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Sobresalientes en investigación

Sobresalientes en investigación

Cuatro científicos analizan las claves que sustentan el prestigio de la Universidad de Cantabria en un ámbito convertido en seña de identidad

José María Gutiérrez

Jueves, 13 de abril 2017, 08:42

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La Universidad de Cantabria, por tamaño, es la 44ª del sistema universitario español tiene 12.500 alumnos, 670 profesores a tiempo completo y 600 empleados de administración y servicios y es emblema educativo de una comunidad autónoma que, demográficamente, representa poco más del 1% de la población del país. Sin embargo, desde hace años ocupa destacadas posiciones en diferentes rankings realizados por organismos oficiales, sobre todo en el ámbito de la investigación, su principal seña de identidad, donde se ha forjado un prestigio reconocido a nivel nacional e incluso internacional.

Uno de los últimos dados a conocer, el de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, que analiza año tras año las fortalezas y debilidades de más de sesenta universidades españolas, públicas y privadas, pone de manifiesto que la UC es el centro que acumuló más indicadores de alto rendimiento en investigación durante 2016, liderando este ámbito por segundo año consecutivo.

Este estudio, uno de los tres más relevantes de España en el ámbito universitario, se une a otros anteriores que colocan a la institución que dirige Ángel Pazos como la tercera mejor de España por captación de recursos en contratos de I+D por profesor, en la quinta por el impacto mundial de las publicaciones de sus investigadores y en la octava por el grado de excelencia de las mismas.

Unos indicadores que se apoyan en realidades, como la que demuestra que durante los últimos años la Universidad de Cantabria capta entre un 21 y un 30% de su presupuesto a través de la investigación, cuando la media nacional se sitúa en el 14%. Una obtención de recursos propios que, por otra parte, permite a la UC la contratación de 400 investigadores sin cargo a la aportación económica del Gobierno regional al presupuesto general de la institución.

En 2015, último año del que se tienen datos globales oficiales, la UC obtuvo por ejemplo 28,4 millones de euros de esta manera: 12,3 procedentes de la investigación contratada y otros 16 de la competitiva, aquella que se obtiene a partir de las convocatorias públicas regionales, nacionales o internacionales en competencia con otros grupos. De ellos, 5,4 millones fueron logrados en convocatorias de la Unión Europea, donde los expertos sitúan las opciones de crecimiento futuro ante los recortes estatales que ha sufrido durante la crisis la financiación de la I+D+i española, que apenas ha repuntado un poco en los últimos Presupuestos Generales.

Así, en este contexto, con sus reducidas dimensiones y limitados recursos, ¿en qué se basa que la UC pueda plantar cara en el ámbito investigador a campus españoles más poderosos? "En la colaboración multidisciplinar, en la capacidad para atraer investigadores, cuidarles y apoyarles, en la creación de diferentes institutos, en la internacionalización de sus proyectos, en la priorización de áreas...". Son las respuestas que ofrecen cuatro miembros de la familia investigadora de la UC, personas que no ocupan titulares ni son reconocidos por la calle, pero que sostienen las tres iniciales (I+D+i) que están detrás de todo crecimiento económico: investigación, desarrollo e innovación.

Benedicto Crespo, catedrático acreditado de Medicina desde 2001, director del grupo de Psiquiatría en el Instituto de Investigación de Valdecilla (Idival);Xabier Barcons, astrónomo, investigador del IFCA Instituto en cuya fundación participó en 1995 y del que fue primer director y presidente del Consejo del Observatorio Europeo Austral;Íñigo Losada, catedrático de Ingeniería Hidráulica y director de investigación del IH;y Margarita Serna, catedrática de Historia del Derecho y autora de numerosos estudios en el ámbito de las Ciencias Sociales y Jurídicas, ponen voz y cara al trabajo que desarrollan los 160 grupos de investigación vinculados a la UC, enmarcados en 32 departamentos y cuatro institutos: el de Hidráulica (IH), el de Física (IFCA), el de Biomedicina y Biotecnología (Ibbtec) y el de Investigaciones Prehistóricas (IIIPC).

Xavier Barcons Investigador del Instituto de Física (IFCA)

El astrónomo Xavier Barcons, que desde 1995 ha crecido profesionalmente en torno al Instituto de Física (IFCA) desarrollando una trayectoria que le ha llevado a presidir el Consejo del Observatorio Europeo Austral, cargo que asumirá en septiembre, tiene claras las claves que sustentan la consolidada resonancia de la UC en el ámbito investigador, aunque algunas no sean populares. "Una de ellas es mojarse cuando toca, establecer prioridades. En organismos como las universidades donde los recursos para la investigación son escasos, lo que no se puede hacer es repartirlos a escote, utilizando el café para todos, porque ésa es la receta segura para el fracaso. Y los equipos rectorales de la UC siempre han estado dispuestos a priorizar áreas donde las perspectivas de desarrollar con éxito una actividad investigadora importante eran factibles. Cuando sales bien parado te alegras, y cuando no, pues te escuece, pero a largo plazo siempre revierte de forma positiva".

