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Educación, MARE y Soderán, las treas áreas que tendrán nuevos responsables
Los retos del relevo

Los retos del relevo

La Consejería de Educación, y las empresas Mare y Sodercán esperan a sus nuevos responsables con diversos frentes abiertos

J.Ahumada | M.A. Samperio | C. de la P.

Miércoles, 6 de septiembre 2017, 07:07

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Los cambios en el organigrama del PSOE ponen sobre la mesa tres retos para los futuros responsables de cada área. El único confirmado hasta el momento, Francisco Fernández Mañanes, que ocupará la consejería de Educación, sustituyendo a Ramón Ruiz, comenzará su labor coincidiendo con el inicio del curso escolar 2017-2018. Las oposiciones y los interinos serán dos frentes abiertos a los que se enfrentará el nuevo consejero.

Quien se haga cargo de Sodercán deberá remontar la imagen de la entidad pública más allá de polémicas con sus excargos directivos. Tras la salida de Salvador Blanco, el próximo responsable se encontrará sobre la mesa el acuerdo con Sidenor pendiente de cerrar y un presupuesto de 15 millones de euros.

Finalmente, tras el cese de Rosa Inés García al frente de MARE, que estaba en quiebra técnica, pero en 2016 presentó 3,3 millones de superávit. El nuevo Plan de Residuos y la reclamación de 7,5 millones de TIR Cantabria figuran como labores iniciales para el futuro gestor o gestora.

Consejería de Educación

Calendario y oposiciones, cuestiones pendientes

Francisco Fernández Mañanes hereda, junto al cargo, la responsabilidad de poner en marcha la convocatoria de oposiciones que resuelvan el grave problema de interinidad que afecta al colectivo del profesorado en Cantabria, y que alcanza el 37% en la enseñanza pública, uno de los porcentajes más altos del país.

Las previsiones del anterior equipo de Educación pasaban por sacar a concurso cerca de 400 plazas para Secundaria en 2018 y seguir realizando nuevas convocatorias en este nivel y en Primaria durante los tres años siguientes hasta cubrir 1.200 nuevos puestos de profesor.

Ramón Ruiz contaba con adelantar a este año la primera prueba de selección, pero el retraso en la aprobación de los Presupuestos del Estado lo hizo imposible. Su sucesor será ahora el encargado de iniciar el proceso, que precisará, entre otros aspectos, de una negociación con los sindicatos y de contactos con sus homólogos de las demás comunidades autónomas para acordar las características de la convocatoria y hacerla coincidente con las del resto de regiones para evitar el efecto llamada.

La implantación, el curso pasado, del nuevo calendario escolar, organizado en cinco bimestres, y con cuatro periodos vacacionales, no estuvo exento de polémica. Al articularse en función de las necesidades educativas y no por las vacaciones tradicionales, muchas familias protestaron por lo que consideraban falta de información sobre el tema, además de las nuevas dificultades para la conciliación y la escasez de oferta de actividades extraescolares para ‘colocar’ a los niños. En este curso que ahora empieza, los ciclos de vacaciones no coinciden con la Semana Santa ni, por tanto, con las vacaciones de muchos progenitores, con lo que es lógico esperar que las críticas arrecien. Fernández Mañanes, que se sube a este tren en marcha, deberá decidir si sigue manteniendo la apuesta.

Hay otras cuestiones sobre la mesa, como el funcionamiento del Banco de Recursos Educativos, de libros y material escolar, dotado con dos millones de euros este curso –hay quien critica que los colegios gestionen los fondos, y que estos se distribuyan de forma desigual–, y el mantenimiento de la jornada reducida en junio y septiembre –muchos padres piden que siga siendo igual, por no poder hacerse cargo de los hijos–. En ambos casos el nuevo consejero deberá decidir si mantiene la obra de su predecesor, a quien buena parte de la comunidad educativa reconoce su labor y considera víctima de una ‘vendetta’ política.

