el consejero.

Entre los apoyos que también encontró la modificación del calendario, destacó la del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que indicó que la ha aprobado la Mesa Sectorial «por unanimidad» y «después de muchos estudios». «Estas decisiones no se toman en un café», insistió. Asimismo, puntualizó que «no todos los padres están en contra». «Yo no», aseguró.

Revilla respaldó además al consejero de Educación, el socialista Ramón Ruiz. «Respeto lo que han hecho porque saben de esto, es gente muy competente la que hay en esta consejería; en todas las consejerías pero en esta especialmente».

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