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Los apicultores cántabros tendrán a partir de este año dos períodos para eliminar avispas asiáticas.
Cantabria permitirá el trampeo de reinas para frenar la expansión de la avispa asiática

Cantabria permitirá el trampeo de reinas para frenar la expansión de la avispa asiática

La nueva medida del protocolo regional de vigilancia y control de la vespa velutina se pondrá en marcha en marzo, coincidiendo con la época en la que esta especie invasora finaliza su período de hibernación

Víctor Puente

Viernes, 27 de enero 2017, 07:13

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Se aproxima una nueva batalla en los colmenares cántabros. La avispa asiática aprovecha estos meses de hibernación, de noviembre a marzo, para reorganizar sus tropas. Están deseando terminar su período de reproducción para volver a asesinar a plena luz del día. Pero lo que no se imagina ninguno de los ejemplares de avispa velutina que afila sus aguijones en la sombra mientras transcurre el frío invierno es que esta vez sus víctimas, las abejas europeas que viven atemorizadas desde 2013 dentro sus colmenas, han conseguido un nuevo aliado en Cantabria.

Los apicultores autóctonos, asqueados de ver cómo sus abejas morían aniquiladas por el aguijón asiático o de hambre porque el miedo nos les dejaba salir a por néctar, han logrado convencer al Gobierno de Cantabria para que aumente su ayude en la lucha contra la avispa asiática.

En la última reunión que mantuvieron apicultores y técnicos de la Consejería de Medio Rural este mes de enero, los primeros no pidieron ni dinero ni medios a los segundos. Solo querían carta blanca para imitar a sus homólogos franceses: jaque a la reina.

"Es más eficaz matar a las avispas reinas antes de que sean fecundadas. Se trata de evitar la aparición de muchos más ejemplares para que cada vez luchemos contra un ejército más pequeño".

Esta es la explicación, inspirada en el protocolo francés, que le vinieron a dar los apicultores cántabros en aquel encuentro a Antonio Lucio. El director general de Medio Natural no dudó ni un instante en tomar cartas en el asunto. Su primera medida ha sido actualizar el protocolo de vigilancia y control de la vespa velutina que existe en Cantabria desde enero de 2015. La principal novedad es que los apicultores podrán colocar trampas para acabar con las reinas.

Hasta ahora solo estaba está permitida la colocación de trampas desde que se comienzan a detectar ataques de avispa asiática al colmenar (no antes de junio) hasta octubre. Cinco meses en los que el apicultor puede defender sus colmenas siempre y cuando consiga la pertinente autorización del Gobierno de Cantabria.

Pero este año la estrategia cambia. Habrá una segunda época de trampeo, entre marzo y abril, que es cuando las reinas están recién salidas de su letargo y poder así capturar a los únicos ejemplares de esta especie que son fértiles y se encargan de repoblar la especie con avispas obreras (un 80%) y reinas (20%).

Además, el Gobierno agilizará los procesos burocráticos y los apicultores no tendrán que pedir una autorización a la administración cada vez que quieran instalar sistemas de trampeo en sus fincas.

A lo único a lo que estarán atados de pies y manos por la administración será el método a utilizar. Será la Consejería la que determine el modelo de trampa y el líquido atrayente que los apicultores puedan utilizar. No valdrá todo.

El nuevo documento establece el número de trampas que cada apicultor puede colocar. Una por cada diez colmenas; dos hasta 25; tres por cada 50, y cuatro con más de 50 colmenas.

"Hemos considerado oportuno incluir estas modificaciones porque nos lo habían pedido los apicultores y creemos que serán positivas para frenar la expansión de esta especie invasora", consideran desde la Consejería de Medio Natural.

El servicio de emergencias del 112 recibió el año pasado más de 2.000 avisos y tuvo que retirar más de 1.300 nidos. La idea de esta nueva estrategia de muerte selectiva es que este año estas cifras se reduzcan de manera considerable. "Sabemos que no es la panacea pero hasta que alguien dé con la fórmula mágica tendré que ir dando pequeños pasos para frenar su expansión, y que sus efectos sean los menos dañinos sobre el entorno en el que se asientan.

"Se trata de un proceso de largo recorrido y ahora nos toca convivir con ellas. Los franceses son los que llevan más tiempo luchando contra ellas y nos han conseguido erradicarlas", explica Lucio, quien confía en que este nuevo protocolo ayude a "minimizar los posibles daños a personas y reducir en lo posible el impacto de la vespa velutina en el rendimiento de las explotaciones apícolas de la región".

Aunque el nuevo protocolo tiene todas las papeletas para ver la luz en marzo, los apicultores cántabros tienen hasta el próximo 31 de enero para aportar al documento todas las sugerencias que consideren oportunas con el fin de mejorar el protocolo. En febrero volverán a verse las caras con los responsables de la Consejería y se dará el visto bueno definitivo a la nueva táctica de combate con la que las abejas quieren sorprender a su enemigo.

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