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El precio de la nieve en Pozazal

El precio de la nieve en Pozazal

Los camioneros pierden unos 500 euros cada vez que son embolsados en Arenas de Iguña o Aguilar de Campoo y cada día más conductores de turismos compran neumáticos de invierno para sortear los cortes en la A-67

Ana del Castillo

Santander

Lunes, 22 de enero 2018, 07:00

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Han pasado casi tres años desde que un centenar de personas quedaron atrapadas por la nieve en la Autovía de la Meseta (A-67) a la altura de Pozazal y tuvieron que ser rescatadas por el ejército, la Guardia Civil y los bomberos. Pero las consecuencias de aquel caos que obligó a cerrar la autovía por primera vez en su historia, y que impidió reabrirla durante 53 horas, todavía se sienten cuando la nieve vuelve a Pozazal. A raiz de aquel suceso, la DGT decidió instalar cámaras en ese punto conflictivo y cortar el paso de camiones cuando en las pantallas aparecen «los primeros copos de nieve», precisa el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa.

Desde aquel fatídico 4 de febrero de 2015, la DGT ha obligado a cientos de camiones a esperar durante horas en la estación de servicio de Arenas de Iguña o en un polígono industrial de Aguilar de Campoo hasta que la nevada amaina en Pozazal. Para muchos de ellos, esa solución preventiva instaurada hace tres años supone llegar tarde a las entregas y, por tanto, perder dinero. José Manuel Abad, autónomo y transportista de graneles sólidos de Aguilar de Campoo recuerda aquella nevada. «Estuve seis días parado. Por cada uno de ellos perdí unos 600 euros. Solo hay que multiplicar...». Pero eso fue un caso puntual, no le ha vuelto a ocurrir. «Lo normal es que te paren unas horas por la mañana, que también se traduce en pérdidas, pero menores, de unos 500 euros». Lo peor, añade, es la pérdida moral, «cuando ves que paran sin razón y la carretera está perfectamente para circular».

Los camioneros son los principales damnificados de la decisión que ha permitido evitar otro 'infierno' como el de hace tres años en Pozazal. Para muchos de ellos, los cortes preventivos, que se repiten con cada temporal de nieve, son, a veces, «injustificados». Hace cerca de un mes, el transportista Fernando Puras volvía a Cantabria de Madrid y a la altura de Aguilar de Campoo le paró la Guardia Civil. «La carretera estaba limpia, pero nos hicieron parar y pasar la noche entera allí», explica. Se dedica al transporte de alimentos y cada parón supone un caos y una desorganización del planing. «Nosotros hacemos la previsión de cargas con uno o dos días de antelación. Ese camión que te le paran, ya tienes una carga organizada para el día siguiente. Es bastante caótico». Coincide con Abad en que las pérdidas económicas se pueden fijar en 500 euros por espera. Y también está de acuerdo en que no siempre está justificado el alto en el camino: «Muchas veces la carretera está bien. Prefieren estar en un polígono con 200 camiones parados a pelear por las carreteras. Hay veces que no lo entiendo», se lamenta.

«Lo peor es la pérdida moral cuando ves que paran sin razón y la carretera está limpia»

josé manuel abad | transportista

Para las autoridades de Tráfico, la prioridad está clara: «Hacemos cortes preventivos. ¿Que alguno los tacha de injustificados?, pues bueno, no digo que no, si lo dicen los transportistas es porque lo consideran así, pero nosotros intentamos garantizar la seguridad a todos los vehículos. Los camiones no son como turismos, que entre tres conductores y dos guardias lo echan a un lado. Nosotros tenemos un criterio más preventivo y preferimos cortar cuando hay riesgo. No esperamos a que haya un palmo de nieve para cortar la carretera. En cuanto caen copos se corta. Eso no implica que no puedan pasar, sino que esperan una o dos horas hasta que metemos a las quitanieves», explica el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa.

En esto coincide el presidente de la Asociación de Empresarios y Transportistas de Santander (Asemtrasan), José Vicente González Díaz: «En la mayoría de los casos, las medidas que adopta la DGT están justificadas. Un camión no es igual que un coche, si se cruza en la carretera es más difícil de solucionar porque corta toda la circulación. A veces pueden estar justificadas y otras no tanto, porque ponen la venda antes de la herida».

«Nosotros tenemos un criterio más preventivo. No esperamos a que haya un palmo de nieve para cortar la carretera»

josé miguel tolosa | jefe provincial de tráfico

Esteban Gutiérrez también fue transportista, pero ahora conduce una de las palas quitanieve que operan en ese tramo. Trabaja desde hace tres años para la UTE compuesta por Dragados S. A. y API Movilidad. «Cuando era transportista me parecía mal, pero ahora que veo cómo funciona me parece muy bien cortar en determinados momentos y hacer convoyes para pasar todos juntos. Desde que hacemos esto no se ha vuelto a producir un corte total», explica con el particular punto de vista de quien se ha visto en las dos situaciones. La máquina que maneja Gutiérrez -una de las 43 que dispone la Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento en Cantabria- lleva 6.000 litros de sal y 2.000 de salmuera, aunque hay otros vehículos «más modernos» que llevan bidones con 10.000 litros de salmuera. «Como éstos hay dos en la A-67», añade.

Así funciona el embolsamiento de camiones

El tramo de montaña de la A-67 que comunica Palencia y Cantabria se extiende a lo largo de más de 50 km y en invierno sufre intensas nevadas y ventiscas. Entre Reinosa y Aguilar de Campoo hay instaladas tres cámaras cuyas imágenes son enviadas al Centro de Gestión de Tráfico de Valladolid, que gestiona el tráfico de Castilla y León, Cantabria y Asturias, para ayudar a la DGT y la Guardia Civil a decidir en qué momento se corta y reabre la autovía.

