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Teodoro San José | María de las Cuevas
Santander
Jueves, 10 de mayo 2018, 07:11
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Con la punta del bocarte a las puertas de casa –ayer a pocas millas frente a Santander– y con toda la flota de cerco del Cantábrico tras él, las principales lonjas de la región han vivido un miércoles de una actividad pocas veces vista en sus instalaciones. En Laredo, por ejemplo, ayer subastaron más de 320.000 kilos de bocarte, que para aquella cofradía es récord de venta en un día desde que en 2013 se reabrió la instalación; Santoña, mientras tanto, pasaban del medio millón de kilos (505.000), lo que gracias a la calidad que presentaba (de 32/36 'granos' en kilo) iba a dejar cerca del millón de euros en la subasta. En cualquier caso se trata de cifras sin cerrar porque anoche aún seguían haciendo balance. Y es que Solo entre estos dos puertos dieron servicio ayer a 130 barcos.
kilos de bocarte entraron ayer contando solamente las lonjas de Santoña y Laredo.
«Para nosotros está siendo una semana histórica, que no se ha visto por aquí en varias décadas, de cantidad, calidad y precio», afirma Miguel Fernández, patrón mayor de Santoña mientras manejaba las cifras provisionales de estos tres días de faena con el bocarte: 1.250.000 de kilos (ayer a una media de dos euros el kilo en primera subasta) y entorno a los dos millones de euros de facturación, sin olvidar, dice, «que hoy ha sido de una calidad excelente, muy buena», en referencia a que los barcos pusieron en lonja bocarte de 32/36 piezas, «el mejor en lo que va de costera, con creces».
En parecidos términos se expresaba César Nates, patrón mayor de la Cofradía de Laredo, quien destacaba «la buena calidad» del bocarte que entró en su lonja, «y la cantidad que nos entró. Para nosotros ha sido día récord de anchoa descargada en un día», afirmó. Fueron 320.000 kilos en total, también a una media de dos euros el kilo.
Tal cantidad de bocarte ha movido a los patrones mayores a poner bandera para que tras la subasta de hoy los barcos no vuelvan a salir a faenar hasta el lunes. Se trata de una medida con el que tratan de regular el consumo del cupo de capturas y, al tiempo, de no inundar el mercado con mucho.
Miguel Fernández | Patrón mayor de Santoña
Buena parte del bocarte que entró el martes –algo más pequeño, de 38 'granos' de media– se lo llevaron las conserveras. «Ya lo estábamos esperando, después de meses de pescado pequeño ha entrado un tamaño bueno y alta calidad para empezar a comprar, que madure y salgan buenas latas», explicó Juan Valle, de Conservas Arlequín, de Santoña. Del bocarte de ayer también se llevaron un buen bocado.
Del que se compró y destinó a fresco el martes, llegó ayer a las plazas de abasto de toda la región. En la Plaza de la Esperanza de Santander, lo hizo con cierta discreción y a un precio que fluctuaba de un puesto a otro, desde los 2,50 euros el kilo a los 6,80. La diferencia –según explicaron los encargados de los puestos más caros– radicaba en «la frescura y la calidad del bocarte». Esta especie ya había hecho aparición en la plaza santanderina tres semanas antes, pero a un precio «más caro y de peor calidad, porque había mucha menos oferta».
«Yo me lo llevé hace seis días a tres euros y pico. Hoy que está más barato no me llevo bocarte porque no me apetece, aunque tiene mejor pinta», señalaba Amelia Sota ante uno de los mostradores, con quien coincidió otro comprador, Antonio Hernández, quien aseguró que «la pasada semana no estaba igual, se notaba menos fresco».
«Donde realmente se nota la calidad del bocarte es en el sabor, cuando es de Cantabria no tiene nada que ver con otros, sabe mucho más», aseguró Ramona González. «El bocarte está terso y bonito», animaba Carmen, del puesto Larzabal, a los clientes a comprar. «Mira qué buena vitola tiene. Lo tengo de buena calidad y llega gordo». «Nuestros clientes saben que el precio que damos es muy bueno en relación con la calidad y que solo vendemos producto fresco y etiquetado, comprando poco y para el día», aseguró la vendedora.
César Nates | Patrón mayor de Laredo
«No todo el bocarte que entra es de igual calidad, depende de cómo lo trabaje cada barco», explicó Emilio Costas, de Pescados Costas. Cada barco cuidan el pescado de una manera. «Influye mucho si se mata el pescado a hielo, si hay hielo abundante en las cajas o si viene entera la pieza», aseguró. En su puesto, las 60 cajas compradas el día anterior se vendieron a lo largo de la mañana y volvieron a media mañana a la lonja, a por más bocarte fresco. «Han dado aviso de que habrá más descargas y voy para Colindres a comprar», dijo Emilio.
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