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Imagen de un local de apuestas deportivas DM
Aumenta en Cantabria el número de jóvenes adictos a las apuestas online

Aumenta en Cantabria el número de jóvenes adictos a las apuestas online

Proyecto Hombre, que atendió a 461 personas el año pasado, advierte también de que cada vez atiende a más mujeres por consumo de alcohol, cannabis y psicofármacos

Agencias

Santander

Miércoles, 20 de septiembre 2017

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Los jóvenes adictos al juego online y a las apuestas deportivas están aumentando en Cantabria, y esta adicción puede convertirse en una «enfermedad crónica». Quienes lanzan la alerta son los responsables de la Fundación Proyecto Hombre, quienes hablan de una «nueva realidad» ante la que es necesario que la sociedad incida en la prevención y la intervención para evitar que se cronifique.

Proyecto Hombre ha presentado este miércoles la memoria correspondiente al año 2016. Según estos datos, el perfil de estos jóvenes en tratamiento es de personas de entre 20 y 35 años, en formación o con trabajo estable, con importantes deudas generadas por el juego, además de desestructuración en la familia, pareja y relaciones sociales.

Su informe se basa en jóvenes que son usuarios de su programa de ludopatía, creado en 1997 y que en estos 20 años se ha ido adaptando a las necesidades sociales para atender ahora a jóvenes con adicción a las apuestas deportivas y nuevas modalidades de juego derivadas de las nuevas tecnologías. Si en 2016 ya se ha detectado un incremento, las primeras impresiones apuntan a que en 2017 ese aumento va a ser aún mayor.

Cada vez más mujeres

Otro de los aspectos relevantes de su memoria es el hecho de que el 16% de las personas atendidas fueron mujeres. En este caso, la franja de edad se sitúa entre los 35 y 65 años y su adicción principal es el alcohol, el cannabis y los psicofármacos, tomados indistintamente o de manera conjunta. Como dato significativo, Proyecto Hombre destaca que, en la actualidad, esta problemática va unida cada vez más a trastornos mentales, de la personalidad y depresiones, junto a cuadros de ansiedad.

En la mayor parte de los casos son mujeres laboralmente activas, con responsabilidades familiares y algunas de ellas víctimas de violencia de género con menores en medidas de protección, lo que «dificulta mucho» el éxito en su tratamiento, según se ha explicado.

La memoria ha sido presentada por el obispo de Santander y presidente de la Fundación Cescan-Proyecto Hombre, Manuel Sánchez Monge; la directora de Proyecto Hombre Cantabria, Eloísa Velarde; y los técnicos en adicciones Nuria Castanedo y Ernesto Esteban.

En cuanto a los datos generales de 2016, Proyecto Hombre atendió en Cantabria a 461 personas en los diferentes programas de tratamiento, principalmente por consumo de alcohol (38%), cocaína (36%), cannabis (11%) y ludopatías (10%). Además, asisitió a 571 familias, dentro de los programas de intervención, Escuela de Padres y Madres, y atención a parejas y a padres de jóvenes.

Los casos atendidos

En cuanto a los usuarios de los programas, el 43% están en los programas ambulatorios de cocaína, alcohol, adaptación al tratamiento y ludopatía; el 20% en la comunidad terapéutica urbana con tratamiento residencial-centro de día; el 29% en programas penitenciarios (de drogas, alcohol, e intrapenientenciarios preventivo y de mujeres); y el 8% en el programa de La Caixa en colaboración con el Centro Hospitalario Padre Menni.

La Memoria recoge también que los meses en los que se recibe más petición de ayuda son a principio de año, en junio y en septiembre-octubre, aunque este año en agosto se ha duplicado.

De las personas atendidas, el 89% habían realizado uno o varios tratamientos previos, y el resto (11%) lo hacían por primera vez. Y de las valoradas en consulta psiquiátrica, el 48% tenían criterios de trastorno mental, algo que comienza a ser «algo común en las personas con problemas de adicción».

También han destacado que la intervención con la familia es «primordial» para el tratamiento, y debe estar «activa y dinámica» para procurar el cambio del adicto y el propio sistema familiar.

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