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Un bombero transporta al interior del hotel un ventilador para extraer los gases acumulados FOTOS: SANE Y ROBERTO RUIZ
Un complejo engranaje de 81 piezas

Un complejo engranaje de 81 piezas

Cantabria ·

Bomberos, agentes y sanitarios se coordinaron dentro de un 'Protocolo Especial para Múltiples Víctimas' basado en los accidentes de aviación

Daniel Martínez

Santander

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Viernes, 22 de septiembre 2017, 07:20

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Su nombre técnico es 'Protocolo Especial para Múltiples Víctimas'. Bajo ese apelativo, que deja pocas dudas sobre cuál es el momento adecuado para proceder a su activación, se recogen una serie de medidas que los servicios de emergencias y sanitarios deben seguir de manera coordinada a la hora de atender a los afectados de grandes sucesos. Este jueves, se puso en marcha cuando cerca de las 8.00 horas llegó a la sala del 112 Cantabria el aviso de que se había producido un escape de gas en un hotel de Isla. En ese instante comenzó a moverse la maquinaria. Los actores implicados -se movilizó a 81 personas entre sanitarios, bomberos, agentes de la Guardia Civil, de la Policía Local, psicólogos y trabajadores municipales de Arnuero- se pusieron a trabajar sobre el terreno y «todo funcionó».

«Este tipo de protocolos está pensado para accidentes de aviación. Lo que hemos hecho es revisarlo y adaptarlo para que sea útil a la hora de atender nuestras necesidades», explica Elías Bayarri, jefe de servicio de Protección Civil. Son muy pocas las ocasiones en las que se requiere su activación, pero cuando llegan, como ocurrió este jueves, todo el engranaje tiene que moverse con precisión.

  • Emergencias 112. Diez bomberos, un técnico de emergencia y cuatro atendiendo llamadas.

  • Servicio 061. 24 técnicos, enfermeros y médicos con cinco UVI móvil y dos ambulancias.

  • Cruz Roja. 15 profesionales estuvieron listos para prestar apoyo psicológico a los familiares.

  • Guardia Civil. Una docena de agentes de los puestos de Noja y Beranga.

  • Ayuntamiento de Arnuero. 15 personas entre sanitarios, Policía Local, Protección Civil y operarios.

El primer movimiento es inmediato. Casi un acto reflejo. Después de recibir la llamada de alerta y tras valorar el nivel de gravedad se movilizaron de forma consecutiva los recursos: la Guardia Civil, la Policía Local de Arnuero, los bomberos del parque autonómico más cercano y los sanitarios.

El siguiente en llegar fue el técnico de emergencias, una figura que aparece sólo en situaciones críticas: «Él se encarga de coordinar todo. Y desde el terreno es más fácil hacerlo. A pesar de su presencia, por las características del suceso, pronto se vio que la mayor parte de la actuación iba a ser sanitaria. Por eso recayó sobre médicos y enfermeros el peso de las decisiones. Se habla. De igual forma, ellos no podían poner un teléfono de información y lo hicimos nosotros. Lo importante es que lo haga el organismo que pueda dar el mejor servicio en cada momento».

Los bomberos comprobaron las posibles causas de la fuga -hicieron mediciones con el explosímetro en todo el hotel para rastrear el foco de monóxido de carbono- y terminaron de evacuar a los afectados junto con los agentes locales y de la Benemérita. Les llevaron hasta las ambulancias. Cinco UVI móviles (cada una cuenta con un médico, un enfermero y dos técnicos) que se utilizaron para trasladar a los heridos más graves y otras dos a los leves.

Aquellos que se encontraban bien, pero habían estado expuestos al gas y requerían de una análisis más exhaustivo en los hospitales, fueron trasladados en vehículos colectivos, también proporcionados por Sanidad. Y el Ayuntamiento llamó a sus operarios para que ayudaran a instalar un hospital de campaña, aunque finalmente no fue necesario.

Importancia de informar

La principal característica de este protocolo es que, aunque lo fundamental es la víctima, el segundo pensamiento de los profesionales es sus familias. A ellos hay que proporcionarles apoyo para mitigar el dolor -15 psicólogos de Cruz Roja se encargaron de ello y se habilitó una sala especial en el Hospital de Valdecilla- e información. No les pudo llegar de forma más directa: a través del teléfono que se facilitó por medio de la cuenta oficial de Twitter del 112, «la única que hay que seguir en este tipo de casos, porque abundan los bulos», pensando sobre todo en los familiares del grupo de malagueños. Al 942 31 94 00 llamaron 70 personas sólo en las primeras dos horas. Y había quien levantaba el auricular porque el plan de actuación también piensa en ello. Un técnico de sala y tres operarios se encargaron de esta misión, mientras el resto de la centralita seguía atendiendo avisos de toda Cantabria.

Este jueves, había ciudadanos extranjeros implicados. El protocolo lo contempla. Delegación del Gobierno lo comunica al Centro Nacional de Emergencias y éste a un diplomático de guardia. A la media hora, la embajada británica ya estaba cambiando mensajes con uno de los monitores. Junto a la puerta del hotel le pudo hablar del susto, de los heridos y de que, por lo menos en apariencia, el protocolo había funcionado.

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