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Alberto, con la maqueta del edificio del bar Buciero y con la réplica de una fachada de una casa de La Alberca, pueblo de Salamanca.
Y el edificio del Buciero se hizo maqueta

Y el edificio del Buciero se hizo maqueta

El santoñés Alberto San Emeterio crea una réplica a escala reproduciendo todos sus detalles

Ana Cobo

Domingo, 26 de marzo 2017, 21:07

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La maqueta la hizo en el año 2008. Y hasta ahora la ha tenido guardada en casa, lejos de la mirada de curiosos. Su amigo Sergio Valle le animó a llevarla a su librería Nuevo Áncora para exponerla en el escaparate. Y el pasado lunes subió una fotografía a una red social generando gran expectación. Y es que la obra en cuestión reproduce con todo detalle el emblemático edificio en el que se ubica el bar Buciero. Su creador, el santoñés Alberto San Emeterio, ha construido a escala este inmueble con sus inseparables balconadas de estilo galería y su fachada decorada en su parte superior con molduras de escayola que se estilaban el siglo pasado.

La madera es el material principal que ha empleado este artista para dar forma al grueso de la maqueta. "Para mis trabajos utilizo todo tipo de maderas como contrachapado, ocume, madera de balsa... Las compro o busco y si no encuentro las medidas que quiero, a partir de una tabla voy haciendo yo lo que necesito; y en algunos casos las tinto primero para conseguir el color que quiero", explica. También se vale de piedras de cerámica, yeso, escayola, pintura... incluso, a veces, utiliza cables para crear algunas formas.

Para hacer la maqueta del edificio del Buciero empleó casi siete meses. Un tiempo largo pero, aclara, que solo dedica sus ratos libres a esta afición que no se le da nada mal. El gusanillo por la construcción de maquetas se le despertó con apenas 14 años. Recuerda que su hermano le regalo el clásico kit para montar un pequeño barco. Le costó lo suyo hacerlo pero no tiró la toalla. Y, desde entonces no ha dejado de unir y pegar piezas con sumo mimo y paciencia para dar forma a distintas réplicas en miniatura. "Es algo que me gusta, me relaja y me parece constructivo". Algunas maquetas las hace para él, otras las regala "porque sino no me entran todas en casa" y otras son encargos. "Puedo construir cualquier maqueta que me pidan", explica San Emeterio. Y es que sus obras se venden al público. De hecho, a la maqueta del Buciero le salieron compradores en apenas unas horas tras difundirse su foto.

"Hago de todo"

A esta entrevista acude con otra de sus réplicas para mostrar su arte. "Voy haciendo un poco lo que se me va ocurriendo pero intento que sean cosas distintas". Así, ha hecho casas, lámparas, barcos, letras y lápices de cartón para decorar una biblioteca y hasta una curiosa figura de Lego... Entre sus joyas guarda con cariño una maqueta de una casa rústica de La Alberca, un bello pueblo de Salamanca. La fachada está hecha con todos los detalles: macetas, musgo, tiestos de cartón con sus florecitas, ventanales de madera... Actualmente, está enfrascado dando forma a otra fachada que se encuentra en la plaza de Abastos. No obstante, Alberto reconoce que el edificio del Buciero es su "buque insignia".

¿Y cómo se te ocurrió hacerlo?. La respuesta es un tanto curiosa. Alberto cuenta que en el restaurante Casa Tino de su hermana tiene colgadas maquetas de cuatro fachadas rurales. "Las vieron unos clientes y me dijeron que si era capaz de hacer una del edificio del Buciero para regalárselo a sus amigos del bar". Y, por supuesto, que fue capaz. Hasta pintó la fachada con el mismo color. "Le pedí un bote de la misma pintura al obrero que lo hizo para que fuera lo más exacta".

Una vez terminada la maqueta, "se echaron para atrás y me la querían mal pagar pero yo no quise porque me había llevado mucho tiempo hacerla". Confiesa que no le importó porque sabía que "había quedado bien y la cogí cariño". Eso, fue en 2008, y, hasta ahora, la ha tenido guardada en casa. Su timidez le retrae de dar publicidad a sus obras de arte. Pero Sergio, su amigo, le ha insistido en que las tiene que promocionar. En la librería también se venden varios cuadros pintados por Alberto en acrílico y con rotulador de estilo Pop Art. Si alguien quiere encargarle alguna maqueta se puede dirigir allí. Él la hace realidad.

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