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La epidemia de gripe de este año se ha caracterizado por una propagación "temprana" y "muy rápida".
La gripe desencadena las dos primeras muertes de la temporada en Cantabria

La gripe desencadena las dos primeras muertes de la temporada en Cantabria

El ritmo de crecimiento de la epidemia, que ya alcanza una tasa de 386 casos por cada 100.000 habitantes, "ha aflojado", destaca Salud Pública

Ana Rosa García

Miércoles, 18 de enero 2017, 12:01

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La epidemia de gripe, que alcanzará su pico máximo esta semana (los datos se publican a la siguiente), ha desencadenado las dos primeras muertes oficiales de la temporada en Cantabria, según confirmó la Dirección General de Salud Pública, que en su registro de incidencias contabiliza cerca de 40 pacientes que han requerido ingreso en situación grave, la mitad de ellos concentrados en los últimos quince días, coincidiendo con el estallido de la onda epidémica.

"Todavía está subiendo el número de casos declarados, pero el ritmo de crecimiento ha aflojado, pasando de los 349 contagios por cada 100.000 habitantes de la primera semana de enero a los 386 de la pasada, una subida del 12%", sostiene Luis Viloria, jefe de sección de Vigilancia Epidemiológica. Así que, en teoría, en esta tercera semana de enero la curva empezará su línea descendente. La peculiaridad del virus de este invierno es que ha sido "especialmente virulento en rapidez de instauración. Si se echa la vista atrás, las estadísticas nos indican que esta presentación de la gripe no es tan rara como puede parecer, aunque sí que es cierto que otros años la epidemia ha sido menos intensa, ha ido llegando de forma más gradual. No habíamos visto una propagación tan rápida como ésta desde la temporada 2008-2009".

Sin embargo, Viloria aclara que el virus de este año "se comporta de forma convencional" entre la población que no tiene riesgos, lo que implica una semana de malestar general, fiebre alta, tos, cefaleas.... En cambio, admite que "existe un pequeño porcentaje de pacientes", con patologías crónicas de base, como enfermedades respiratorias, especialmente la obstrucción pulmonar (EPOC), así como cardiopatías, insuficiencias renales o hepáticas, a los que "la gripe les puede situar en una situación comprometida, precisando incluso ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Para este grupo de personas, la mayoría de edad avanzada, este virus puede ser el trastorno que provoque que sus patologías se descompensen, produciendo cuadros de gravedad", añade. En los dos fallecimientos confirmados se daban estas circunstancias. Por eso, insiste en la importancia de la protección, "porque, aunque la mayoría de los pacientes hospitalizados ya han sido dados de alta en perfectas condiciones, aún nos encontramos con gente que presenta factores de riesgo y que no se había inmunizado".

Las "sorpresas" de la gripe

Hace siete días, Sanidad ya daba por superado el pico de gripe del año pasado en Cantabria, lo que permite aventurar que esta temporada será mayor el recuento de contagios.Así, si los últimos inviernos se rondó la cifra de los 12.000 casos, "a la vista de los datos que manejamos en la actualidad, cuando restan al menos tres semanas más de epidemia, nos podríamos acercar a los 17.000". No en vano, de los 5.200 afectados por la gripe desde octubre, que es cuando se marca el inicio de la temporada, "más de 3.000 se han registrado en las últimas dos semanas, lo que demuestra la intensidad del virus".

La saturación de los servicios de Urgencias y los hospitales en la primera quincena del año fue la consecuencia de la onda epidémica que empezó a despegar "antes de lo previsto, en plenas Navidades, coincidiendo con las fiestas y las plantillas sanitarias mermadas por las vacaciones", señala. Esas circunstancias, sumadas a esa velocidad con la que se extendió, agravó la presión asistencial tanto en Cantabria como en el resto de las comunidades azotadas por la llegada repentina de la epidemia. "Por más que se espere, el virus que nos visita cada año tiene una personalidad diferente, unas características específicas".

Este año el protagonista está siendo el subtipo H3N2 (incluido dentro de la variante de gripe A). "Estaba previsto que fuera así, y por eso se incluyó en la composición de la vacuna". Pero aún así, subraya, "la gripe nos da ciertas sorpresas". Viloria recuerda la temporada "atípica" de 2009-2010, la de la pandemia de gripe A, que brotó "en pleno verano, fuera de las temporadas ordinarias, con un tipo de virus diferente, lo que supuso un riesgo importante para la salud". Nada que ver con la situación actual. "Desde 2010 nos enfrentamos a virus que ya conocemos", apunta, pero "el problema ha sido la aparición temprana", con un mes de antelación respecto a años anteriores y coincidiendo con otros virus propios de la época invernal, y un estallido "acelerado".

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