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Julián Pérez Gil, en su despacho en la Gerencia del Servicio Cántabro de Salud. Javier Cotera
«O se gestiona bien la sanidad pública o se cierra, y entonces sí que se privatiza»

«O se gestiona bien la sanidad pública o se cierra, y entonces sí que se privatiza»

Julián Pérez Gil | Director gerente del Servicio Cántabro de Salud ·

Asegura que «las críticas responden a los cambios que se proponen para mejorar» y es ahí donde enmarca el conflicto de los SUAP/061: «Rechazan el nuevo horario, pero no vamos a renunciar a ello»

Ana Rosa García

Santander

Lunes, 2 de abril 2018, 13:10

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Julián Pérez Gil (Navarra, 1956) llegó a la Gerencia del Servicio Cántabro de Salud (SCS) en 2015 después de curtirse en el terreno de la gestión en Navarra y en el País Vasco, donde estuvo al frente de Osakidetza. Se declara defensor a ultranza de la sanidad pública. Por eso admite que le duele cuando los dardos que recibe –y en los últimos meses a la Consejería de Sanidad se le han abierto varios frentes de conflicto– lleva ligada la palabra ‘privatización’ y responden a «intereses políticos». Asegura que los proyectos puestos en marcha esta legislatura «van por buen camino» y que el sistema funciona mejor que antes, pese al sentir «de una minoría de los profesionales, que son los que se quejan».

–Se ha acusado al SCS de «jugar sucio» en la negociación con el colectivo SUAP/061. ¿Qué responde?

–Las Administraciones que no hacen nada, tienen tranquilidad absoluta. En el momento que se plantean cosas para mejorar es cuando la gente empieza a criticar. Nadie se había atrevido a cerrar Parayas, lo cerramos, tuvimos la bronca y ahora ya nadie se acuerda de aquello porque los pacientes están extraordinariamente bien en Liencres. En el caso de los SUAP/061 pasa lo mismo. Ahora parece que el problema se circunscribe al cambio de horario... solo faltaría que no estuvieran de acuerdo en que les subamos 2.400 euros al año a los médicos y 1.700 a las enfermeras, ya quisieran otros colectivos esa subida. Lo que es inexplicable es que sindicatos que han firmado en Madrid una subida del 6% a tres años, nos monten una huelga aquí cuando hablamos de estas cifras.

–¿Por qué se plantea ese cambio de horario en una negociación centrada en la reivindicación sobre la equiparación salarial del colectivo?

–Porque en las negociaciones entra todo. Mejoras de productividad a cambio de salario o, como aquí, mejora de servicio a cambio de salario. El tema del horario es una mejora asistencial, se quita la jornada de 8.00 a 9.00 de la mañana, porque es cuando ya están todos los médicos de AtenciónPrimaria en sus puestos, y se les pone de 15.00 a 17.00 horas porque en ese momento ya quedan menos médicos. Pero eso supone que el personal de SUAP va a tener cinco días más libres al año.

–¿Pero no ve justa la histórica reivindicación de los SUAP/061?

–Hasta cierto punto puede ser justa o no. Lo que ocurre en este momento, y así se demuestra en los concursos de traslados, es que hay un flujo de la medicina de familia hacia los SUAP... por algo será.

–El colectivo insiste en que el detonante de la huelga ha sido ese cambio de horario. ¿Se plantea el SCS retirarlo de su propuesta?

–No, el cambio de horario no se va a tocar, lo vamos a mantener. Ahora dicen eso, pero el primer día no quisieron ni entrar a la propuesta que se les hizo, les parecía todo mal. Ahora de palabra lo achacan al cambio de horario, pero en los escritos que han repartido, absolutamente politizados y fuera de lugar, parece que lo único que quieren es cargarse a la consejera de Sanidad. Yo entiendo que el trabajo de los SUAP es muy diverso, hay gente que tiene una demanda muy fuerte, pero también los hay que tienen de promedio tres pacientes cada dos horas.

–¿Cuenta entonces con que en mayo tendrá una huelga?

–Ellos verán si creen justa una huelga después de una subida tan importante y de ser la única comunidad que levanta la carrera profesional (incluida para los interinos), que ha recuperado derechos perdidos con la crisis y que está haciendo interino a personal eventual. Las mejoras que ha habido en estos dos años y medio en materia de personal, no las he conocido en ninguna otra comunidad.

–¿Sigue pensando entonces que la huelga no está justificada?

–Sí, absolutamente.

