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Fermín Orizaola y Alejandro González, entre paquetes en la oficina de Correos de Cuatro Caminos, en Santander. Alberto Aja
La oficina de ayudantes de Papá Noel

La oficina de ayudantes de Papá Noel

Postales de Navidad ·

Las sucursales de Correos viven estos días su etapa de mayor actividad. La paquetería gana ya por goleada al envío de tarjetas

Álvaro Machín

Santander

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Viernes, 22 de diciembre 2017, 07:24

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En la oficina de Cuatro Caminos hay, por supuesto, un buzón real. Está, nada más entrar, a mano izquierda, junto al ‘Rincón del coleccionista’. Es uno de esos que albergan textos supervivientes que empiezan con un ‘Queridos Reyes Magos’ y acaban justificándose con ‘porque he sido muy bueno’. Pero en las estantería de las sucursales de Correos lo que más hay ahora son paquetes y un ir y venir constante para recogerlos. Están en una semana decisiva, casi caótica, echando un cable a Papá Noel con los encargos para la Nochebuena. Hasta ahí, lo esperado. Lo curioso es saber que el inicio real de esta oleada temporal de trabajo extra viene –nada más y nada menos– que de la lejana China.

El Día del Soltero (Guanggun Jie) es una fiesta que se celebra en el país asiático cada 11 de noviembre. Eso se traduce en grandes ofertas por internet y supone en las oficinas de Correos el pistoletazo de salida para un periodo de actividad frenética que ya se prolonga hasta el fin de las fiestas navideñas. Van empalmando. De la celebración de los solteros chinos al ‘viernes negro’ (‘black friday’). De ahí, al ‘ciberlunes’ (‘cyber monday’) «y eso ya se une con la campaña de Navidad y los envíos nacionales e internacionales». Las compras a través de páginas web ya marcan el paso. El paquete es el rey de la fiesta y Amazon se ha convertido en el cliente que más trabajo da –«y son muy exigentes con los plazos»–.

«Ya en 2016 el envío de paquetería aumentó un 50% y en este 2017 se espera otro crecimiento del 50% con respecto al año pasado», explica Fermín Orizaola, jefe del Sector de Oficinas en Cantabria. Los datos contrastan con la caída de la cálida tarjeta navideña de felicitación. «Colaboramos con Unicef desde hace cuarenta años. Hace quince, por ejemplo, se vendían miles de tarjetas. Ahora vienen particulares sueltos, alguna empresa que aún envía...». Menos de la mitad. Las cartas aumentan en esta época, sí, pero nada que ver con lo de antes.

«El follón es con la paquetería», resume Alejandro González, el director de la sucursal dos (la de Cuatro Caminos, en Santander), una oficina que ya cuenta con todos los servicios de Correos (el rincón del coleccionista, sección de manualidades, accesorios de telefonía, viajes...). Allí reciben a más de quinientas personas cada día en estas fechas y esa cifra llega hasta las mil en la oficina principal de Alfonso XIII (en la de Torrelavega también son más de quinientas). «Es caótico».

Y eso que refuerzan para que todas las ventanillas de las sucursales estén ocupadas en las horas punta y se hacen «repartos extraordinarios» por las tardes, los sábados y también en algunos de los festivos. Los carteros van a la carrera. «Hay un cambio ‘de chip’. Porque antes, para las cartas, con el carrito era más que suficiente, pero ahora llevan también paquetes pequeños. Además, estos días se refuerza la flota de furgonetas y de motos para el reparto de los paquetes», apunta Fermín.

¿Las fechas imposibles? Este año recuerdan bien cómo fue el pasado día once. Lunes, después de un largo puente. «Sábados y domingos es cuando más tiempo pasas haciendo compras por internet y a eso le sumas los días festivos que hubo esa semana...». Fue una oleada. Y ya se preparan para repetir jornada frenética mañana mismo –23–. Junto al próximo cinco de enero son los bautizados como ‘días dónde está mi paquete’. Vísperas. China, en esto, vuelve a salir a la palestra. «Lo que viene de allí, que es más barato y no te cobran muchas veces gastos de envío, suele tardar más y encima, al funcionar como correo ordinario, no permite hacer un seguimiento del envío. A veces, algunos tardan tanto que, cuando llega, hay personas que ni siquiera recuerdan que lo habían pedido». Y eso, en la previa de la llegada de Papá Noel o de los Reyes...

A ellos les toca promocionar lo suyo para asegurar. Los paquetes ‘premium’ y estándar o los que garantizan la entrega antes de las diez de la mañana , de las dos de la tarde o a lo largo de un día concreto... Lo explican entre las estanterías llenas y el goteo de clientes. «Ahora es que andas desbordado. Y las Navidades, para nosotros, son más internacionales que nunca».

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