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El potrillo de la especie Przewalski, pegado a su madre , ‘Jerezana’, en el Zoo de Santillana.
Un potrillo de la era cuaternaria

Un potrillo de la era cuaternaria

Nace en el Zoo de Santillana un ejemplar de Caballo de Przewalski, especie desaparecida de la Península hace miles de años y hoy en riesgo de extinción

DM

Viernes, 12 de mayo 2017, 15:31

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Un potrillo muy especial ha nacido en el Zoo de Santillana. ¿Qué lo convierte en singular y valioso? Es un Caballo de Przewalski. El último ejemplar en libertad fue visto en 1969. Pero esta especie en alto riesgo de extinción existía ya en los zoológicos, que tras muchos años de esfuerzo para la reproducción en cautividad, comenzaron con la reintroducción de ejemplares en los últimos lugares donde vivieron en estado salvaje. Gracias a este programa de cría e inserción, ahora estos caballos viven y se reproducen en tres reservas de Mongolia.

El pasado 8 de mayo, a las 8.45 de la mañana, Oliver, de 15 años de edad, y su pareja Jerezana, de 8 años, se convirtieron en padres en el Zoo de Santillana, tras un parto rápido. El nacido, un potrillo de patas largas que aún no tiene nombre, es de la especie Caballo de Przewalski, similar a los que poblaron esos mismos prados durante el periodo Magdaleniense. Convivieron con los hombres y mujeres que poblaron las cuevas de Altamira y otras cuevas del norte de España, donde los representaron en sus pinturas rupestres.

Hace miles de años que esta especie dejó de habitar por estos prados, hasta que hace 14 años llegaron a Santillana desde el Zoo de Karlsruhe (Alemania) dos machos jóvenes. En 2015, el comité científico de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) destinó uno de esos machos al Zoobotánico de Jerez, y en su lugar asignó a Santillana una hembra que llegó del Safari de Peaugres (Francia), para que se reprodujera en el Zoo.

Carácter muy nervioso

Aunque los signos de preñez de Jerezana eran evidentes, «en estos animales de carácter muy nervioso y violento no se pueden realizar las ecografías que se hacen sin dificultad en los caballos domésticos, lo que ha mantenido la tensión a la espera del nacimiento», señalan desde el Zoo.

Nada más nacer el potro su padre se acercó a olisquearlo y Jerezana «se lo agradeció lanzándole una coz para que comprendiera que su parte, a partir de ese momento, es defenderlo, pero no entrometerse en su cuidado que es sólo de su incumbencia».

Repartidos en zoológicos de todo el mundo, hay en la actualidad 188 machos de Caballo de Przewalski, 315 hembras y un número indeterminado de nuevos potrillos.

Hace 16 años que el Zoo de Santillana, que cumple ahora 40, comenzó con el proyecto Parque Cuaternario: una zona distante tan sólo un kilómetro de las Cuevas de Altamira en donde habitan los descendientes de aquellas especies animales que convivieron y fueron cazadas por aquellos pobladores.

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