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Escultura 'Child' de Bruce Conner.
Bruce Conner, un camaleón del arte moderno

Bruce Conner, un camaleón del arte moderno

El Reina Sofía ofrece la primera muestra en Europa del polifacético y plural creador, pionero de las instalaciones y del videoclip

Miguel Lorenci

Martes, 21 de febrero 2017, 12:48

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Hijo de Duchamp y padre del videoclip. Así cabe presentar a Bruce Conner (1933, McPherson, Kansas-2008, San Francisco), polifacético y plural artista de quien el Museo Reina Sofía ofrece la primera exposición en España y en Europa. El director del museo, Manuel Borja-Villel lo avala como "uno de los artistas norteamericanos más brillante, perspicaz y relevante de la segunda mitad del siglo XX". La muestra reúne más de 250 obras que abarcan los cincuenta años de trayectoria de este camaleón del arte moderno que alternó técnicas, soportes, medios e identidades. Fue pionero en la realización de instalaciones con materiales encontrados, de la vanguardia cinematográfica y de los videoclips. La retrospectiva reúne piezas de cine y vídeo junto a pinturas, ensamblajes, dibujos, grabados, collages, tapices, fotografías, arte conceptual y performances.

"Se reinventa sin descanso y parece varios artistas a la vez" destaca Borja-Villel de un Conner cuya extensa y variada obra va de lo conceptual a lo contracultural pasando por el punk. Surge en la escena artística de California y aborda cuestiones que preocupaban a la sociedad norteamericana de posguerra: de la incipiente cultura del consumo al terror ante el apocalipsis nuclear. Hizo de la alternancia de medios la seña de identidad del arte del siglo XXI, adoptando diferentes técnicas y, a menudo, creando piezas híbridas que se encuentran a medio camino entre la pintura y la escultura, el cine y la performance, el dibujo y el grabado.

En el inicio de su carrera destaca como uno de los primeros artistas en realizar instalaciones con materiales encontrados. Sus objetos escultóricos en relieve y exentos, como Child (1959) y Lookin glass (1964), lograron un amplio reconocimiento en su momento, "tanto por su maestría en la composición como por su carácter decididamente lúgubre", según destacan los comisarios, Rudolf Frieling y Gary Garrels, y el director del Museo, Manuel Borja-Villel.

Es también uno de los pioneros de la vanguardia cinematográfica, capaz de redefinir la noción de cine incorporando imégenes de la más diversa procedencia -desde las cuentas atrás que precedían a las películas en los primeros años del medio, hasta avances de estrenos, cortometrajes didácticos y noticiarios- al que añade secuencias rodadas por él en 16 milímetros.

Desarrolló un método de edición rápida que caracteriza su trabajo junto con sus bandas sonoras de música pop, como en sus piezas Cosmic Ray (1961) o Breakaway (1966), tenidos hoy por los primeros antecedentes del videoclip musical.

Las películas de Conner, como sus instalaciones, abordan aspectos inquietantes que aún hoy resultan actuales. "Adopta a menudo una perspectiva política incisiva y se aproxima a problemáticas como la violencia en la cultura norteamericana, la cosificación del cuerpo femenino y el holocausto nuclear" destacan los organizadores de la muestra.

En virtud de sus innovaciones estructurales y de su atrevida temática, películas como 'A movie' (1958), 'Report' (1963-1967) y 'Crossroads' (1976) se han convertido en hitos del cine experimental americano.

Organizada por The San Francisco Museum of Modern Art en colaboración con el Reina Sofía, la muestra permite entender la riqueza del trabajo de Conner a través de sus obras más influyentes pero también otras menos conocidas, como sus pinturas de los años cincuenta. También se presentan por primera vez en varias décadas obras muy frágiles y apenas expuestas, como el assemblage restaurado Child (1959), y trabajos que creó en los últimos años de su vida, tras "retirarse" oficialmente como artista.

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