–Los profesionales denuncian que el SCS ha respondido a esta movilización en forma de suspensión de permisos y limitación de vacaciones. ¿Se les está «castigando»?

–Para nada, son servicios de urgencias, y tienen que trabajar los domingos y festivos porque esa es su jornada laboral, igual que los camareros trabajan más en el verano, y los bomberos están de guardia también los fines de semana. Cada puesto tiene su horario. En el sector sanitario hay gente que trabaja de lunes a viernes, pero también hay muchos profesionales que trabajan los fines de semana y las fiestas. En este caso, si ha habido cancelaciones es por una cuestión de organización.

–Hay quien sospecha que detrás de esta modificación del horario se esconde un cambio de la Atención Primaria. ¿Piensa el SCS limitar la atención de los centros de salud de 8.00 a 15.00 horas?

–No, el médico de familia va a seguir con el mismo horario. Pero además, hay diez personas en paro en este momento (cinco médicos y cinco de enfermeras) que van a tener trabajo gracias al cambio de horario que planteamos para los SUAP.

–Médicos de familia y pediatras advierten del deterioro de la Atención Primaria, pero usted sostiene que Cantabria es una de las comunidades con la mejor cobertura.

–Solo tenemos tres plazas de pediatría cubiertas por médicos de familia. En todas las comunidades hay más. En Euskadi, por ejemplo, cincuenta. Los números nos dicen que disminuye la demanda de consultas de Atención Primaria, mientras crecen las de Especializada, las Urgencias, las intervenciones quirúrgicas, etc. Creo que si tenemos paciencia, las medidas puestas en marcha en la estrategia de cronicidad irán dando resultados. De hecho, en las zonas básicas en las que funcionan bien, están descendiendo las urgencias y los ingresos de los pacientes pluripatológicos (5.700 valorados en toda Cantabria).

Atención a la cronicidad

–La atención a la cronicidad era uno de los objetivos que se planteó la Gerencia al inicio de esta legislatura. ¿En qué punto está?

–Creo que vamos por buen camino, pero cuesta ponerlo en marcha. Mejorará la asistencia si se asientan medidas como el internista de referencia, la interconsulta no presencial entre el médico de familia y el especialista, la enfermera de enlace hospitalario, el consejo sanitario, el ingreso de los enfermos pluripatológicos sin pasar por urgencias, la formación de pacientes activos... El apoyo de los sistemas de información es muy importante, y en Cantabria íbamos bastante retrasados en el tema de la historia clínica, que es imprescindible. Estaba en un 30% en Valdecilla y en el resto de hospitales ni siquiera se había implantado, tampoco en Atención Primaria. El objetivo es que esto se consolide y siga adelante el próximo Gobierno, independientemente de quien esté al frente.

–¿Los médicos de Atención Primaria y los pediatras no tienen motivos entonces para quejarse?

–Yo creo que no tienen motivos. Efectivamente, hay momentos en los que la atención al paciente es complicada, como en época de gripe, porque aumenta mucho la demanda. Los ciudadanos somos cada vez más demandantes del sistema público, y es verdad que a veces se somete a los profesionales sanitarios a más presión. Pero las quejas que salen son de unos pocos, porque la mayoría silenciosa está trabajando muy bien. Cuando visito los centros no percibo situaciones de gran preocupación, sino a la gente ejerciendo su labor con normalidad.

–Los pediatras amenazan con retomar el conflicto porque «se ha incumplido el acuerdo» y no han cobrado lo prometido por la autocobertura. ¿Es así?

–Que se retrase el pago no significa que se incumpla el acuerdo, porque hay cuestiones de tipo administrativo que van más lentas. Este asunto primero se tiene que llevar a Consejo de Gobierno, que lo tiene que autorizar, y precisamente ha ido esta semana. Lo que quiero decir con esto es que se cogen las cosas con pinzas para ver si te la pueden estrellar a la cabeza. Esto está completamente solucionado, a la gente se le va a pagar.

–Con motivo del déficit de pediatras, ¿hay riesgo de que en el futuro desaparezca la figura del pediatra de los centros de salud?

–No veo el futuro como en Gran Bretaña, donde no hay pediatras. No los va a hacer desaparecer nadie, eso son divagaciones. La pediatría va a seguir, es un servicio que por supuesto va a continuar. El problema que existe aquí es una mala planificación de médicos, por eso faltan. No es cierto eso que dicen de que no hay médicos porque se van fuera, porque puedo asegurar que no encuentran mejores condiciones que aquí. Ya quisiera Gran Bretaña tener la dotación de Atención Primaria que tenemos nosotros, están muchísimo peor.

