Las salas Groucho denunciarán a la Filmoteca por "intromisión"
José Pinar anuncia que recurrirá en los "próximos días" a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia
DM .
Martes, 7 de febrero 2017, 07:26
El propietario del cine Groucho de Santander, José Pinar, anunció ayer que en los "próximos días" presentará una denuncia ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), bajo la iniciativa de la Federación de Cines de España (FECE), por lo que considera "continua intromisión" de la Filmoteca de Cantabria en el cine comercial.
Después de un largo paréntesis, Pinar vuelve a denunciar por "competencia desleal" a la Filmoteca. Y aclara que toma esta decisión, tras quince meses desde la reapertura del cine Groucho en 2015, al "constatar fehacientemente" que la Filmoteca, dependiente de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria, "no tiene intención de variar sus contenidos" que, según dice, son "ilegales en un 50%".
Según Pinar, el cine Groucho vienen sufriendo desde su apertura, hace doce años, al igual que los otros exhibidores de estreno en Santander (Cinesa y UCC), una "continua competencia desleal" por parte de la citada Consejería a través de la Sociedad Regional de Cultura y Deporte, encargada de la programación de la Filmoteca, con sede en el cine Bonifaz de Santander.
Añade que en el funcionamiento del cine Bonifaz "todo, y desde hace muchos años, es turbio e irregular"; así, señala que está dado de alta "como si fuese un cine privado, cuando es bien conocido su carácter público. Pinar considera además que el nombre de Filmoteca "se pone de forma caprichosa, para confundir", porque "tampoco existe jurídicamente como tal después de más de 25 años de autogobierno" en Cantabria sin desarrollar la competencia.
Recuerda que el edificio "también pasó por una serie de irregularidades con sus licencias de obras y apertura que lo obligaron al cierre de la actividad durante casi un año". "Todo suma en este desbarajuste", recalca Pinar, para quien "lo más grave", no obstante, es que "el 50% de su programación/contenido es ilegal según la ley de cinematografía actual".