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La densa humareda tapó por completo los edificios de la urbanización Vela Mayor, situada a escasa distancia del foco.
Un vecindario de Castro, en vela por un incendio forestal

Un vecindario de Castro, en vela por un incendio forestal

"No nos planteamos una evacuación porque no hubo peligro real para las viviendas, aunque los vecinos estaban asustados", ha contado el jefe del parque de Castro Urdiales

Mariña Álvarez

Viernes, 26 de agosto 2016, 13:25

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Parecía uno de tantos incendios de vegetación que proliferan cuando sopla viento sur pero acabó dando más trabajo del previsto a los bomberos y causando una alarma considerable en un núcleo de viviendas de Castro Urdiales. Hubo un primer foco a las siete de la tarde, que se apagó a las diez y media. Pero la 'alegría' apenas duró media hora. A las once se reavivó prolongando las segundas tareas de extinción hasta más allá de las tres de la madrugada. Y aún hoy por la mañana los bomberos han vuelto a la zona acompañados por la Policía Local a refrescar los rescoldos en un terreno chamuscado y humeante. El suceso deja multitud de imágenes en las redes sociales tomadas tanto por los efectivos de extinción como por los vecinos, muchos siguiendo el operativo desde la calle, otros tantos parapetados en sus casas escondidas en medio del humo negro con las ventanas cerradas a cal y canto.

Según ha explicado el jefe de los bomberos de Castro Urdiales, José Manuel Tena, el fuego se desató a escasos doscientos metros de la urbanización Vela Mayor, un importante núcleo residencial formado por quince bloques de pisos en varias filas en Brazomar. El foco estaba en una zona de arbolado cercana también a la salida sur de la A-8 a Castro Urdiales. Acudieron varios efectivos del parque y del Servicio de Montes, que dieron por extinguido el incendio a las 22.30, "pero quedaban puntos calientes aún sin enfriar", explicó, y a las 23.00 se reavivó de nuevo y hubo que volver al lugar.

Entre tanto, numerosos residentes de esos bloques bajaron a la calle "nerviosos, se asustaron, les tuvimos que tranquilizar, porque no se contempló la evacuación de esas viviendas, no se vio un peligro real", contó, aunque el panorama que veían los vecinos era el de sus casas totalmente escondidas bajo una densa humareda, la que generaba el propio incendio y propagaban las labores de extinción. Desde Emergencias Castro se lanzó un aviso al vecindario, recomendándoles que cerraran sus ventanas.

En la segunda parte del dispositivo se remojó todo el perímetro y los cortafuegos practicados cumplieron su función. Y aunque las llamas estaban muy cerca de la autovía, tampoco fue necesario interrumpir el tráfico. Simplemente se señalizó esa salida de la A-8, donde el coche de los bomberos estuvo apostado en el arcén durante toda la noche, para que los efectivos trabajaran con seguridad.

Fue provocado

El incendio se localizó en una ladera justo entre dos carreteras, la propia A-8 y la que conduce al Alto de las Muñecas, que pasa por Santullán y Otañes. El guarda forestal realizó una primera inspección y no encontró ningún punto de ignición natural. Se da por hecho, por tanto, que ha sido provocado.

Aunque la pendiente del terreno, que es propiedad particular, lleva a descartar que el motivo pudiera ser el aprovechamiento de pastos -la causa más habitual entre los incendios provocados en Cantabria- se piensa que el incendiario pudiera haber pretendido limpiar de maleza la zona prendiéndole fuego. La investigación, no obstante, sigue su curso para encontrar pruebas que constaten que fue provocado, primero, y buscar al autor después, con entrevistas a posibles testigos del incendio.

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