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Pedro Calderón acompaña sus cuadros con una instalación para la que usa el ‘esqueleto’ de un viejo ‘boogie’.
La búsqueda de Pedro Calderón

La búsqueda de Pedro Calderón

El artista santanderino expone en Inder&Espacio las creaciones realizadas en los dos últimos años

Rosa Ruiz

Lunes, 3 de octubre 2016, 07:22

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La amplia trayectoria artística de Pedro Calderón (Santander, 1961) se centra en una «continua búsqueda». Así lo explica a este periódico en la Sala Inder&Espacio en la que muestra sus últimas pinturas y una pequeña retrospectiva hasta el próximo día 20 de octubre.

La exposición se compone de un total de 38 cuadros la mayoría elaborados en los dos últimos años a la que ha preferido no poner título, pero que tienen un nexo común que la relaciona con el mundo del cómic, con el futuro y con los «extraños artefactos» que podrían formar parte de los escenarios de la película Mad Max «un filme que marcó a mi generación», dice.

En el centro de la sala, el esqueleto de un boogie, al que se le ha añadido una pequeña ala, introduce al visitante en ese mundo onírico del artista cántabro en el que neumáticos gigantes, vehículos destartalados, grandes camiones, viejas fábricas humeantes y globos gigantescos «asombran» desde los lienzos a los individuos que los contemplan.

Y es que, la sorpresa y admiración del ser humano ante el mundo que le rodea es otro de los referentes de la obra de este veterano artista, miembro de una de las sagas de creadores más relevantes de Cantabria, que dota de grandes dimensiones ese imaginario suyo contemplado por seres humanos pequeñitos fascinados ante lo que les rodea.

Sus últimos cuadros buscan la estética de esos «artefactos» como él mismo los denomina y que «ha recuperado» para esta muestra, porque «cada vez pienso más en divertirme y menos en la obra», dice.

El espacio expositivo, que ocupa la Sala Inder&Espacio en la antigua sede de la galería Sol St. Fresia Puente en la santanderina calle del Sol se presta a la propuesta. Algunos de los cuadros están pensados, precisamente para ocupar estas paredes.

Los primeros que se pueden contemplar, los más antiguos, llevan otro sello del autor en sus marcos, elaborados con algunas de las maderas que las mareas arrastran a alguna de sus playas favoritas como La Arnía y que son por sí mismos otra obra de arte.

Son pinturas de formato más pequeño en las que se reconoce aún más el imaginario de este autor incansable y coherente «en su persecución de ese mundo propio que da voz a su pintura», según señala sobre la propuesta la poeta y escritora Marián Bárcena.

Son tal vez los cuadros que más recuerda la obra de su padre, Ramón Calderón, una figura bien presente en su trayectoria. «¿Qué si me ha marcado el apellido en mi carrera?, Más bien me ha ayudado», señala. Y su fascinación por este mundo que nos rodea, el asombro que intenta plasmar en sus cuadros aparece también en este momePedro Calderón acompaña sus cuadros con una instalación para la que usa el esqueleto de un viejo boogie.nto de la entrevista. «A menudo me pregunto cómo serían las obras de mi padre y mi tío (Fernando Calderón) en la actualidad. Creo que no tendría nada que ver con lo que hicieron porque el mundo ahora es tan diferente al que vivieron ellos...».

El artista, que no había expuesto de forma individual desde 2014, se explaya en su obra más nueva hacia formatos de gran tamaño en los que juega con todos esos vehículos que bien podrían formar parte de la flota de una nueva entrega de Mad Max. Son los más «divertidos» y una nueva línea de trabajo en la que sigue buscando. «Todo va unido al momento que estoy viviendo. Y esto es lo que hago ahora», concluye.

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