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Revilla, durante su discurso en la comida de Navidad del PRC.
Revilla supedita su permanencia en el Gobierno al Presupuesto

Revilla supedita su permanencia en el Gobierno al Presupuesto

El presidente avisa al PSOE sobre el Plan General de Santander: «Ante una cosa que beneficia a Cantabria y es legal no hay ideología posible»

Gonzalo Sellers

Domingo, 18 de diciembre 2016, 19:41

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Es la segunda vez en una semana que Miguel Ángel Revilla da un golpe encima de la mesa. La primera fue para desautorizar a su vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, a hablar en nombre de todo el Gobierno sobre la nulidad del Plan General de Santander. Un asunto en el que PRC y PSOE mantienen posturas enfrentadas. Y la segunda fue ayer en Mogro. Ante los 800 militantes y mandos del partido que asistieron a la tradicional comida de Navidad, el presidente cántabro supeditó su permanencia en el Gobierno a la aprobación de las cuentas del próximo año. «Yo no gobierno sin Presupuesto», advirtió alzando la voz Revilla, que durante los últimos dos meses ha asistido en silencio a los vaivenes de un documento que no se aprobará en tiempo por primera vez en veinte años.

Reunión con Soraya mañana y una lista de exigencias a Rajoy

  • Miguel Ángel Revilla tiene dos citas claves en Madrid en los próximos meses. La primera, por orden cronológico, será la Conferencia de Presidentes del 17 de enero, en la que se fijará el modelo de financiación autonómico, clave para dirimir el dinero que el Estado inyectará en Cantabria. Mañana, martes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, llegará a Santander dentro de ese circuito que hace por todas las comunidades para ir preparando el cónclave. La dirigente popular se reunirá con Revilla, quien le transmitirá la posición beligerante de Cantabria con el modelo que sólo atiende a la población. Al día siguiente, miércoles, será el consejero de Presidencia, Rafael de la Sierra, el que viaje a Madrid para preparar, junto al resto de sus homólogos, el orden del día del encuentro.

  • Más adelante, en una fecha todavía por cerrarse, el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, recibirá a Revilla en La Moncloa, como ya hizo en noviembre del año pasado. En aquella ocasión se comprometió a cuatro cosas el tren rápido con Madrid, pagar los 100 millones que adeudan de las obras del Hospital Valdecilla, estudiar el problema del precio de la leche y etiquetar a la comarca del Besaya como zona de especial inversión.

  • «Le voy a pedir lo mismo, que cumpla con lo que prometió», avisó Revilla, que de momento, no tiene «malos indicios» de su relación con el Gobierno del PP. «No me voy a callar ante los recortes y la corrupción, pero Rajoy es el presidente de todos y no le vamos a dar dolores de cabeza. Aquí tiene un aliado», dijo.

El líder regionalista se mostró comprensivo con un retraso cuya culpa se reparte a medias entre Madrid y Santander. «Ya vamos tarde, podemos esperar un mes, pero para febrero tiene que estar sí o sí», avisó. Tan cierto es que la ausencia de Presupuesto del Gobierno central ha afectado a los tiempos de Cantabria, como que la pelea interna en el bipartito por el reparto de fondos terminó de apuntillar al documento. «Hay que tener cintura para pactar. Sobre todo, con nuestro socio, que no es fácil. El problema empieza en casa y hay que arreglarlo antes de salir fuera», reconoció el jefe del Ejecutivo.

Todos los esfuerzos del Gobierno se centran ahora en que Ciudadanos les de ese voto que les falta para aprobar las cuentas en el Parlamento. «¿Qué hay que hacer cambios? Pues se hacen», defendió Revilla. Las negociaciones están muy avanzadas y todo apunta a que será en el próximo Consejo de Gobierno, el jueves, cuando se apruebe el documento y se remita al Parlamento.

A pesar de este apoyo más que probable del partido de Albert Rivera, Revilla mandó un globo sonda al PP, que de momento ha mantenido un perfil bajo en estas conversaciones. Hasta el punto de decir que no tienen «líneas rojas» en su estrategia. El presidente recordó a los populares que el PSOE se abstuvo en el Congreso de los Diputados para investir a Mariano Rajoy y que, posteriormente, le ayudaron a aprobar el techo de gasto. Por eso, apeló a un gesto de «responsabilidad» del PP aquí, en Cantabria.

