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El corazón de los espacios públicos

El corazón de los espacios públicos

Cantabria tiene instalados 180 desfibriladores semiautomáticos en lugares públicos | Entre 2013 y 2015 se utilizaron en nueve ocasiones fuera del ámbito sanitario y lograron salvar la vida de cinco personas

Ana del Castillo

Lunes, 16 de enero 2017, 07:12

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La probabilidad de sobrevivir a un infarto se reduce a la mitad tras el sexto minuto. E iniciar las maniobras de reanimación después de que hayan transcurrido los primeros ocho es inútil, salvo en contadas ocasiones. De ahí la importancia de tener a mano las herramientas necesarias para la reanimación. "Cada minuto que pasa disminuye un diez por cierto la probabilidad de salvar al infartado", explica Fernando Rey, instructor en soporte médico avanzado y médico de urgencias del SUAP en Cantabria.

Desde el 23 de enero de 2009, cuando el BOC publicó la orden que regula el uso de desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) en espacios públicos, Cantabria ha instalado en sus centros comerciales, en el aeropuerto, ayuntamientos, en la universidad y en centros deportivos, entre otros lugares, 180 DESA. Entre 2013 y 2015 se utilizaron en nueve ocasiones fuera del ámbito sanitario, la mayoría de los pacientes atendidos fueron varones mayores de 50 años. En cinco de los casos se consiguió reanimar a la persona.

Sabía que...

  • Cada año fallecen en España 30.000 personas por paradas cardiacas.

  • Transcurridos siete minutos desde el infarto existe un 70% de mortalidad. Cada minuto que pasa disminuye un 10%.

  • La parada cardiaca es reversible en más de un 90% en el primer minuto.

  • Los choques cardiacos de los desfibriladores descargan 200 julios.

  • En Francia hay instalados 90.000 DESA, 60.000 en Alemania y 50.000 en Reino Unido.

  • El 60% de las muertes súbitas ocurren en presencia de testigos.

  • El 30% de las personas que sufren un infarto no llega al hospital.

  • En Cantabria el uso de los DESA está limitado a personal sanitario y primeros intervinientes (cursos de formación contínua).

Las enfermedades del corazón, como el infarto o la angina de pecho, siguen siendo la principal causa de muerte en España: cada año se producen cerca de 70.000 paradas cardiacas, 30.000 fallecen. "Si al lado de cada extintor hubiera instalado un DESA, que permitiese actuar en los cinco primeros minutos, podríamos salvar la vida de 4.500 personas al año", explica Rubén Campo, fundador del Proyecto Salvavidas.

En la actualidad hay dos normativas nacionales sobre el uso de los desfibriladores: una trata sobre quién puede utilizar el DESA (solo personal sanitario y gente que haya cursado estudios para ello) y otra que obliga a Asturias, País Vasco, Cataluña, Andalucía y Canarias a instalar desfibriladores semiautomáticos en espacios públicos. "En el País Vasco cualquier centro comercial con capacidad superior a 700 personas tiene que instalar un DESA. Cantabria debería asumir esa normativa. Este año Madrid, Galicia y Extremadura también la aplicarán", puntualiza Cano. Se trata de "concienciación": social e institucional.

La ley no permite que una persona sin autorización utilice un DESA, pero la ética no entiende de normativas ni cursos. "Siempre hay que utilizarlo. Lo ideal es que fuera un médico, pero si no lo hubiera, hay que llamar al 061 y hacerlo", explica el fundador del Proyecto Salvavidas.

Manejar 200 julios infunde respeto, pero según Rey, que trabajó durante ocho años en el 061, "el uso del desfibrilador es muy sencillo. El aparato te va guiando todo el rato, con señales por voz y señales acústicas. Están diseñados para gente que no sabe nada". Se trata de actuar a contrarreloj. El médico cántabro recuerda un caso de una mujer de unos 50 años que paseaba con su perro por la playa de El Sardinero cuando sufrió una parada cardiaca y perdió el conocimiento. "Un hombre que paseaba por allí se acercó a ella, llamó a emergencias y hasta que llegamos estuvo dando el masaje cardiaco. Tardamos cinco minutos. Si ese hombre en ese tiempo no hubiera hecho nada, la mujer se muere. Cuando llegamos le colocamos el desfibrilador y le dimos el choque cardiaco. Al cabo de una semana salió del hospital por su propio pie". Tuvo suerte. El 30% de los infartados fallecen antes de llegar al hospital, según los datos que maneja el 061.

¿Sabría actuar ante un infarto?

Según datos de la Fundación Española del Corazón (FEC), solo el 10% de la población sabría cómo actuar correctamente ante una parada cardiorrespiratoria. Los DESA solo son una "medida más" a añadir a toda la formación que se está impartiendo en Cantabria. "Es adecuado para reducir el número de muertes fuera del ámbito sanitario, pero los Gobiernos deben mejorar el conocimiento en la población, sobre todo en chavales. Sería interesante hasta como asignatura, que desde pequeños sepan cómo actuar ante una emergencia de este tipo", propone Rey.

A continuación les ofrecemos dos vídeos. En el primero, pueden visualizar (y aprender) cómo se realiza el masaje cardiaco a un infartado. En el segundo, tienen el ejemplo del uso del desfibrilador semiautomático, aparato como los instalados en las hornacinas de centros comerciales, pabellones y otros espacios públicos de Santander.

Dos instructores del 061 muestran cómo se usa un DESA.

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