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Valdecilla brinda por primera vez a los padres la opción de asistir a la cesárea

Valdecilla brinda por primera vez a los padres la opción de asistir a la cesárea

El servicio de Ginecología y Obstetricia introduce el contacto piel con piel en quirófano. «El vínculo familiar estabiliza al recién nacido, es la mejor cuna que le podemos dar»

Ana Rosa García

Santander

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Jueves, 8 de marzo 2018, 12:31

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El servicio de Ginecología y Obstetricia de Valdecilla acaba de dar «un salto de gigante» en la humanización del parto al abrir la posibilidad de que la mujer pueda estar acompañada por su pareja durante la cesárea, como ocurre siempre que el parto es natural, y disfrutar del contacto piel con piel con su bebé desde el primer momento. La responsable de servicio, Yolanda Jubete, celebra «el éxito» de las primeras experiencias -se empezó el 15 de febrero- y da por cumplido uno de los principales objetivos de su jefatura. «El padre entra desde el principio al quirófano y se sienta en la cabecera, si quieren pueden ver el momento del nacimiento (se retira el paño verde). Al recién nacido se le coloca en el abdomen, para favorecer el contacto piel con piel, y que pueda reptar para mamar. De esta forma, la primera toma puede darse incluso en quirófano», señala la ginecóloga. No obstante, aclara que la cesárea humanizada se ofertará a las embarazadas «independientemente del tipo de alimentación que se vaya a dar». Es decir, también aquellas mujeres que renuncien a la lactancia materna podrán beneficiarse de una cesárea con la compañía de su pareja.

«Para nosotros el padre es un aliado. Su presencia en quirófano, un ambiente hostil y desconocido, va a disminuir la ansiedad de la mujer. Aunque sea una extracción no natural, permite que ambos puedan vivir el momento del nacimiento dentro de una recreación más familiar», subraya Jubete. Recuerda que «el contacto piel con piel tras la cesárea favorece el vínculo afectivo madre-hijo. Ese vínculo familiar estabiliza al recién nacido, es la mejor cuna que le podemos dar». Desde hace meses, un equipo de profesionales, integrado por ginecólogos, anestesistas, pediatras, supervisoras de matronas y del bloque quirúrgico, personal de enfermería y coordinadora de lactancia, trabajaba en la elaboración de este protocolo, aprobado el 9 de febrero. «De entrada, se ha introducido en las cesáreas programadas de bajo riesgo los jueves y viernes, más adelante se ampliará al resto de la semana, en cuanto dispongamos del espacio necesario en el área de reanimación», apunta.

«Ha sido precioso, tan humano como un parto natural»

«Siempre guardaré un precioso recuerdo de la cesárea. Ha sido igual de humano que un parto, con la única diferencia de que voy a tener una cicatriz en la barriga. Emocionante se queda corto. Ver cómo sale, que te pongan a la niña en el pecho, como había imaginado cuando creía que iba a dar a luz de forma natural, tener a mi marido al lado... es que no lo veía como una cirugía», cuenta Beatriz González desde la planta de maternidad de Valdecilla. Ella ha sido una de las primeras mujeres en disfrutar de esta experiencia pionera, con el nacimiento su primera hija, Daniela. «Cuando supe que iba a ser cesárea fue un disgusto, hasta que me explicaron las condiciones. Al final, he podido vivir el momento más emocionante del proceso del embarazo, disfrutar del contacto piel con piel y empezar con la lactancia materna, con apoyo en todo momento».

Esta nueva forma de trabajo, «que no está implantada en muchos hospitales de España», aporta «importantes beneficios». La jefa de servicio de Ginecología y Obstetricia destaca que «permite una adecuada transición del recién nacido hacia la vida extrauterina (mayor oxigenación, mejor regulación a su temperatura corporal, menor riesgo de hipoglucemia...), al tiempo que, «en mujeres que han decidido la lactancia materna supone una mayor garantía de éxito. Se ha demostrado que en las dos primeras horas tras el nacimiento el bebé es más receptivo a esos primeros contactos, lo que aumenta la duración de la lactancia».

Acreditación IHAN

Además, añade, «para la mujer, dar el pecho en ese momento aumenta la secreción de oxitocina, lo que implica que disminuye la ansiedad y estrés y mejora la aparición del calostro». Este cambio en la asistencia a las cesáreas coincide en el tiempo con la acreditación de Valdecilla de la primera fase del Programa IHAN, 'Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia', recogida la semana pasada en el Ministerio de Sanidad por la neonatóloga Pilar Gortázar, presidenta de la Comisión IHAN de Valdecilla.

En esta primera fase de implantación, el servicio está siendo restrictivo con las cesáreas que pueden optar al contacto piel con piel y a la presencia paterna. «Iremos aumentando de forma paulatina, aunque siempre va a haber alguna mujer que no se podrá beneficiar, como por ejemplo en caso de prematuros, nacidos por debajo de las 35 semanas o con bajo peso. Tampoco se aplicará el protocolo en cesáreas urgentes, donde se ve que hay pérdida del bienestar fetal, se ha detectado una malformación congénita o un desprendimiento de placenta», explica. Sin embargo, en los embarazos múltiples no se descarta que se pueda introducir.

Visitas guiadas al paritorio «para ayudar a la embarazada en la toma de decisiones»

Las embarazadas que quieran dar a luz en Valdecilla tienen la oportunidad de asistir a las visitas guiadas al paritorio que oferta el hospital cada quince días. Además de conocer las instalaciones, «se informa de cuestiones que son importantes de cara al parto, como los criterios de admisión cuando llegan a urgencias, en qué consiste el parto no medicalizado o de mínima intervención (sin intervención sanitaria), tipos de analgesia, ya que aparte de la epidural, existe la posibilidad de ofertar la inmersión en la bañera o el óxido nitroso», explica la jefa de servicio de Ginecología y Obstetricia, Yolanda Jubete. «También hay diferentes técnicas de relajación de las que se pueden beneficiar las mujeres. Se trata de que estén bien informadas para ayudarles en la toma de decisiones».

En este sentido, destaca que el servicio está abierto a «escuchar las preferencias de las embarazadas, me parece enriquecedor». Por eso, está en contacto con asociaciones como El parto es nuestro, La buena leche y Ohana. «Es importante tener su visión, porque una parte de la población nos demanda una nueva forma de trabajo.Esas mujeres tienen claro lo que quieren y expresan cómo les gustaría que les atendieran. Plantean cosas razonables que intento trasladar al servicio de Ginecología y Obstetricia. Creo que debemos abrirnos más a la sociedad, porque tenemos en nuestras manos un momento familiar e íntimo, del que las mujeres tienen que ser protagonistas». Por ello, insiste en que «la comunicación es muy importante. Hay que animarlas a que propongan su plan de parto, que hablen con las matronas de Atención Primaria y sepan a qué se van a enfrentar cuando lleguen al paritorio».

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