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Cantabria registró este curso nueve casos de acoso escolar entre compañeros

Cantabria registró este curso nueve casos de acoso escolar entre compañeros

Educación celebra el «muy buen clima» de convivencia que existe en los centros, con apenas una incidencia por cada 10.000 alumnos, pero alerta de la tendencia al alza en Primaria

José María Gutiérrez

Viernes, 23 de junio 2017, 07:04

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La Unidad de Convivencia de la Consejería de Educación ha constatado que, durante el presente curso, se han producido en Cantabria nueve casos de acoso escolar entre compañeros, uno menos que el año pasado, lo que certifica el «muy buen clima» que se vive en los centros de la región. «Es una cifra muy poco significativa si se tiene en cuenta que la comunidad educativa está formada por 94.000 alumnos apenas un caso por cada 10.400 estudiantes, pero cualquier incidencia que exista nos preocupa, por lo que se va a seguir intensificando el trabajo de prevención, detección y actuación», destacó ayer el consejero Ramón Ruiz antes de la reunión del Pleno del Observatorio de la Convivencia, en el que la Administración, los comités de directores, los sindicatos docentes y las asociaciones de padres FAPA y Concapa hicieron balance del curso que acaba o está a punto de finalizar.

Las claves

  • a tener en cuenta

  • 1

  • . Los nueve casos de acoso de este curso suponen uno menos que el pasado. Cinco se han producido en Primaria, dos en la ESO, uno en Bachillerato y otro en FP.

  • 2

  • . Han sido sufrido acoso tres alumnas y seis alumnos. El 72% de los casos se han producido en la enseñanza pública y el 28% en la concertada.

  • 3

  • . Se han abierto 119 expedientes disciplinarios, 16 más que el curso pasado, el 83% de ellos en la ESO, fundamentalmente en 2º y 3º curso.

La Unidad de Convivencia recibió a lo largo del curso 62 notificaciones, las mismas que el año pasado, y activó 46 protocolos de posibles situaciones de acoso escolar. Finalmente, tras su estudio, sólo se comprobó la existencia real en nueve de ellos. Para que se produzca una situación de acoso deben cumplirse simultáneamente tres criterios: intención de hacer daño, reiteración de conductas agresivas y duración en el tiempo de una situación de abuso de poder.

De esos nueve casos, cinco se han producido en la etapa de Primaria, dos en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), uno en Bachillerato y otro en Formación Profesional, lo que refleja un cambio de tendencia: mientras el acoso desciende en los institutos, crece en los colegios. Para comprobarlo, basta comparar estos datos con los del curso pasado, cuando se produjeron seis situaciones de acoso en Secundaria, tres en Primaria y una en las aulas de Educación de Adultos. «Hay una tendencia que nos preocupa y es el incremento de los casos de acoso en la Educación Primaria, donde el pasado año ya hubo un repunte. Lo que vamos a hacer es poner en marcha actuaciones más específicas», relata Ruiz.

Las causas suelen ser una diferencia o connotación física o una actitud más tímida de lo habitual, aunque, según detalló Mercedes Cruz, directora de la Unidad de Convivencia, cuando se cuestiona al alumnado acosado por las motivaciones que puede provocar esas situaciones «no son capaces de identificar un motivo concreto».

Respecto al género, han sido sufrido acoso tres alumnas y seis alumnos, y en cuanto al tipo de centro, el 72% se han producido en la enseñanza pública y el 28% en la concertada, «en paralelo al número de estudiantes que tiene cada una». Además, un 13% han sido casos de ciberacoso que se producen fuera del colegio o instituto.

Medidas «educativas»

Aunque en algún caso se decidió el cambio de centro del acosador, la mayor parte de medidas disciplinarias que se han tomado han sido educativas dentro del propio centro y con las familias, según explicó Ramón Ruiz. Primero porque se considera «lo más conveniente» al producirse en muchos casos en edades tempranas y también porque la convivencia dentro de una escuela es «corresponsabilidad» de todos. «Cuando hablamos de medidas educativas no sólo hablamos de trabajo directo con ese alumno acosador, sino también con el resto del aula y del centro, con medidas que afectan a la convivencia global, con la educación emocional, para saber responder ante situaciones conflictivas y no permanecer impasible ante una situación de acoso o violencia... El papel del observador es fundamental en estas situaciones», explica Cruz.

Además, se abrieron 119 expedientes disciplinarios a lo largo del curso, 16 más que el pasado, un 82% de ellos a alumnos y sólo un 18% a alumnas. La mayoría se concentraron en la ESO (el 73%) y fundamentalmente en 2º y 3º curso. Los expedientes se abren por acumulación de conductas y faltas contrarias a la convivencia, pero no están vinculados a un problema de acoso.

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