Barcons considera que otra de las claves ha venido asociada a la propia juventud de la UC como institución, con "una plantilla de profesores e investigadores que ha ido creciendo en una época en la que España se estaba asomando a la investigación internacional, muchos de los cuales se han sumado a la tendencia que había de internacionalizar la investigación".

Un ejemplo de este crecimiento es el IFCA, centro mixto de la UC y el CSIC orientado a la investigación en ciencias básicas, desde las partículas elementales a las estructuras más grandes del Universo (Astronomía y Ciencia del Espacio), del que Barcons fue su primer director entre 1995 y 1999. "El IFCA es muy rentable para Cantabria, no sólo en cuanto a imagen y logros en investigación, sno económicamente", expone Barcons, que relata cómo el centro se ha convertido en "una antena" para captar financiación externa, que supone el 50% de su presupuesto, lo que, en medio del temporal de recortes, les ha permitido mantener las principales líneas de investigación.

Defiende Barcons que, al margen de actividad y resultados, los científicos generan "tecnología, cultura y economía", lo que "demuestra que invertir en investigación es rentable también a medio plazo". Así, pone como ejemplo estudios que demuestran que "la actividad económica indirecta e inducida que genera la inversión en ciencia es brutal, muy superior a lo invertido". Y con ese dinero, añade, "Hacienda recauda impuestos, con los que se pueden pagar las pensiones, la sanidad pública...".

Íñigo Losada Investigador del Instituto de Hidráulica (IH)

El director de investigación del Instituto de Hidráulica Ambiental (IH), Íñigo Losada, valora cómo la Universidad de Cantabria "cuida" la investigación "cuidando a sus investigadores. Ha logrado que en una serie de áreas concretas converjan una serie de personas que, con el paso del tiempo, ha conseguido mantener y potenciar, sobre todo mediante la creación de algunas iniciativas que han sido fundamentales: los institutos, la plantilla de investigadores, las incorporaciones de premios nacionales a través de proyectos específicos...", explica.

El IH celebra su décimo aniversario convertido en el mayor referente de la ciencia de Cantabria, una década en la que ha llevado a cabo en todo el mundo cerca de un millar de proyectos basados en la innovación y la sostenibilidad, en la que ha captado 80 millones de euros y en la que ha generado 142 empleos directos. Así, como resultado de la labor investigativa, se ha contribuido a hacer frente a algunos de los desafíos del momento. "La investigación en los últimos quince años se ha orientado muchísimo a responder a los retos y necesidades de la sociedad, lo cual favorece que haya muchas convocatorias competitivas que tengan una orientación clara de aplicación a retos;y, además, en el IH hemos tenido siempre una vocación muy importante de intentar resolver o buscar soluciones a problemas reales, en este caso vinculados a la sostenibilidad. Siempre hemos intentado que esa investigación que estábamos haciendo de carácter más básico, tuviese una aplicación concreta, y la mejor forma de hacerlo es con empresas y administraciones públicas", relata Losada.

El catedrático de Ingeniería Hidráulica destaca que la inversión en investigación "reporta mucho más" de lo que se invierte. "Supone potenciar el conocimiento, tener la capacidad de generar una economía alrededor de ese conocimiento, ya sea exportándolo o resolviendo problemas reales que lo que hacen es cambiar el modelo económico".

Por ello, Losada lamenta los recortes sistemáticos que sufre la financiación de la actividad investigadora por parte del Gobierno estatal. "Sólo hay que ver cuánto destinan a investigación las sociedades avanzadas y cuánto destina España. Entiendo que la prioridad es dar cobertura a las necesidades inmediatas en términos de salud, vivienda..., pero es una visión excesivamente cortoplacista, porque construir sobre la economía del conocimiento nos lleva a la innovación, a la generación de empleo...".