Pero hay otro problema añadido que se ha convertido en protagonista de última hora en la negociación del Presupuesto: el Plan General de Santander. La anulación del Supremo ha dejado a la capital en una indefensión urbanística que, a corto plazo, mientras se elabora un nuevo documento, sólo se puede arreglar por dos vías. La primera, propuesta por el Ayuntamiento y avalada por el PRC, es introducir unas normas transitorias en la Ley de Acompañamiento de las cuentas. Y la segunda, defendida por el PSOE, es regularlo en la futura Ley del Suelo. Ciudadanos también se decanta por esta última opción, por lo que sitúa a los dos socios de Gobierno en una encrucijada. Revilla, sin nombrar directamente al Plan General, lanzó ayer un consejo a su socio sobre este asunto: «Ante algo que beneficia a Cantabria y es legal, no hay ideología posible».

«El PP dejó un desierto»

Esta confluencia con el PP no mitigó las quejas de Revilla por el trabajo que el Gobierno de Ignacio Diego hizo durante la pasada legislatura. De hecho, considera que su máximo rival político «debería haberse ido con un poco de dignidad» al perder siete diputados en las elecciones autonómicas. «No hicieron nada en cuatro años. Nada es nada. Y luego tienen la cara de hablar mal de esta legislatura, con el desierto que dejaron en Cantabria, sin una grúa entre San Vicente y Castro Urdiales, y con una deuda descomunal. Más de mil millones a deber dejaron. Un desastre», denunció el presidente, justo la misma semana en la que se ha conocido que la región ha alcanzado su máximo histórico de deuda, con más de 2.800 millones de euros y un 22,6% del PIB.

Revilla está convencido de que el Presupuesto del próximo año es mucho más importante que el de éste. El líder del PRC, que no mencionó ni una sola vez el Año Santo Jubilar cuando suele hacerlo en prácticamente todas sus intervenciones, recordó que fueron las consejerías de su partido las que se sacrificaron el año pasado en favor de la Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales «en un alarde de coherencia y de justicia». Pero ahora es «distinto». Hay crecimientos de casi un 20% en carteras vitales para las inversiones que los regionalistas consideran claves, como Industria, Medio Rural y Obras Públicas.

Los regionalistas necesitan este cambio de tendencia si quieren cumplir los «optimistas» vaticinios económicos que ayer lanzó el presidente cántabro. Sobre todo, en materia de empleo: «Después de una nefasta gestión del PP, ahora tenemos 8.000 parados menos que hace un año. Por primera vez estamos en mejores cifras que el País Vasco. Y cuando acabe la legislatura estaremos por debajo de los 30.000 desempleados y del 10% de paro».

Pero el futuro económico de la región dependerá también, en buena medida, de cómo se repartan las cartas en Madrid. Las reglas de juego de la financiación autonómica se debatirán en la Conferencia de Presidentes convocada por Mariano Rajoy el próximo 17 de enero. «Ahí se van a enfrentar dos españas», adelantó Revilla. Una, que quiere un reparto del dinero por población. Un sistema que perjudica mucho a Cantabria. «No podemos consentirlo o nos machacan», advirtió el regionalista. Y otra, que pide tener en cuenta el envejecimiento de los habitantes, la orografía y la dispersión de los núcleos urbanos. En definitiva, que tenga en cuenta las necesidades reales de cada comunidad. «Vamos a ser radicales en la defensa de esto», apuntó el presidente, que espera tener a su lado a regiones similares a Cantabria, como Galicia o Asturias.

«No hemos dado nunca un problema y siempre somos los últimos en todo. Nos tienen que dar lo justo, lo que nos corresponde», gritó Revilla con el mismo tono reivindicativo con el que se acordó de Cristóbal Montoro y sus continuas cartas de apercibimientos a Cantabria por sobrepasar el déficit. «Esta es la región más austera de España. No vamos a quitar médicos ni profesores», insistió el presidente.

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