Cada vez que Tráfico ve nevar a través de las cámaras instaladas en Pozazal se activa el Protocolo de Coordinación de Actuaciones ante Situaciones Meteorológicas Adversas. La Guardia Civil para en Arenas de Iguña a los camiones que se dirigen a la Meseta y en Aguilar de Campoo a los que viajan hacia Torrelavega. Durante dos horas se van acumulando vehículos pesados en el área de servicio de Arenas de Iguña, en el arcén de la carretera nacional N-611 y en un polígono de Aguilar hasta que la situación mejora en Pozazal. Es entonces cuando la Guardia Civil organiza y encabeza convoyes de hasta 30 camiones con las palas quitanieve por delante, que van arrojando sal y salmuera para limpiar la carretera y reanudar el tráfico.

Sane

Los transportistas cántabros hacen una media de 120.000 kilómetros al año. «Yo no voy a la oficina de nadie a moverle los papeles o a incomodarle, sin embargo los conductores no tan expertos se ponen delante de nosotros, patinan y nos cortan el movimiento de inercia del vehículo. Así es como se producen los accidentes», apunta Abad.

Al transportista cántabro Fernando Casuso, los temporales ya no le cogen fuera de juego. Son muchos años de rodaje como para que una capa de nieve le haga pasar frío, hambre o le apriete los nervios. «Como ya me han cogido muchas, siempre llevo pan bimbo y jamón en la nevera, descafeinado, leche condensada y bizcocho. Los camioneros estamos equipados a tope. Llevamos teléfono móvil, cargador y hasta calefactor. Pueden estar en la calle a -5 grados y yo en la cabina en traje de baño», explica. «Hay que tomarlo con humor, para qué vas a hacer mala sangre».

Casuso, con la resignación de quien lleva ya mucho tiempo en esto, dice con sorna que «los camiones siempre son los culpables de todo» y apunta a la falta de previsión por parte de Tráfico: «Cuando está la carretera tapada es cuando salen las máquinas. ¡Joder!, que salgan antes a echar sal y limpiar la carretera». También señala a los conductores como los responsables de problemas como el ocurrido el domingo 7 de enero en la autopista de peaje (AP-6) que transcurre entre Ávila, Segovia y Madrid, cuando miles de personas quedaron atrapadas hasta 18 horas. «La gente tiene miedo, no tienen experiencia en la carretera con nieve, no llevan los neumáticos adecuados y hacen frenar al camión».

Máquina quitanieve.
Máquina quitanieve. DM

Esa es otra cuestión importante. ¿Qué pasa con los coches cuando nieva en Pozazal? En este caso, la DGT es menos restrictiva y sólo cierra el paso a los turismos cuando el nivel de alerta es rojo. Así que, los únicos vehículos que pueden circular entre Arenas de Iguña y Aguilar de Campoo son los coches equipados con neumáticos de invierno. En la última Comisión de Vialidad, celebrada en Aguilar de Campoo el pasado octubre, se acordó prohibir las cadenas para circular en todo este tramo plagado de túneles porque los conductores, para no dañar los neumáticos, paraban antes de cada túnel a quitar las cadenas, lo que suponía un riesgo para su seguridad y la del resto de usuarios.

En Finlandia o Alemania es obligatorio usar neumáticos de invierno. Las multas por no cumplir la normativa ascienden a 40 euros por infracción y 80 euros por obstrucción del tráfico. «Allí están más habituados. Aquí, hoy por hoy, no lo contemplamos. Es un tema de cultura y realidad. Nosotros hay años que ni tenemos temporales de nieve», apunta el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa.

Pero ahora que uno se puede encontrar con un cierre puntual de dos o tres horas, quienes transitan a diario entre Arenas de Iguña y Aguilar de Campoo empiezan a plantearse la conveniencia de poner neumáticos de nieve. «Aquí cada vez más gente de Campoo cambia sus ruedas por los neumáticos de invierno cuando viene el frío -explica María José Sáinz, propietaria de Chisco Motor, ubicado en el polígono industrial La Vega, en Reinosa-. Me atrevería a decir que ahora mismo el 60% de la población de Reinosa cambia sus ruedas».

Conducción segura

Ante los avisos de nevadas que difunda Aemet, Tráfico recomienda, en la medida de lo posible, suspender o restringir los desplazamientos por carretera. Si aun así se debe viajar durante las nevadas por el tramo de montaña por la A-67 deben tener en cuenta:

1.- Los neumáticos de invierno son la mejor opción para que un vehículo circule con la mayor seguridad posible por carreteras mojadas, nevadas o heladas. Las cadenas son contraproducentes para tramos con numerosos túneles como lo es el tramo de montaña que une Palencia y Cantabria.

2.- Depósito de combustible lleno para tener garantizada la calefacción y la recarga del teléfono móvil en el caso de que el vehículo se nos quedara inmovilizado en una carretera.

3.- Cargador de móvil adaptado al vehículo para conservar el contacto telefónico si necesitáramos ayuda. En el supuesto de sufrir una emergencia, es muy recomendable tener instalada en el móvil la aplicación gratuita 'My112' en la que se encuentran integrados los servicios de emergencias de Castilla y León y de Cantabria; si llamamos a través de esta aplicación, los servicios del 112 localizarán automáticamente nuestra ubicación.

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