Margarita Serna Investigadora de la Facultad de Derecho

Margarita Serna, catedrática de Historia del Derecho y de las Instituciones de la Universidad de Cantabria,pone cara a esa otra vertiente de la investigación, la que se desarrolla en el terreno de las Humanidades y las Ciencias Sociales y Jurídicas, donde los resultados no son inmediatos y, habitualmente, tienen menos visibilidad. "Hay disciplinas que, con elementos tangibles, demuestran que la investigación transfiere y genera economía o empleo, pero hay otras que necesitan más tiempo, que requieren muchos pasos hasta que se puede convertir en investigación aplicada y, muchas veces, lo que conducen es a nuevo conocimiento", reflexiona. Un nuevo conocimiento que, más allá de resultados, "deja un sustrato" sobre el que se construye la búsqueda de soluciones para afrontar "retos" del día a día.

Una situación que afecta tanto a la investigación básica como a la que se realiza específicamente en el campo de las Humanidades. "Probablemente nosotros tendríamos que hacer un esfuerzo por dar a conocer nuestras investigaciones más allá de la UC", admite.

Serna vincula el "bien ganado" prestigio de la UC en el ámbito investigador en dos pilares. El primero es el nivel de la comunidad científica: "Aquí hay investigadores de los mejores, a nivel nacional e internacional, cosa que no ocurre en muchas universidades grandes y menos en las de dimensiones similares a la nuestra". El segundo es que, aún con limitaciones, la UC "sí que presta apoyo a los investigadores". Y cita, como ejemplo, dos servicios sin los cuales "no hubiera podido desarrollar mi trabajo": el "excepcional" Servicio de Gestión de la Investigación, encargado de la gestión administrativa de la I+D+i, y el de Préstamo Interbibliotecario.

La ganadora del Premio Nacional de Investigación en Temas Marítimos Rafael González Echegaray, Serna defiende que el actual contexto de recortes se combate "con la ilusión con la que trabajamos" y "agudizando el ingenio para cubrir las carencias", aunque no oculta su preocupación. "El problema no sólo es la financiación para realizar investigaciones; también para formar nuevos investigadores, que no se hace ni en quince días ni en cuatro años", señala. "Este es uno de los retos pendientes", advierte.

Serna forma parte, además, de la Comisión de Ética de la Investigación de la UC y preside el Comité de Ética en el campo de las Humanidades. "No es lo habitual que se cometan engaños o haya conductas poco éticas, pero es un riesgo que hay que vigilar", explica.

Benedicto Crespo-Facorro Investigador del Idival

El tamaño pequeño de una universidad puede ser un obstáculo en algunos aspectos, pero uno de los beneficios es que permite un contacto más estrecho de los grupos de investigación que da lugar a colaboraciones multidisciplinares que tienen mucho más impacto", destaca Benedicto Crespo-Facorro. Profesor de la Universidad de Cantabria, director del grupo de Psiquiatría del Idival y máximo responsable del Programa Asistencial de las Fases Iniciales de Psicosis de Valdecilla, su trabajo es un ejemplo de colaboración, en este caso en el área biomédica, entre el hospital, el Instituto de Biomedicina y Biotecnología (Ibbtec) y la Facultad de Medicina. "Es un modelo en el que integramos asistencia clínica con investigación de primer nivel y trasferencia de datos a la sociedad y a la docencia", declara.

Crespo-Facorro lamenta que este modelo que fomentan la UC e Idival no tenga extensión al ámbito sanitario de Cantabria, en el que "no existen políticas claras que apuesten por un modelo integrador donde la asistencia, la investigación y la docencia sean un bloque".

Que sea posible depende de que los responsables de las instituciones "quieran hacer una apuesta de futuro. Si apostamos por investigación", razona Crespo-Facorro, "se pierden horas de asistencia, pero estamos invirtiendo en que en el futuro seremos capaces de ahorrar las necesidades de la sociedad a nivel asistencial, con lo cual el beneficio está claro".

El científico fundamenta el prestigio investigador de la UCen dos pilares. La "política de recursos humanos; contar con investigadores con capacidad de desarrollar investigaciones de alto impacto y de crear grupos en los cuales jóvenes con talento pueden desarrollar todas sus capacidades", es uno de ellos. El grupo de investigación que dirige, especializado en el conocimiento de las bases biológicas asociadas a la esquizofrenia, ha desarrollado estudios de primer nivel mundial, como el que demostró que la enfermedad no viene determinada por el ADN.

La segunda razón es "la promoción de la internacionalización" de los investigadores que realiza la UC, "fundamental para la calidad de los trabajos y la excelencia de los logros o metas que se pueden plantear". Precisamente es en la internacionalización donde Crespo-Facorro vincula el crecimiento futuro de la investigación en la UC, a corto y medio plazo, en la capacidad para captar fondos provenientes de la UE. "Es el único camino, las grandes financiaciones tienen que venir de Europa, aquí esta la clave".

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