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"Si hubieran legalizado la droga, no hubiéramos tenido ‘pablos escobar’"

"Si hubieran legalizado la droga, no hubiéramos tenido ‘pablos escobar’"

El hijo del narcotraficante de Medellín presenta este viernes en el Ateneo de Santander su último libro ‘Pablo Escobar. Lo que mi padre nunca me contó’

Lola Gallardo

Jueves, 2 de marzo 2017, 07:11

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Apenas tenía 16 años cuando la Policía mató a su padre. Creció entre sicarios y narcotraficantes. Juan Pablo Escobar (Medellín, Colombia, 1977) muestra el rostro del buen hijo que amó al padre cariñoso y repudia al matón. Primero escribió Pablo Escobar, mi padre y ahora llega a las librerías Pablo Escobar. Lo que mi padre nunca me contó (editorial Península), que este viernes presenta en el Ateneo de Santander (19.30 horas). Pablo Escobar fue el narcotraficante más poderoso del mundo. Murió el 2 de diciembre de 1993 tras un operativo policial. Escobar hijo, junto a su madre, María Isabel Santos, y su hermana, Manuela, llegaron a Argentina en 1994, donde se graduó como arquitecto y diseñador industrial. Está casado y tiene un hijo.

¿Qué es lo que su padre nunca le contó?

El libro son casi 300 páginas donde hablo de las historias que me cuentan sus enemigos. Me acerco a las personas que más odiaron a Pablo Escobar, para dar más transparencia y seriedad a un proyecto editorial sobre la historia de mi padre. Esto nos permite tener una imagen completa de mi padre y de las partes oscuras de su vida, sin medias tintas.

Entre lo que usted vivió y lo que le contaron, ¿qué es lo que más admira y lo que menos le gusta de su padre?

Creo que lo que más admiro de él es el amor por su familia y su decisión de entregar su vida para que nosotros fuéramos liberados de las garras del Estado que nos tenía como rehenes. Y lo que menos, el legado de violencia que nos ha dejado a todos como país, como cultura y como familia, con amenazas que nos perseguirán durante toda la vida.

El paso del tiempo no ha cerrado cicatrices entonces...

Eso quisiera, pero vivo amenazado de muerte por aquellos que no están contentos porque no me convertí en mi padre. ¡Qué paradoja!

  • -Qué. Juan Pablo Escobar presenta el libro Pablo Escobar. Lo que mi padre nunca me contó.

  • - Cuándo. Mañana, a las 19.30.

  • -Dónde. En el Ateneo de Santander, en la calle Gómez Oreña.

El libro relata las últimas horas de vida de su padre. ¿Cómo las vivió usted?

Descubrir cómo paso sus últimas 72 horas ha sido revelador. Me costó construir el relato porque tuve que aceptar que mi padre perdió los estribos. Conocer eso, como hijo, fue difícil porque había sido mi padre y siempre lo vi como una persona sólida, fuerte y segura y, al final, todo eso queda destruido.

A usted le presionaron para que siguiera los pasos de su padre.

Y lo siguen haciendo hoy todavía. Parece que ellos estuvieron poco tiempo metidos en este mundo y no entendieron las lecciones que esta historia nos debería haber enseñado a todos como sociedad.

¿Qué le llevó a escribir la verdadera historia de su padre?

Como familia nunca buscamos la exposición pública, pero fuimos sometidos a ella tras el escándalo y la cárcel a la que nos sometieron en Argentina en 1999. Eso nos volvió a dejar desnudos ante el mundo y nos dio la libertad para asumir nuestros orígenes y contar nuestras verdaderas historias, porque se han construido muchas mentiras utilizando la imagen y el nombre de mi padre.

¿Si pudiera cambiar la historia, ¿qué cambiaría?

Yo hubiera legalizado no solo el alcohol y el tabaco, que son las drogas que más matan, sino las que vinieron después y así no hubiéramos tenidos pablos escobar.

El primer libro habla más como hijo y en el segundo cuenta la historia desde el punto de vista de los enemigos de su padre ¿por qué?

En esta segunda parte tomo más distancia y más prudencia a la hora de hacer el relato. Revelo unas conexiones internacionales de la corrupción con mi padre. Siempre se le acusó de ser el único responsable, y lo es, pero de ninguna manera mi padre pudo ostentar semejante poder económico y militar si no hubiera sido por la connivencia de las grandes agencias superpoderosas que son quienes hoy deciden y eligen quiénes son los buenos y los malos alumnos en las drogas.

¿Cuándo supo de las relaciones de su padre con la CIA?

Me lo contó mi padre cuando estaba en el cárcel de La Catedral. La fuente principal es mi padre.

¿Habrá una tercera parte?

Vamos a ver si sobrevivo a este libro y te cuento.

Netflix hizo una serie sobre su padre, ¿qué opinión le merece?

Escribí en mi página de facebook los 28 errores de la segunda temporada y solo en tres días lo leyeron un millón trescientas mil personas. Construyen falsas historias y se incita a la juventud a repetir la vida de mi padre como si fuera una historia llena de glamour. Tal y como lo han contado glorifican el narcotráfico. No me opongo a que se cuente la historia, me opongo a que se incite a la violencia y a la repetición de la historia. Si cuando escribo sobre mi padre a la gente le quedan ganas de ser Pablo Escobar, entonces es que hice un pésimo trabajo.

En toda la historia de su padre, la CIA, el narcotráfico, la lucha contra el comunismo en Centroamérica ¿quienes son los culpables?

Todos somos responsables, desde el que compra droga y la consume hasta el que la prohibe para mejorar su negocio y el que trafica por ambición personal. Las políticas que se aplican hoy son arcaicas y deben ser revisadas. Están garantizado el poder de las organizaciones que, sin importar el títere de turno que nos pongan para entretenernos, para decir que vamos bien en la lucha contra el narcotráfico, la realidad es que narco que cae, narco que se reemplaza a los diez segundos.

¿Cambiarán las cosas con Donald Trump?

No me atrevo a emitir una opinión sobre Donald Trump.

¿Qué deben hacer los gobiernos para erradicar el narcotráfico?

La lucha está perdida por KO literalmente. La única herramienta que permite tener éxito en esta lucha es la educación de los consumidores antes de que lo sean. Hay que inyectar dinero a la educación, en vez de hacer las cárceles más grandes o fortalecer el poder militar. Es como intentar erradicar una epidemia con ametralladoras.

Terminamos la entrevista con su recuerdo familiar. ¿Cómo era su vida en casa cuando era pequeño?

Yo tenía un hogar normal hasta 1984 cuando mi padre tomó la triste decisión de asesinar al ministro de Justicia. Eso cambió la historia de nuestra familia y del país. Es el comienzo del enfrentamiento del narcotráfico como institución paralela al Estado, capaz de doblegarle y someterle a través del terror.

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