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El accidente que ha implicado a varios vehículos en la A-8. DM

Abierta la A-8 tras el choque entre trece vehículos que obligó a cortarla en Sarón

Cantabria salvó una jornada complicada por el mal tiempo que dejó 55 incidencias por nieve, embolsamientos de tráfico en la A-67 y alguna salida de vía que no revistió gravedad

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Viernes, 1 de diciembre 2017

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Hasta trece vehículos –doce turismos y un camión de grandes dimensiones– se han visto implicados en el choque en cadena provocado esta tarde por el estado de la calzada tras una intensa granizada. El accidente múltiple ha provocado el corte de la A-8 a la altura de Sarón, donde la autovía ha tenido que ser evacuada, a pocos metros de la rotonda de Penagos, para poder abrirla al tráfico de nuevo. La vía ha quedado limpia pasadas las 9.30 de la noche. Pese a la magnitud del suceso, no ha habido que lamentar consecuencias graves. Nueve personas resultaron heridas leves, según el servicio de emergencias del 112, y si algunos de los implicados han sido trasladados al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ha sido únicamente por precaución. El accidente múltiple se produjo a la altura de Sarón y en sentido a Torrelavega. A pesar de ser una vía de mucho tránsito, la incidencia en el tráfico fue limitada, ya que tuvo lugar entre la vía de salida y de acceso de la carretera. Es decir, que los vehículos podían salir de la autovía, completar la rotonda de Sobarzo e incorporarse nuevamente a la A-8 tras recorrer poco más de un kilómetro por vías de un único carril por sentido.

La vía ha estado cortada en ese punto hasta las 9.30 horas, mientras los automóviles implicados en el choque fueron retirados de la calzada por las grúas . Los bomberos del Parque de Villacarriedo han colaborado en la retirada de los coches. No ha sido el único incidente de una intensa jornada de lluvia, frío y nieve que se ha cebado con las carreteras hasta el punto de provocar 55 incidencias.

El resto de incidencias no fueron relevantes más allá de varios vehículos atrapados en Santiurde de Reinosa y Valdeolea, alguna salida de vía sin gravedad en la A-67 y acumulaciones de nieve en distintos puntos de la red viaria que dificultaron la normal circulación. Porque una de las consecuencias más incómodas del frente polar que mantiene a Cantabria en alerta naranja por nevadas han sido los embolsamientos de tráfico. Cerca de 200 camiones aguardaron desde las ocho de la mañana en la Autovía de la Meseta (A-67) dispuestos en fila por la Guardia Civil a la espera de que las quitanieves limpiaran la zona alta del vial, que llegó a acumular hasta cinco centímetros de nieve desde el viaducto de Rioseco. Poco después, la prohibición se extendió a los autobuses y en los momentos más críticos solo pudieron circular los coches equipados con neumáticos de invierno, ya que el uso de cadenas está prohibido. Durante las horas centrales del día la situación se normalizó y ya por la noche, otra nevada obligó a cerrar de nuevo la vía para vehículos pesados.

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