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La escritora Julia Navarro, en Nueva York.
Julia Navarro viaja al fondo del mal

Julia Navarro viaja al fondo del mal

"Nos seduce asomarnos al abismo", dice la autora de 'Historia de un canalla'

Miguel Lorenci

Sábado, 13 de febrero 2016, 07:15

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Julia Navarro se la juega. La escritora y periodista (Madrid, 1953) cambia de registro en una pirueta narrativa con la que espera seducir a sus millones de lectores. Les invita a viajar al fondo del mal. A penetrar en la retorcida mente de un canalla superlativo. Indaga en los porqués de la maldad a través de Thomas Spencer, un ser abyecto, execrable, tan seductor como amoral, protagonista de su 'Historia de un canalla' (Plaza y Janés).

Violento, maltratador, manipulador, egoísta y exquisito encantador de serpientes, es un tiburón de la publicidad que pone su privilegiada inteligencia al servicio de unos políticos sin escrúpulos para quienes diseña campañas desde Londres y Nueva York. Y en el corazón de la "gran manzana" ha querido presentar su sexta novela esta fabricante de best-sellers, curtida cronista política a quien le duele "el tiro que se ha pegado en el pie" el oficio que tanto ama.

Sabe que el hombre feliz no tiene historia, así que cuenta la monumental aventura de un canalla atroz que no se arrepiente de nada. "Es un tipo ambicioso, arrogante y sin escrúpulos que avasalla para triunfar en la vida", explica. El lector conocerá desde el minuto cero la oscuridad de su alma, "pero verá que en el fondo es un personaje terriblemente débil e impotente, aunque parezca lo contrario", aclara.

No es un psicópata, "es un resentido por sentirse diferente y muy consciente de su maldad", precisa la escritora. Pertenece a la élite neoyorquina, a los privilegiados vecinos de Central Park, pero el origen hispano de su madre será un estigma. "No es rubio como su hermano. No se parece a su homogéneo núcleo social anglosajón puro, lo que genera el resentimiento hacia su madre que marcará su vida y su relación con los demás", resume la autora.

¿Es una indagación sobre el origen de la maldad? "Sí. Un viaje al fondo del mal", concede la escritora, que busca los porqués de la maldad y el resentimiento. Un mal "que a todos nos seduce, que nos aterra y estremece, sí, pero nos atrae, a veces de forma irrefrenable, y nos hace mirar en su abismo, aunque solo sea para rechazarlo". "El lado claro de las cosas, la bondad, nos conforta pero raras veces es noticia lo positivo", reconoce la escritora, que aspira a conquistar con este novelón de casi mil páginas a los lectores hispanos en Estados Unidos. Llega a la librerías de España e Hispanoamérica con 300.000 copias. Se publicará en español en marzo en el sello Vintage, la marca de prestigio de Random House para los lectores hispanos en Estados Unidos, y aparecerá en inglés en octubre.

Como espejo de la madre a la que culpa de su diferencia, las mujeres son las grandes víctimas de este depredador. "Maltratador físico y psicológico, es especialmente cruel con los más débiles, en este caso, unas mujeres a las que maltrata y manipula", explica su creadora. "Como todo maltratador, es un ser impotente, débil e incapaz de tratar de igual a igual a una mujer. Necesita aplastarla para sentirse alguien", agrega.

Describe Navarro de forma brutal el mundo de la comunicación, el tablero de juego de su diabólico protagonista. "La comunicación lo domina todo y ha cambiado nuestra condición de ciudadanos por la de consumidores", lamenta. "Nos venden a un político como a un detergente, y nos crea la necesidad compulsiva de consumir en una sociedad conectada pero incomunicada en la que la publicidad y la comunicación hacen del mundo un auténtico pañuelo", es el aterrador diagnóstico de la escritora.

Sabe que las buenas campañas de comunicación política "mueven votos desde los platós en todo el mundo, como hemos visto en España", y quiere llamar la atención "sobre cómo las nuevas herramientas de comunicación determinan la elección". Todos somos a menudo víctimas de brillantes manipuladores como Thomas Spencer, advierte Julia Navarro, para quien "solo la formación nos permite distinguir qué hay tras la publicidad y sus campañas magistrales y salvajes; ver cómo sus armas se trasladan a la política, hoy un espectáculo, un show televisivo", dice Navarro. "La única manera de que no seamos meros consumidores es a través de la educación. Pero los planes de estudio son cada vez más empobrecedores. Que Filosofía o Historia del Arte sean marías o desaparezcan es una tragedia. Restan posibilidades y herramientas para decidir con libertad y conocimiento", lamenta.

Con casi cuatro década como periodista, cree que la profesión "se ha pegado un tiro del pie". "Las nuevas tecnologías lo han cambiado todo y el desconcierto nos impide reaccionar", se duele. "Las empresas periodísticas se han equivocado. Soñaban con más audiencia, pero sucumben al gratis total en la red y pierden a los lectores". "Es un disparate. Han devaluado la labor de unos periodistas que trabajan gratis o por sueldos de miseria para quienes acceden a una información por la que nadie paga", denuncia. Recuerda que "la información surge del rigor, la profesionalidad y la dedicación de quienes la elaboran"; que "la democracia es imposible sin el periodismo" y que "sin esos profesionales que busquen la verdad y se juegan la vida nos iría mucho peor".

Crítica Navarro "la injusticia y el adanismo" de los nuevos políticos que abominan de su antecesores. "La política no empieza con Podemos y compañía. Aquello que llaman régimen del 78 fue todo un éxito a pesar de sus defectos. Se hicieron las cosas razonablemente bien. La Transición se estudia como un modelo de éxito en las facultades de todo el mundo", hace notar. "Los sistemas también deben regenerarse porque se agotan y el sistema daba señales de necesitar un cambio y los responsables políticos al hecho oídos sordos", concede. "Pero eso no significa que todo lo que se haya hecho antes no sirviera. Nuestro país es mucho mejor de lo que era antes del 75", es su análisis.

Asegura que los políticos no son ni mejores ni peores que la sociedad de la que surgen. "No vienen de Marte ni de la estratosfera, pero a veces nos disgusta lo que vemos en el espejo", dice. "Pensamos que corrupción es sólo que se roben miles de millones de dinero público. Pero corrupción es no pagar el IVA, aunque no sea comparable con las tarjetas 'black'", argumenta.

Espera Julia Navarro que su cambio de registro no desconcierte a sus fieles lectores. "Parto de cero con cada novela y con esta lanzo una moneda al aire; me la juego más que con las anteriores", admite. Está segura de que sus lectores "se sorprenderán con la dureza de la novela sin claves históricas y de unos personajes con el que es imposible empatizar". Un tipo detestable con el que ha convivido tres años. "Meterme en la piel de un personaje así me dejó exhausta. Ha sido un reto y espero que el lector que lo perciba", concluye.

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