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Representantes del grupo de trabajo del Norte, en el centro coordinador del 061.
"La atención sanitaria ante una catástrofe genera problemas de difícil solución"

"La atención sanitaria ante una catástrofe genera problemas de difícil solución"

Responsables de emergencias de las comunidades del Norte se reúnen en Santander para intercambiar experiencias y coordinar operativos limítrofes

Ana Rosa García

Viernes, 16 de junio 2017, 07:52

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Cómo organizar un operativo sanitario de emergencia cuando se parte de un número desproporcionado de víctimas respecto a los recursos disponibles. La respuesta a este planteamiento, «a la orden del día» por una actualidad internacional marcada por atentados multitudinarios (Niza, Berlín, Bruselas, Londres, Manchester...), es el cometido del grupo de trabajo en incidentes con múltiples víctimas (IMV) y catástrofes de las comunidades del Norte de España, que ayer celebró en Santander una de sus dos reuniones anuales para intercambiar experiencias y coordinar operativos en zonas limítrofes.

«Tenemos que estar preparados para lo que pueda ocurrir, aunque eso no quiere decir que antes no lo estuviéramos. Esto es algo que siempre nos ha preocupado», señala Ángel Emilio Fernández, coordinador de Enfermería del 061 del Servicio Cántabro de Salud (SCS). Él es uno de los integrantes de este grupo creado en 2008, del que hoy forman parte también Aragón, Asturias, Castilla y León, País Vasco, Galicia, La Rioja, Navarra y Cataluña, cuyo objetivo es «compartir el conocimiento y las ideas para encontrar soluciones a problemas comunes».

Ayer, sus coordinadores y responsables de emergencias con Baleares como comunidad invitada se dieron cita en la sede del centro coordinador del 061 (Nueva Montaña), que atiende más de 300.000 llamadas al año. A su llegada fueron recibidos por el gerente de Atención Primaria,Alejandro Rojo, y la subdirectora médica Adelia Gallastegui, quien destacó que «la atención en este tipo de sucesos requiere de control, organización y coordinación, puesto que su gestión genera problemas a veces de difícil solución; al ser incidentes poco frecuentes, es complicado estar preparados para todas las variables». Por eso, se analizan experiencias reales para revisar procedimientos acordados y, «entre todos, garantizar la atención más adecuada en estas situaciones». Galicia, por ejemplo, que ha sufrido varias tragedias ferroviarias, como la del Alvia que descarriló en la curva de Angrois en 2013, compartió en anteriores encuentros la organización del operativo de auxilio.

En Cantabria se activa el protocolo de Incidente con Múltiples Víctimas «a partir de los cuatro heridos graves, aunque la cifra varía en función de las comunidades». Así ocurrió en febrero de 2013, cuando el viaje en microbús organizado por un grupo de amigos para celebrar un cumpleaños acabó en tragedia cerca de Pesquera. En el siniestro perdió la vida una joven y resultaron heridos de diversa consideración los otros 24 pasajeros y el conductor.

En este tipo de circunstancias, explica Fernández, «tan importante es trabajar rápido con las víctimas, como identificarlas bien y actuar en un entorno seguro, para lo que se requiere una estrecha colaboración con las fuerzas del orden y protección civil. Por encima de la labor asistencial en el terreno, prima la coordinación del operativo y la clasificación de los heridos para saber cuáles requieren prioridad de evacuación y, sobre todo cuando se trata de zonas limítrofes, determinar el destino de traslado».

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