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Los paraguas se han dejado ver más de lo habitual en Santander durante agosto. Javier Cotera
Un agosto pasado por agua

Un agosto pasado por agua

El continuo desplazamiento del anticiclón ha sido el responsable de que en el interior de la región hiciese mejor tiempo que en la zona litoral

Rafa Torre Poo

Santander

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Miércoles, 6 de septiembre 2017, 10:41

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Ha sido el tema estrella de las conversaciones. «No hemos tenido verano. Ni en julio ni en agosto». Esa es la percepción que tienen buena parte de los cántabros y veraneantes que han visto como las nubes se han adueñado del cielo. Aunque esto, en parte, no es cierto. Al menos, no en toda la región. Para la Agencia Estatal de Meteorología, agosto ha sido «normal o cálido y ligeramente húmedo».

La percepción cambia en función del lugar de la geografía regional que se analice. En Reinosa han usado más las gafas de sol que en Santander. Ha hecho mejor tiempo. Y tiene una explicación. La Aemet cree que se ha debido «al continuo desplazamiento del anticiclón», siempre de sur a norte, que ha propicidado «distintas situaciones atmosféricas que han dejado nubosidad, precipitaciones y tormentas que han afectado en menor medida a Liébana y Campoo».

Durante agosto ha habido tres periodos bien diferenciados en los que, en el litoral, el gris ha sido el color predominante. Solo en los diez primeros días se recogió «la mitad de la lluvia que se espera en agosto». Además, explica la Aemet en un comunicado, las temperaturas estuvieron por debajo de los valores normales «con máximas en torno a 20 grados centígrados y mínimas por debajo de 15».

Valores más destacados en agosto

  • Temperatura máxima más alta 38,3ºC el día 21 en Polientes.

  • Temperatura mínima más baja 2,3ºC el 12 en Nestares.

  • Máxima precipitación 54,4 mm(l/metro cuadrado) el día 30 en Ramales de la Victoria.

  • Racha máxima de viento 72 km/h el día 28 en Soba.

Durante la segunda decena, el anticiclón se movió menos y facilitó la llegada de una masa de aire cálido que elevó las temperatuas por encima de los 35º en las comarcas del Ebro; y por encima de 30º en el resto de la región, a excepción del litoral, donde no desaparecieron las lloviznas.

Tormentas y fuertes precipitaciones

La llegada de una masa de aire frío en las capas altas de la atmósfera provocó, en estas msimas fechas, los mayores periodos de inestabilidad. Chubascos tormentosos y lluvias intensas. En el observatorio que la Agencia Estatal de Meteorología tiene instalado en el Aeropuerto Seve Ballesteros de Parayas se registraron doce días con lluvias apreciables, «un valor ligeramente por encima de la media de otros meses de agosto». Aunque aún fueron peor, según los datos registrados, los de 1983 y 1996. También se contabilizaron 185 descargas de rayos en cinco días. Solo el pasado día 30, cayeron 140.

En cambio, si se analiza en conjunto los datos de horas de sol, en agosto hubo en Cantabria 188, tres más del promedio medio.

Las esperanza de que septiembre arreglase el verano se ha disipado. Habitualmente, al menos durante los últimos años, la climatología era más estable, las horas de sol aumentaban y las temperaturas eran agradables. Esto propiciaba la sensación de que el verano se prolongaba. Aunque este no será así, según ha explicado en este periódico recientemente José Luis Arteche, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología. Las temperaturas estarán entre uno y tres grados por debajo de lo que es normal. «Serán un poco frescas -incide-, pero dentro de la tendencia general que se vivirá en toda España». Un septiembre, por tanto, fresco y también lluvioso.

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