SODERCÁN

Culminar el acuerdo de Sidenor, el primer desafío

Si la intención de la nueva dirección del PSOE es cambiar el rumbo de la Sociedad para el Desarrollo Regional de Cantabria (Sodercán) que desde el inicio de la legislatura ha impuesto su consejero delegado, Salvador Blanco, tendrá sin duda la primera piedra de toque en la culminación de la ‘Operación Sidenor’, la división de la siderúrgica ubicada en Reinosa en dos sociedades en una de las cuales Sodercán tomará el 25% del capital invirtiendo 15 millones de euros.

La de Sidenor es la última operación de calado dirigida por Blanco y su equipo, pero para su finalización queda un largo camino, no exento de riesgos y desafíos, que deberá afrontar el nuevo consejero delegado.

Atendiendo a su objetivo social (fortalecimiento del tejido industrial de Cantabria apoyando todas las actividades que contribuyan a mejorarlo, facilitando los procesos de creación, consolidación y crecimiento empresarial y promoviendo actividades y/o proyectos de I+D+i, que impulsen la mejora competitiva de las empresas) Sodercán maneja este año un presupuesto de 15 millones de euros que ha dedicado en parte a paliar los efectos de la crisis en empresas significativas (con la salvación y ayuda para el relanzamiento de Greyco y Forjas de Cantabria) y a ayudar en el desarrollo tecnológico y en los procesos de innovación en otras.

En el caso concreto de Sidenor, a la firma del pasado 20 de junio de una ‘promesa de compra’, tras una larga y compleja negociación que duró ocho meses, debe seguir una tramitación administrativa que incluye la constitución de la nueva sociedad con domicilio social y fiscal en Cantabria, la «división» en dos de la fábrica de Reinosa, por un lado acería, fundición y forjado de grandes piezas y por otro laminación, y el reparto de la plantilla, de 640 trabajadores, entre las dos unidades de producción.

El proceso se estima que esté finalizado en noviembre de este año e incluirá también la adecuación de los distintos servicios auxiliares de Sidenor Reinosa (mantenimiento, control de calidad, etc), la creación de accesos independientes, la definición y organización de los movimientos internos de productos, etc.

Y no es menor la necesidad de activar nuevos niveles de confianza entre Sodercán, que ahora pasará a depender de una nueva consejería, la de Economía, y la dirección de Sidenor que hasta ahora había mantenido fluidos contactos con la vice presidenta Eva Díaz Tezanos, que quedará al margen de la operación.

MARE

Mantener el superávit y los puestos de trabajo, el reto

La lucha cainita entre Pablo Zuloaga y Eva Díaz Tezanos, una costumbre instalada en el partido, ha desalojado de la dirección general de la sociedad pública MARE a Rosa Inés García. Su nombre entró y salió varias veces del listado de los expulsados, porque sus dos años de gestión al frente de la empresa de residuos arroja un balance positivo en los números, algo que no le pueden negar ni sus enemigos en el partido.

Por eso, mantener el superávit alcanzado durante su mandato y la consolidación de los puestos de trabajo en la sociedad pública constituyen los retos de su sucesor.

MARE, entidad dependiente de la superconsejería de Díaz Tezanos, tiene encomendada la recogida, almacenamiento, selección y eliminación de residuos, así como la gestión de los sistemas de saneamiento y depuración de la Administración regional, lo que supone la explotación de una red de 28 estaciones depuradoras de aguas residuales que garantizan la recuperación de las aguas tras su uso urbano/industrial con el fin de minimizar el impacto sobre el medio ambiente de la región.

Al comienzo de la legislatura, MARE estaba prácticamente en quiebra técnica y salía de un expediente de regulación de empleo. De hecho, cerró 2015 con 2,7 millones de euros de pérdidas. Pero en estos dos años de legislatura ha logrado equilibrar las cuentas y ha cerrado 2016 con unos beneficios de 3,3 millones de euros, sin contar los ingresos por el acuerdo para que Guipúzcoa traslade sus residuos al vertedero de Meruelo.

Así que será responsabilidad del nuevo director general mantener esta línea de equilibrio presupuestario, además de presentar su proyecto de futuro para la sociedad pública.

Entre los proyectos en marcha a desarrollar está también el nuevo Plan de Residuos de Cantabria para el periodo de 2017-2023, aprobado el pasado ejercicio. Además tendrá que afrontar la reclamación de 7,5 millones formulada por la empresa TIR Cantabria

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