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La salida de la autovía que utilizó el causante del accidente mortal para entrar en la A-67 en dirección contraria.
El causante del accidente de la A-67 sigue ingresado bajo custodia policial

El causante del accidente de la A-67 sigue ingresado bajo custodia policial

La Guardia Civil ya ha tomado declaración a los testigos del siniestro y efectuado varias inspecciones oculares en el lugar del suceso

Nacho González Ucelay

Martes, 30 de agosto 2016, 16:51

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El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Cantabria ya está dando forma al atestado relacionado con el accidente de circulación que se registró en la madrugada del domingo en la autovía A-67, a la altura del pueblo de Barreda, donde un turismo que llegó a circular casi nueve kilómetros en dirección contraria colisionó contra otro que lo hacía de manera correcta y cuyo conductor falleció en el acto. Las declaraciones de los testigos y del propio causante del siniestro que se recupera de sus heridas en el Hospital Valdecilla y las inspecciones oculares realizadas en el lugar del mismo deberán arrojar luz en las próximas horas sobre un accidente lleno de sombras.

Hermética, la Guardia Civil trabaja a contrarreloj para esclarecer las circunstancias que envuelven a un suceso originado a las cinco y media de la madrugada.

A esa hora, aproximadamente, el conductor de un Citroën Berlingo se adentró en la autovía a su paso por la localidad de Boo de Piélagos, aunque en lugar de incorporarse por el carril de entrada para los vehículos que van de Santander a Torrelavega (junto a la Hostería de Boo) lo hizo por el carril de salida para los vehículos que se dirigen de Torrelavega a Santander.

El conductor, que para obrar así tuvo que pasar por alto varias señales de dirección y de prohibición tanto verticales como horizontales enfiló en la dirección incorrecta la autovía, por la que condujo en el sentido opuesto de la circulación casi nueve kilómetros.

En ese trayecto, el automovilista no solo ignoró la posición de todos los paneles indicativos de dirección y las señalizaciones de la vía (estaban al revés) sino que también hizo caso omiso de las advertencias luminosas y acústicas de cuantos conductores se encontró en un camino que se detuvo bruscamente en el kilómetro 184,8.

Allí, a la altura de Barreda, el Citroën Berlingo se estrelló contra otro vehículo, un turismo de la marca Peugeot que viajaba en sentido correcto en dirección a Santander y que conducía Marcos Sarmiento Villegas, de 34 años y vecino de la localidad de Tanos.

Como consecuencia del impacto, que desplazó a ambos coches a una distancia de unos 15 metros, el conductor de este segundo vehículo falleció de forma instantánea mientras que el del primero resultó con heridas por las que tuvo que ser evacuado hasta el Hospital Valdecilla, donde permanece ingresado bajo custodia policial y tras haber sido intervenido quirúrgicamente de un tobillo.

Según ha podido saber este periódico, el herido, que además de un pie se rompió también varias costillas, fue sometido a la prueba de la alcoholemia por la extracción de sangre, test cuyos resultados no han sido revelados aún.

Tampoco ha trascendido todavía si la Guardia Civil ha podido entrevistarse ya con el causante del accidente, que, fuera de todo peligro, será enviado a planta hospitalaria «a lo largo de las próximas horas», tal y como precisaron ayer fuentes del propio hospital.

Marcos, enterrado

Lo que sí ha trascendido es el inmenso dolor de la familia de la víctima, que ayer enterró a Marcos Villegas en una ceremonia religiosa oficiada en la iglesia parroquial Nuestra Señora de las Nieves de Tanos, atestada de allegados, amigos y conocidos que quisieron despedir al fallecido antes de que sus restos mortales fueran trasladados al crematorio municipal Río Cabo de Torrelavega para su incineración.

Hasta allí se acercaron también los compañeros de trabajo de Marcos, que halló la muerte precisamente cuando se dirigía a su puesto en la empresa Dynasol, una fábrica especializada en polímeros con sede en el Barrio La Mina de Gajano (en el municipio de Marina de Cudeyo) a la que debería haber llegado a las seis de la mañana.

«Los que entraban a esa hora y venían desde Torre (Torrelavega) llegaron todos tarde», recordaba ayer uno de los empleados en alta voz a las puertas enlutadas de la fábrica. «Por la retención que se produjo» como consecuencia de un accidente al que ninguno de ellos dio importancia hasta que, poco después, empezaron a extrañarse por la tardanza de su compañero.

Ellos fueron los primeros en conocer el trágico destino de Marcos. Los demás, los que libraban, lo fueron averiguando al paso de las horas de un domingo ensombrecido por los informativos de la televisión. «Puse la tele, vi que un conductor se había metido en dirección contraria en la autovía y que había matado a otro y mira tú quién iba a ser... Mira tú quién iba a ser... Marcos», lamentaba todavía conmocionado el trabajador.

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