Espacio Espiral invita a un viaje poético a la memoria histórica

«Somos las mujeres que poblaron los sueños de otros. Somos las mujeres que acunaron las cunas vacías. Somos las mujeres que lloraron las tumbas sin flores. Somos las mujeres que sobrevivieron a la guerra». Así resume Maite Tarazona el argumento de su último trabajo en el que las mujeres se dan cuenta de que «la memoria es más que un simple recuerdo y mucho más que solo palabras», indica la actriz y directora. Flores en las cunetas es un proyecto sobre mujeres, «aquellas que después de perderlo todo luchan por sobrevivir. Aquellas que después de perder la guerra y la utopía de un mundo en igualdad, siguieron luchando por sobrevivir en un mundo de posguerra en el que ya no había espacio para ellas, un mundo en el cual no se les permitía llorar a sus muertos o expresar sus verdaderas creencias, un mundo regido por la opresión y el silencio. Un silencio que dio forma a sus almas y a sus cuerpos», explica Tarazona.

El montaje parte de un texto de creación propia en el que se insertan fragmentos de textos de Chantal Maillard, León Felipe y Heiner Müller. El trabajo ha sido posible gracias al apoyo del Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Vizcaya, por las becas de formación actoral concedidas a la actriz durante tres años, el apoyo del Instituto Grotoswki de Wrocaw, por la concesión de varias residencias artísticas, y del Instituto Mickiewicz o la Casa de las Artes de Alanís de la Sierra.

Maite Tarazona es actriz, investigadora e ingeniera eléctrica, nacida en La Rioja y afincada en el País Vasco. Becada por la Diputación Foral de Vizcaya para continuar sus estudios de formación actoral en el Instituto Grotowski en Polonia como centro de referencia, allí llevó a cabo un proyecto de investigación teatral basado en el silencio y la represión durante la Guerra Civil Española. De este trabajo de investigación nació la pieza Flores en las cunetas, estrenada en Polonia en junio de 2014 en el Instituto Grotowski de Wrocaw. En España se estrenó unos meses después en el marco del Certamen de Nuevos Creadores Teatrales, que tuvo lugar en Sevilla.

Tras su paso por Polonia, la artista regresó a España donde formó su propia compañía: Maite Tarazona. Colabora con artistas nacionales e internacionales, en la búsqueda de un lenguaje propio y nuevas formas de expresión que permitan crear puentes entre las personas, el arte y la ciencia, la memoria y el olvido, la voz y el silencio. El objetivo es poder hablar de lo que no puede ser hablado, para escribir con el cuerpo y con la voz lo que las palabras por sí solas no son capaces de decir.