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Uno de los peregrinos, esta mañana en la estación de autobuses de Santander.

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Uno de los peregrinos, esta mañana en la estación de autobuses de Santander. Daniel Pedriza

475 cántabros se van de peregrinación a Lourdes

El obispo de Santander participa en esta expedición anual, en la que buena parte de los viajeros son enfermos que contarán con la atención de personal sanitario

DM .

Santander

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Lunes, 2 de abril 2018, 10:35

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Un total de 475 cántabros han partido esta mañana desde la estación de autobuses de Santander al Santuario de Lourdes en la peregrinación anual que organiza la Hospitalidad Diocesana, una expedición que celebra su edición número 48 y cuyo regreso está previsto el 6 de abril.

Entre los viajeros se encuentra, como es tradicional, el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge. Del total de peregrinos 105 están enfermos; otros 150 son miembros hospitalarios y también hay personal sanitario que acude de forma voluntaria. El resto (220) son peregrinos «de muy diversa condición y edad, aunque en estos últimos años están acudiendo muchos jóvenes», ha explicado Javier Almagro, delegado diocesano de la Hospitalidad de Lourdes.

Los peregrinos se trasladan al santuario de Lourdes en once autobuses, algunos de los cuales están preparados para transportar enfermos y discapacitados, ya que muchos tienen dificultad en moverse y reciben tratamiento diario médico. Por este motivo, también es tradicional que entre los peregrinos se encuentren médicos y enfermeras.

Igualmente, viajan las tradicionales 'Damas' y 'Camilleros' que forman parte permanente de la hospitalidad diocesana de Lourdes, que a lo largo del año también realizan otras actividades, como convivencias y visitas a enfermos.

Semanas antes de la peregrinación, miembros de la Hospitalidad acuden vestidos con sus atuendos a las puertas de las parroquias para solicitar ayuda económica de los fieles con el fin de sufragar el viaje a enfermos y personas necesitadas que no pueden costearse el viaje por falta de recursos. Para para muchos peregrinos, «ésta es la única salida al exterior que realizan en todo el año». Con estas ayudas también se pagan los materiales perecederos necesarios que se llevan en la peregrinación.

Días de convivencia

En un comunicado, el Obispado de Santander indica que el objetivo de la peregrinación es también el de facilitar a muchos enfermos cántabros «unos días de convivencia espiritual y fraternal en el Santuario de Lourdes», para lo cual los miembros de la Hospitalidad les dispensan todo tipo de cuidados.

«Las Damas y Camilleros de la Hospitalidad prestan un valioso servicio a los enfermos durante esos días. Ellos se hacen cargo de los cuidados de cada doliente y se responsabilizan de que cada tratamiento médico se cumpla como de costumbre», destaca el Obispado.

Igualmente, se encargan de las comidas, aseo, camas, transporte de sillas de ruedas o camillas. Además, estos días también sirven de descanso para los familiares de los enfermos. «Pero nuestro trabajo -precisa una de las 'damas'- no consiste sólo en atender a estas personas; nosotros les escuchamos, oímos sus inquietudes, compartimos nuestro tiempo, y esto les beneficia mucho».

La Hospitalidad también atiende a impedidos, tetraplégicos e incluso a los sometidos a tratamientos de diálisis. Además, en el grupo acuden médicos, enfermeros y hasta una ambulancia.

«Esta experiencia positiva y la convivencia con los miembros de la Hospitalidad, es la que anima a muchos enfermos a regresar después al Santuario todos los años», concluye el Obispado de Santander.

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