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Meurisse posa con su libro en la sede madrileña del Instituto Francés.
Belleza para sobrevivir a la matanza

Belleza para sobrevivir a la matanza

La dibujante Catherine Meurisse dibuja en 'La levedad' su experiencia vital tras el ataque a 'Charlie Hebdo'

Javier Bragado

Sábado, 20 de mayo 2017, 00:16

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No era un día para el amor. No era un día para la alegría. Era un día para la suerte. Para la buena o para la mala. Aquel 7 de enero de 2015 Catherine Meurisse se salvó de la matanza de dos terroristas con kalashnikov porque una mala noche y un autobús esquivo impidieron que llegara a tiempo a la reunión de la redacción de Charlie Hebdo. La dibujante escuchó las ráfagas que asesinaron 12 hombres y dejaron malheridos a cuatro mientras ella continuaba con vida. El trauma envió a la artista a una dimensión desconocida.

Meurisse sufrió un shock que le arrebató la memoria, la concentración y hasta su capacidad para dibujar. Viajó en busca de una cura intelectual o sensorial y después de mucho tiempo halló en Roma la luz de la belleza para guiarse. Entonces comenzó 'La levedad' (Impedimenta), una novela gráfica con más de 85.000 ejemplares vendidos en Francia. «He hecho el libro para no volverme loca y creo que no estoy loca, pero me hubiera gustado que este libro no existiera», confiesa la mujer de Aquitania durante uno de los actos de la promoción de su obra en España.

Mientras que Luz, otro de los supervivientes de 'Charlie Hebdo', describió sus tormentos en 'Catharsis', la novela gráfica de Meurisse opta por una huida de un mundo que no comprendía. Nada de reclamaciones políticas, revanchas o adhesiones a ese 'Je suis Charlie' que tanto chocó a los integrantes de la revista iconoclasta. «No creo que deba tener un comportamiento especial, bastante tengo la culpa del superviviente», se defiende la artista francesa.

'La levedad' es la travesía del sufrimiento: «Voy buscando la belleza, pero también atravieso la muerte». «Tuve miedo de hacer un libro muy egocéntrico que nadie comprendiera. Me había marchado a otro planeta», recuerda la dibujante. Probó con las páginas de Marcel Proust, guía vital. «Pensé que podía ayudarme a reencontrarme, pero las palabras me resbalaban», reconoce. Después de trabajo psicológico, el apoyo de los amigos hasta para alimentarse y de la necesaria soledad llegó el turno de la belleza, el concepto que se convirtió en la llave de su regreso. «Lo que me ayudaron fueron más bien las artes visuales», explica la mujer que en la 'Villa Médici' italiana conoció a una comunidad de artistas que le ayudaron a superar el trauma. Ella, obsesionada con las mutilaciones después de la masacre, se transformó al observar los cuerpos sin brazos ni cabezas de un conjunto escultórico en los jardines: «Cuando estuve en Roma fue como ver a mis amigos en la redacción. Pero no fue mortífero, sino bello porque eran estatuas y eran un gesto artístico».

No trabaja para las viñetas políticas de 'Charlie Hebdo' desde 2016. «Allí aprendí a atreverme, a ser libre, a ser más intelectual, más curiosa. Fue un placer crecer a su lado. Ahora que no están he dibujado para hacerles reír porque ellos me hacían reír, pero no quiero dibujar sin ellos», justifica. 'La levedad' fue un libro distinto a sus cómics anteriores porque las viñetas se dibujaron desde el corazón y el desorden de una Catherine caótica. Meurisse, quien afirma que nunca abandonará aquel 7 de enero, no confeccionó un homenaje sino un relato personal con las compuertas de las emociones abiertas de una mujer en persecución de una salida. Gracias a la belleza, apunta a mejoría: «Primero había que sobrevivir, ahora tengo que volver a vivir».

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