Ellas también le cantan al carnaval

Pero ayer ellas fueron mayoría. Y, una edición más, demostraron su valentía para subir sus coplas al escenario. Las pioneras, hace ya treinta años, fueron Las Marchosas que siguen al pie del cañón siendo un ejemplo para las nuevas agrupaciones como Las Otras o Las Lolas, llegando esta última murga a hacer historia con su presencia en la gran final de los tres últimos años. Santoña ya conoce el repertorio y el disfraz de las trece murgas que compiten en esta edición del concurso para hacerse con la victoria. En la tarde de ayer se dejaron la garganta las cuatro últimas agrupaciones tras un intenso fin de semana en el que las críticas y las carcajadas se han entremezclado con los aplausos y la piel de gallina.

Pero que nadie piense que este espectáculo llega a su fin. Nada más lejos. El próximo fin de semana todas las murgas volverán a pisar las tablas con nuevos cuplés y pasodobles en sus letras y con la difícil tarea de conquistar al jurado y asegurarse una plaza en la gran final.

Con ese propósito se presentaron ante el público Los Multimillonarios que llevaron la carpa hasta su particular playa en la que trabajan como vendedores ambulantes. Aparcaron por unos minutos su carro de «agua, cerveza y frutos secos» para rendir un emotivo homenaje a los niños con síndrome de down y defender el «sentimiento por encima del dinero». En el popurrí contaron que «Santoña es el mejor paraíso para vivir porque tenemos todas las fiestas habidas y por haber» y antes de despedirse, repasaron una por una todas playas de Cantabria para prometer que, ahora, «desfilarán a la orilla del mar».

Dispuesta a tirar del carro, pero esta vez del de la vida, aparecieron en escena las amas de casa de Las Lolas. Su murga fue un homenaje a las amas de casa que «cargan con todo el peso del hogar». Abrieron las puertas de su casa para clamar por una mujer con libertades para después criticar al alcalde por «hacer pactos que ni tú te creías», en alusión a su unión con la edil Nanda Linares. Con desparpajo compararon los telones de las murgas con «cuadros de Picasso» por el «nivel brutal de las escenografías». Y en reconocimiento a todas las murgas de mujeres reclamaron que también tienen derecho a ser pregoneras del carnaval.

El tiempo de jugar llegó con las muñecas recortables de papel de Las Otras. Estas jóvenes viajaron al pasado con este juguete que, antaño, «hacía de las tardes un bonito cuento de hadas». Esta elección del disfraz les valió para reclamar que es importante «jugar con los niños y que se comuniquen» para, después, alzar sus voces y pedir «stop al maltrato». Con fina ironía dijeron que a Nanda lo que le hace falta «es un tío guapo que le lleve a cenar», y reconocieron ser unas «yonkis» del wattshapp. Antes de apagar sus voces, denunciaron que la anterior concejala de fiestas no les ha pagado el premio de cantar el sábado de carnaval.

El broche del concurso lo pusieron Las Marchosas que como buenas mayordomos llegaron pa limpiarte el corazón de lloros, penas y males. En su actuación lanzaron una pulla al jurado para que sea «imparcial» porque «en el carnaval todos los curramos». No dudaron en tildar a Artur Mas de «caradura por robar a su gente» y lamentaron que la anterior alcaldesa «dejó sin cobrar un año entero al cuarteto de mi pueblo».