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Purificar

El lápiz de Penélope ·

Ahora conocemos que si España es la peor de Europa, Cantabria es la peor de España

Olga Agüero

Santander

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Viernes, 29 de diciembre 2017, 06:58

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Recientemente la ‘marca España’ acusó un tremendo desprestigio cuando Bruselas nos colocó a la cabeza de la desigualdad por renta de Europa; al nivel de Grecia. Ahora conocemos que si España es la peor de Europa, Cantabria es la peor de España.

Según Comisiones Obreras hay un abismo de desigualdad entre nosotros y el resto de los españoles. Desconcierta esta certeza cuando este año batiremos récord de turistas. Si nuestra mayor fortaleza económica –el turismo– crece, y aún así cada vez somos más pobres que el resto, conviene cambiar de estrategia. En vez de nómadas necesitamos más cántabros, porque en veinte años seremos 50.000 habitantes menos.

Castro Urdiales echa cebo para pescar nuevos contribuyentes. Con una utilitarista apelación al cambio de patria: descuento en el recibo del IBI por hacerse castreño. El PRC planteaba estos días un tren rápido a Bilbao, un mayor aliciente para fijar o atraer población. Fomento dice que es un «disparate». Sin ver el proyecto ya augura que costará tres veces más. Multiplicación desafortunadamente habitual. El tren a Madrid que iba a costar 300 millones ya va por 1.658, y con tres años de retraso. Hasta que circule en 2023 aun puede dispararse más. Como el descrédito de algunas instituciones preocupadas por limpiar su reputación. En sentido literal –véase el ‘higiénico’ discurso navideño del alcalde de San Vicente sobre excrementos caninos–, o metafórico, como la purificación de los populares cántabros expulsando a Carlos Bedia por dañar la imagen del partido. Intacta –al parecer– pese a la sombra del presunto pucherazo, la presunta financiación ilegal o la imputación por destruir ordenadores.

Quienes antes aplaudían el jacobino ímpetu parlamentario de Bedia, ahora le consideran una amenaza para el partido mayor que sus propias siglas, gestores o cargos –aún militantes– salpicados por la corrupción. Qué destino tan diferente tuvo el señor Bárcenas, con aquel despido simulado en diferido. «Dónde has visto tú» –decía Don Quijote a Sancho– «que caballero andante haya sido puesto ante la justicia por más homicidios que hubiese cometido». La desventaja de Carlos Bedia es que nunca ha sido más que un simple, y leal, escudero.

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