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Estudiantes de la Universidad de Cantabria.
Las carreras de la Universidad de Cantabria mantendrán una duración de cuatro años

Las carreras de la Universidad de Cantabria mantendrán una duración de cuatro años

La Conferencia de Rectores, a la que asistió Ángel Pazos, llega a un preacuerdo con el Ministerio para «poner orden» y «coherencia» al mapa de titulaciones tras la polémica generada por el ‘decreto 3+2’

José María Gutiérrez

Lunes, 3 de octubre 2016, 07:19

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La mayoría de las carreras existentes en el mapa de titulaciones español se impartirán en cuatro años, tras el preacuerdo alcanzado entre la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y el Ministerio de Educación, que podría materializarse en breve en una orden ministerial. La medida afectará a todas las carreras creadas antes de la adaptación del sistema universitario al Espacio Europeo de Educación Superior, es decir, los títulos pre-Bolonia, incluidos los de la rama biomédica y las ingenierías, salvo aquellos que tienen una regulación específica.

En virtud de ello, la práctica totalidad de los 30 grados que se imparten en la actualidad en la Universidad de Cantabria mantendrán una duración de cuatro años, salvo excepciones como el caso de Medicina (seis cursos), que tiene su propia reglamentación, o el doble grado de Física y Matemáticas (cinco cursos). Así lo confirmó el rector de la UC, Ángel Pazos, presente en las reuniones celebradas en Santiago de Compostela con el objetivo de dar «coherencia» al sistema de educación superior e intentar «poner orden» en la definición de los títulos y los másteres en España, tras la preocupación generada en los últimos años por el decreto 3+2, que quedará reducido a un papel secundario.

Así, se dará «libertad» a las universidades para crear títulos nuevos de tres años de impartición, como permite el decreto 3+2, pero con un carácter «más aplicado» y dedicados a una modalidad formativa «más rápida». «En principio, en la UC no tenemos intención de hacerlo, por lo menos por el momento», defiende Pazos.

Esta regulación que clarifica el mapa de titulaciones debe realizarse a través de una orden ministerial, algo en lo que «trabajan» la Administración y la CRUE, pero debe hacerse «con agilidad», tal y como alertan tanto el presidente de la CRUE, Segundo Píriz, como el rector de la UC, para tener, lo más pronto posible, seguridad legal para «ordenar» los títulos del próximo curso. «Es un tema de suma importancia que debe resolverse de forma inmediata», indica Pazos.

Varias moratorias

El decreto 3+2, impulsado por el exministro José Ignacio Wert y aprobado por el Gobierno en enero de 2015, con el objetivo de aplicarlo el curso 2015-2016, permite que las universidades oferten grados de tres años de duración, en lugar de cuatro, y aumenten los másteres de un año a dos, como sucede en diferentes países europeos.

«La nueva pruebade acceso será muy parecida a la anterior»

  • Otro de los temas destacados abordados por la CRUE se refiere a las nuevas pruebas de acceso a la universidad que sustituirán a la Selectividad, que todavía no están reguladas cuando apenas quedan ocho meses para su celebración. Ángel Pazos ha querido mandar «un mensaje de tranquilidad» a profesores, estudiantes y sus familias, destacando que «se está haciendo todo lo posible para que la nueva prueba la reválida de Bachillerato sea lo más parecida posible» a la que existía hasta el pasado curso.

  • Según detalla, los rectores han llegado a un «pacto de caballeros» para que las universidades ayuden a sus respectivas comunidades autónomas en la organización y desarrollo de la prueba y para no realizar otra complementaria. El Ministerio de Educación se encargará de la coordinación de la prueba general (la de la puntuación de 0 a 10) y cada comunidad realizará su examen basándose en unos criterios generales. Respecto a la calificación de la fase específica (la de 10 a 14), las universidades realizarán «un esfuerzo de coordinación» para que el sistema de ponderación sea «lo más parecido» al anterior.

El decreto fue muy contestado por la comunidad universitaria e incluso fue objeto de varias manifestaciones estudiantiles, al considerar que con ese sistema se encarecían los estudios, ya que muchos alumnos se verían obligados a cursar tras el grado un máster mucho más caro para tener los mismos conocimientos que los alumnos que han estudiado esa misma carrera en cuatro años.

Los rectores, por su parte, que defienden mantener la fórmula de cuatro años de grado y uno de máster 4+1, acordaron en 2015 y en 2016 sendas moratorias para evitar que las universidades ofertaran grados de tres años el curso pasado y el actual, mientras acordaban unos criterios comunes. Consideran que un alumno no puede lograr el mismo grado de competencias estudiando un año menos.

El pasado marzo, cuando pactaron la segunda de las moratorias, acordaron también que la aplicación del decreto el curso 2017-2018 se limitara a grados totalmente nuevos, que no tuvieran ninguna semejanza con los ya implantados antes del plan Bolonia. Se trataba de una decisión vinculante, de manera que si alguna de las 76 universidades que integran la CRUE se saltaba el acuerdo, sería expulsada de la organización. En este contexto, el ministro de Educación en funciones Íñigo Méndez de Vigo, ofreció a la CRUE la creación de una comisión mixta para buscar una solución y «poner orden» a la aplicación del 3+2. Y esta ha llegado en las negociaciones mantenidas durante los últimos días en Santiago de Compostela, donde los rectores han impuesto un listado de titulaciones «intocables» que se seguirán impartiendo en cuatro años.

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