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Grupos de taxis estacionados Luis Palomeque
SOS de los taxistas rurales

SOS de los taxistas rurales

El sector alerta de que la pérdida de rutas escolares amenaza su «supervivencia»

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Domingo, 29 de octubre 2017, 07:47

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El taxi rural, sector del que viven cerca de 300 familias en Cantabria, siente «amenazada» su supervivencia ante la falta de perspectivas de futuro, viéndose abocado a «la desaparición». La pérdida en el último concierto de muchas rutas escolares en varios municipios, «pese a haber sido realizadas durante décadas con la plena satisfacción tanto de los padres y alumnos como de los centros educativos», ya se ha cobrado la primera víctima -el único taxi existente en la parte alta del Valle del Nansa (Polaciones) ha cesado en la actividad- y ha sumido «en la incertidumbre y preocupación» al resto de profesionales, que «no sólo sopesan dejar el taxi, sino incluso abandonar sus poblaciones de residencia ante la ausencia de alternativas laborales. Si la situación no se remedia, se verán abocados a este mismo final otros muchos profesionales de municipios con núcleos muy diseminados y baja densidad poblacional», explica Manu Andoni Ruiz, presidente de la Federación Cántabra del Taxi.

Considera que con la desaparición de su principal fuente de ingresos, las rutas escolares, que es la que sustenta que los taxistas rurales puedan mantener la actividad y realizar otro tipo de servicios -traslados de enfermos y personas mayores, suministro de medicinas o alimentos-, el ámbito rural perdería un importante activo social y económico. «Si a ello se suma el abandono por parte de la Administración y las trabas para facilitar el acceso a subvenciones, así como los impedimentos para poder optar a realizar servicios que históricamente correspondieron al sector, como puede ser el transporte complementario al sanitario, el destino del taxi rural está sentenciado», asegura. Ruiz afirma que «la posibilidad» de poder optar a este tipo de transporte «podría paliar en gran medida» el problema, pero el Servicio Cántabro de Salud «se niega». «No estamos hablando en ningún momento de las urgencias, sino poder optar a realizar el que es meramente asistencial, el llevar a la gente a consultas, a rehabilitación, como lo hemos estado haciendo durante años y como hacen otras comunidades», explica.

300 familias viven del taxi rural en Cantabria, sector que se ve «abocado a la desaparición si no cambia la situación»

Apoyos

Ante esta situación de alarma, el colectivo ha presentado en los últimos meses a ayuntamientos, mancomunidades, la Federación de Municipios y los grupos parlamentarios una moción de apoyo al sector, donde se solicitan «estudiar las fórmulas para contrarrestar» esta situación, sacar a concurso de «una manera más justa» el transporte escolar y el sanitario y dotar una partida en los Presupuestos de Cantabria de 2018 para poner en marcha el servicio de taxi a demanda.

La moción, que ya ha recibido el apoyo de los ayuntamientos de Liérganes, San Felices de Buelna, Vega de Liébana, Bareyo, Peñarrubia, Arnuero, Potes, Rasines, Corvera de Toranzo y Vega de Pas y de la Mancomunidad de Liébana y Peñarrubia, vivirá mañana un día clave, ya que llega al Parlamento, donde se debatirá y votará una proposición no de ley presentada por el Grupo Regionalista relativa al estudio de modificaciones legales en las convocatorias de los concursos de transporte escolar y sanitario y a la implantación del taxi a demanda en las zonas rurales.

Este servicio consiste en facilitar el desplazamiento de los habitantes de núcleos alejados y dispersos, sin otro medio de comunicación o con frecuencias muy reducidas, a las poblaciones de cabecera de su comarca, donde se encuentran los principales servicios (centro de salud y organismos oficiales). Asimismo, sirve para enlazar estos núcleos con las líneas de transporte regular de largo recorrido o estaciones de tren. Se reservaría telefónicamente o de manera telemática el día laborable anterior y el usuario abonaría una parte del precio mediante el pago de un billete mientras que el Gobierno regional subvencionaría la diferencia hasta una cantidad fija mensual en función del número de billetes expedidos.

Además, respecto al transporte escolar, la Federación Cántabra del Taxi ha presentado recursos a varias adjudicaciones que «consideramos contrarias a derecho», y ha denunciado ante la Consejería de Educación «las diferentes irregularidades» detectadas en la ejecución de los contratos, tales como subcontratación, realización con vehículos no ofertados o con más de un vehículo por parte de las empresas de autobuses y de vehículos de arrendamiento con conductor.

Manu Andoni Ruiz considera que «urge un cambio normativo» de cara al concurso del próximo curso para que los taxis rurales «puedan optar en igualdad de condiciones con las empresas de autobuses y para que las adjudicaciones sean más justas». Además, añade que supondría «un abaratamiento de costes muy importante» para la Administración, porque «no tiene sentido que una ruta escolar que tiene sólo cuatro o cinco alumnos la realice un autobús». Entre otros cambios, pide que las rutas de ocho alumnos o menos puedan salir a concurso de forma diferenciada del resto o que no se impida a un taxi de un municipio presentarse a la ruta de otro colindante. Otra alternativa que se promueve es el establecimiento de 'Áreas Territoriales de Prestación Conjunta'.

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