"Nos sentimos engañados y estafados, no pintamos nada para los políticos"

"Terminé la carrera el año pasado es graduada en Magisterio en Educación Infantil por la Universidad de Cantabria y decidí no buscar trabajo para dedicarme en exclusiva a preparar las oposiciones, sabiendo que se iban a realizar este año", relata con la sensación de que todo el esfuerzo invertido desde octubre "no vale para nada". "Me siento engañada y estafada. Ya sabíamos que no pintábamos nada para los políticos, pues ahora menos todavía. Están jugando con nuestra ilusión y nuestra vocación", dice.

Terán extiende su crítica y amplia el número de damnificados por la decisión. "Los políticos no piensan en nadie, no sólo en los opositores, tampoco en los niños que asisten a clase ni en el sistema educativo, ya que los proyectos de muchos centros se ven afectados por la alta tasa de interinidad que existe".

La joven centra la mayor parte de la responsabilidad del

aplazamiento en el Gobierno central, que "ha utilizado las

oposiciones para presionar al resto de partidos políticos para aprobar los presupuestos", aunque no exime de parte de culpa a las comunidades autónomas. Eso sí, llegada la batalla política al punto sin retorno actual, considera que "es mejor posponer las pruebas que hacerlas y que luego las decreten ilegales si las impugna Hacienda".

¿Y ahora qué hacemos? Esa es la gran pregunta que se hacen los opositores, que después de cerrar un periodo de incertidumbre se enfrentan ahora a otro mayor. "Yo voy acabar el curso que estoy haciendo en la Academia Códice para dejar cerrado el programa. Y a partir de junio seguiré estudiando con menos intensidad para no perder el hábito y buscaré trabajo de los que sea mientras se conoce cuándo se celebrarán las oposiciones", explica Elisa Terán, que pide que las pruebas se realicen el próximo año. "Si se hacen en 2018, puedes aprovechar algo del trabajo realizado este año, sería un mal menor, pero si es en 2019...".

Incertidumbre

Este también es el deseo de Jaione González, aunque ve "prácticamente inviable" que se puedan realizar en 2018 las aplazadas oposiciones al cuerpo de maestros y las de profesores de Secundaria previstas por calendario "por la coordinación y los grandes recursos a los que obliga hacer dos pruebas de este tipo al mismo tiempo". En cualquier caso, solicita a la Mesa Sectorial de Educación que decida "lo más rápido posible", porque si se realizan en 2018 "puedes convertir en positiva la decepción actual y pensar que, al menos, te va a dar tiempo a prepararlas mejor, pero si es en 2019 es un plazo muy largo para seguir posponiendo cosas de tu vida".

Y es que, como relata esta graduada en Educación Infantil en la UC, "la gente deja de trabajar para preparar una oposición, realiza un esfuerzo económico y personal tremendo para después encontrarse con esta decisión, que es fruto de la actitud vergonzosa de unos políticos que juegan con la Educación para presionarse unos a otros. Las personas no les importan para nada, para ellos sólo somos un número más".

González, de 37 años, reconoce sentirse "muy desprotegida" tras confirmarse el aplazamiento de unas oposiciones que preparaba desde septiembre. No quiere cargar toda la responsabilidad al consejero de Educación del Gobierno cántabro, Ramón Ruiz, pero sí le acusa de falsas promesas. "No puede asegurar que se van a hacer las oposiciones si no tiene realmente unas garantías jurídicas que no traicionen sus palabras", reflexiona. Aunque llegados a este punto, entiende que Cantabria no quiera convocarlas por el "tremendo efecto llamada que se podría producir", opinión que comparte Felipe Manteca. "Hubiera habido una avalancha de opositores de toda España", asegura este aspirante a ocupar una de las plazas fijas de profesor de Educación Física, que considera que Cantabria se ha visto "maniatada" desde la amenaza del Ministerio de Hacienda.

A Manteca, de 31 años, la decisión final no le causa "mucha sorpresa viendo lo que ha estado pasando en las últimas semanas, pero eso no le resta gravedad al tema, porque llevo todo el curso estudiando e invirtiendo mi tiempo y dinero", denuncia. Por ello, exige una "decisión coordinada" entre todas las comunidades autónomas a la hora de elegir el año en que se convoquen las oposiciones aplazadas, una forma de actuar que "ahora ha brillado por su ausencia y que evitaría el temido efecto llamada".