–Pero los hay que se van a comunidades vecinas, atraídos por mejores condiciones laborales más favorables que las de Cantabria.

–El problema de la falta de médicos es común al resto de comunidades, en todas partes pasa lo mismo.

–Otro frente abierto que tiene la Gerencia es el de Informática de Atención Primaria, que denuncia la «privatización» de sus funciones en un contrato millonario.

–Hoy en día cuando se quiere hacer demagogia se utilizan dos palabras, privatización y recortes. La sanidad, como cualquier servicio público, o se gestiona bien o se cierra, y entonces sí que se privatiza. Estamos aquí para gestionar y esa gestión incluye la mejora de los costes, de la calidad y de la cartera de servicios. Hay dos modelos de organización de los servicios de informática en toda España –uno centralizado en un organismo para todo el Gobierno y otro exclusivo para el servicio de salud–, y después está el modelo de Cantabria, que son cinco servicios de informática (uno por Gerencia). Esto no lo entiende nadie, por una cuestión de eficacia y de especialización.

–¿Y cuál es el plan?

–Queremos estructurarlo en una sola organización, pero el personal es público. El servicio se va a potenciar, de hecho se ha contratado como interinos a tres eventuales. Se ha sacado un concurso para la renovación de todos los equipos informáticos, que se alquilan por cinco años, y va incluido el mantenimiento, que ahora también lo hacía una empresa externa. Si el problema ha venido por el traslado, insisto en que no tenía sentido llevar a los informáticos de Atención Primaria a la calle Vargas para volver a moverlos en dos meses.

–¿Qué legado le gustaría dejar cuando se despida del SCS?

–De aquí a final de año hay tres cosas que queremos consolidar: la estrategia de cronicidad, el plan de racionalización del gasto farmacéutico y el proyecto de oncología en red. En farmacia hemos pasado de ser los números uno en crecimiento del gasto, a estar por debajo de la media (con el control de las residencias, tenemos que mejorar la utilización de genéricos y biosimilares, donde aún hay margen de mejora). En general, se deja aquí una cultura de gestión.

–¿Y el reto de las listas de espera?

–Se ha mejorado la lista de espera quirúrgica y queremos aligerar la de consultas, donde se ha hecho algo importantísimo, que ha sido la centralización de las agendas. Otro objetivo era aumentar la cirugía mayor ambulatoria y se ha conseguido gracias a Liencres. Se ha aumentado la hospitalización de día, sobre todo psiquiátrica, y se ha potenciado la hospitalización domiciliaria. La estancia media ha bajado, especialmente en medicina interna, así que estamos muy contentos.

«El tema de los celadores se solucionará en mayo»

–¿Se ha concretado el número de celadores de Valdecilla afectados por el dictamen del Consejo de Estado, cuyo trabajo debe asumir Smart Hospital (Ferrovial/SIEC)?

–Hemos dado de plazo el mes de abril para negociar con la empresa. A principios de mayo estará solucionado y la adjudicataria debe prestar obligatoriamente ese servicio. Si no asume esas funciones tendrán las sanciones correspondientes.

–Recientemente ha dicho que si la empresa decide irse, el Gobierno negociaría su salida. ¿Sería rentable para Cantabria que Ferrovial/SIEC disuelva el contrato?

–Si se negocia el tema del préstamo para recuperar el valor residual de la inversión, pues sí. En este momento se está pagando intereses al 1,2% cuando el contrato los paga al 6%.

–Smart Hospital considera «desproporcionadas» las penalizaciones. ¿Está siendo objetivo el SCS en el control del contrato?

–Ahora es cuando se está siendo objetivo, al contrario que en la legislatura anterior. Estamos siendo absolutamente rigurosos.

–¿Qué diferencia hay entre contratar una empresa para llevar un servicio ya externalizado (caso de la informática) y el firmado con Ferrovial/SIEC en Valdecilla?

–La diferencia es que en Valdecilla los doce servicios incluidos en el contrato estaban externalizados –salvo la informática–, pero con empresas del sector. Con el modelo de colaboración público-privada contratas a una constructora para que te gestione los servicios, y como no es su terreno, los subcontrata, con lo cual encarece el servicio y estropea la interlocución.

–¿Cómo encaja la informática de Valdecilla en la reorganización del servicio que plantea el SCS?

–El personal propio que tenemos en el hospital se va a incorporar a esta nueva organización central.

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