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Imagen del pantano del Ebro en la actualidad, al 35% de su capacidad.
El diciembre con menos lluvia de los últimos años culmina un 2016 de valores extremos

El diciembre con menos lluvia de los últimos años culmina un 2016 de valores extremos

La temperatura media en la estación de Alto Campoo fue de 2º. Los expertos hablan de un año con termómetros por encima de lo habitual y la lluvia concentrada en periodos muy cortos

A. SANTAMARÍA

Viernes, 6 de enero 2017, 07:48

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Basta una simple conversación de ascensor para darse cuenta de que lo que ha ocurrido el año pasado con el tiempo no es algo habitual. Y aunque a los expertos, los meteorólogos de la Agencia Estatal (Aemet), les cuesta hablar de situaciones anormales o excepcionales, lo cierto es que a la hora de hacer el balance dejan encima de la mesa datos sorprendentes mes tras mes.

La Delegación Territorial de Aemet ofreció ayer su resumen climatológico de diciembre y confirmó lo que todo el mundo ha podido apreciar: no ha llovido prácticamente nada y el termómetro ha estado por encima de lo habitual en estas fechas.

Hablan los expertos de que ha sido uno de los diciembres "más secos de los últimos años", fruto de precipitaciones "muy escasas". Valga como ejemplo un par de datos. En la estación del aeropuerto de Parayas se recogieron durante todo el mes únicamente 36 litros/metro cuadrado, cuando la cifra considerada 'normal' es de 118 litros. O en Tresviso, donde únicamente cayeron 41,5 litros, frente a un valor 'normal' de 203.

Diciembre ha sido también un mes muy cálido, con temperaturas medias de más de un grado por encima de lo habitual (por seguir con la misma referencia, 11,6º en Parayas frente a una referencia de 10,4; o 9,1º en Tresviso frente a un valor habitual de 6,2º), con una primera mitad del mes con el termómetro "muy por encima de los valores propios del año, con máximas que oscilaron entre los 15 y 20º en prácticamente toda la región". Aemet cita en su informe la situación vivida en la estación de esquí de Alto Campoo, donde la temperatura media fue de dos grados centígrados, o los 5,8º de Tresviso. Todo ello lleva a Aemet a calificar el último mes del año como "muy seco y muy cálido".

Las causas

Datos de récord

  • 1. Parayas registró en enero una máxima de 25,1º, la más alta hasta la fecha.

  • 2. Mil rayos hubo en el mes de mayo, la mitad de ellos concentrados en el día 21.

  • 3. La temperatura máxima del año la registró Ramales (40,6º) el 25 de agosto.

  • 4. La temperatura mínima del año se marcó en Nestares (-13º) el 17 de febrero.

  • 5. En abril nevó a 700 metros. A 31 de diciembre, Alto Campoo estaba cerrado.

¿Y a qué se ha debido? Explican los meteorólogos que en diciembre ha predominado el ambiente anticiclónico, lo que "ha bloqueado" la llegada de borrascas y precipitaciones. Ello "ha favorecido una fuerte irradiación nocturna en los valles, mientras en las zonas altas se registraban temperaturas menos rigurosas".

Pero este último periodo del año no hace otro cosa que confirmar un 2016, climatológicamente hablando, que ha vuelto a dejar valores extremos en la región. Un año marcado por temperaturas por encima de las estadísticas y de una pluviometría que se asemeja más a las gotas frías del levante español que a las pertinaces lluvias del Cantábrico.

El mejor ejemplo es lo ocurrido en la estación situada en la aeropuerto Seve Ballesteros de Santander. Allí , la temperatura media mensual estuvo prácticamente todo el año por encima de lo habitual hasta el punto de cerrar el ejercicio con una media de 14,9 grados, 0,5 grados por encima la normal, según las estadísticas de Aemet.

Caso más curioso es el de las precipitaciones. Prácticamente ha llovido lo mismo este año que los anteriores (1.105 litros/metro cuadrado en 2016, frente a los 1.128 litros de media), pero la forma en lo que lo ha hecho es sorprendente. Se ha acumulado todo en dos meses, febrero y noviembre, mientras que el resto de periodos lo ha hecho por debajo de las estadísticas. Una forma de llover que no sirve para mantener el caudal de los ríos (desbordados ante las trombas que deben soportar), que no satisface a la ganadería y que disgusta a la agricultura.

Datos muy llamativos

A lo largo del año, los balances de la Delegación Territorial de Meteorología han dejado datos muy llamativos. En enero, un mes que resultó muy cálido, la estación de Parayas registró un máxima de 25,1º, la más alta conocida hasta la fecha (la anterior databa de 1966 y correspondía a 24º), pero, curiosamente, el sol brilló sólo 70 horas, un 13% por debajo de la media del mes.

Algunos datos

  • Enero un mes cálido pero sólo 70 horas de sol

  • Febrero el mes que más llovió; ríos desbordados

  • Marzo no se vio el sol

  • Abril nieve en cotas bajas

  • Mayo el mes de las tormentas

  • Julio y agosto meses de calor ; más de 40º

  • Octubre mes ventoso

  • Noviembre llegó la nieve

  • Diciembre dos grados de media en Alto Campoo

Febrero fue el mes en que más llovió en Cantabria. Pero lo hizo en tromba, de tal forma que en sólo tres días se recogieron más de 156 litros en los valles cantábricos, acumulaciones que se registran menos de una vez cada diez años. El resultado: ríos desbordados. En marzo, prácticamente no se vio el sol en Cantabria por culpa de una pertinaz lluvia: la insolación fue muy escasa, casi un 35% por debajo de lo normal. En abril, la principal curiosidad la dejó la presencia de la nieve en cotas relativamente bajas: 700 metros. Y mayo fue el mes de las tormentas. Hubo tantas que se contabilizaron más de mil rayos, eso sí, casi la mitad de ellos se registraron el día 21.

El calor llegó en julio y agosto. En el primer mes se superaron los 40º en Terán y Ramales, pero la nota excepcional la ofreció Castro Urdiales, donde el termómetro se mantuvo por encima de los 28º desde las diez de la mañana del día 18 hasta las nueve del siguiente. En el segundo mes, Ramales registró la temperatura más alta del año en Cantabria, con sus 40,6º y Tresviso dejó otro registro para la historia con sus 21,5º nocturnos. En octubre, las noticias llegaron con la velocidad del viento. O mejor dicho, la ausencia de viento en un mes tradicionalmente ventoso: se contabilizó un recorrido total mensual de 617 kilómetros, un 33% menos de lo normal. Noviembre, por fin, rompió la tendencia del año, y trajo a Cantabria la única nieve que llegó a cuajar de forma importante, mientras que diciembre dejó como dato para apuntar los dos grados de temperatura media que ha registrado la estación de Alto Campoo.

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