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Care Santos habló de su trayectoria literaria y de su última obra, la premiada ‘Media vida’. En breve comenzará una nueva novela, de la que prefirió no desvelar detalles.
«La lectura es un privilegio. La gente que leemos tenemos una suerte inmensa»

«La lectura es un privilegio. La gente que leemos tenemos una suerte inmensa»

Care Santos, Premio Nadal 2017 con la novela 'Media vida', inauguró los Martes Literarios, ciclo que organiza la UIMP y patrocina El Diario

Mada Martínez

Miércoles, 28 de junio 2017, 08:04

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A Care Santos le quedan, aproximadamente, 15 días de promoción como ganadora del Premio Nadal 2017, logrado con su novela 'Media vida'. Ha disfrutado este periplo literario de presentaciones, mesas redondas, firmas y charlas, pero «echa de menos mi rutina de escritura, echo de menos escribir». Así que cuando se cumpla el periodo oficial de promoción, probablemente en la tercera semana de julio, se sentará a escribir su nueva novela. La tiene pensada, y para arrancar solo tiene que plasmar, en una hoja, el esquema general que siempre marca el inicio de sus novelas.

De momento, solo avanza que será una historia más contemporánea que 'Media vida', que sitúa el relato y las vidas de cinco mujeres en la década de los ochenta. Su novela en ciernes, que ahora flota en su cabeza a falta de que un 'croquis' liberador, se situará en años más recientes, más reconocibles.

De 'Media vida', de cómo enfrenta el proceso de escritura, de lo que inspira sus novelas, de las dificultades de sacar adelante un texto habló ayer Care Santos en el primer 'Martes literario' de la temporada, una cita con la literatura y sus autores que organizan la UIMP y 'El Diario Montañés'. Santos quiso plantear el encuentro -así lo expresó por la mañana ante los medios de comunicación- como un diálogo abierto, permeable a las inquietudes de sus lectores. «Ahora que está tan de moda la palabra interactiva me gusta tener una comunicación real».

En su encuentro con los lectores en el Paraninfo de la Magdalena, el primero de los once previstos este verano, Santos ensalzó el papel que realizan los bibliotecarios y profesores en un país donde los políticos maltratan a la cultura.

Lectora de poesía, confesó su querencia por Machado, la narradora considera necesaria esa inmersión en un género que permite cuidar la búsqueda de la palabra exacta, práctica siempre necesaria.

Care Santos empezó a escribir con ocho años. «Sospecho que los ocho años es la edad de la primeras decisiones conscientes. Es el primer momento de tu vida en que eliges algo por ti mismo». Ella eligió escribir. También eligió leer, porque en su casa había libros; también porque pudo aburrirse. «Soy partidaria de aburrirse, del aburrimiento, de que los niños se aburran», comentó ayer la escritora catalana, porque en ese niño o niña aburridos puede germinar la semilla de un lector «empedernido». Toda esa siembra de la niñez cuajará en la adolescencia. «Yo en la adolescencia supe que era escritora». A partir de la década de los noventa, despuntó en el ámbito literario con cuentos, novelas, como 'Trigal con cuervos', 'La muerte de Venus', 'Habitaciones cerradas' (que tuvo una adaptación para la televisión) o 'El aire que respiras'.

Santos es una entusiasta de la literatura juvenil -y autora prolífica, con casi una veintena de títulos-. ¿Qué tipo de literatura ofrecer al público en esta edad? Si bien entre los 12 y los 18 años, recuerda Santos, se dan los índices de lectura más bajos, un adolescente que sea un lector apasionado tiene muchas papeletas para mantener esa pasión en la etapa adulta. Por eso, «conseguir que no desenganchen ya está bien». En cualquier caso, para captar al lector en ciernes es «imprescindible conocerlo», nada de lanzarse a la escritura copiando modelos antiguos o a partir de meras intuiciones. «Cualquier cosa no vale, hay que partir del conocimiento profundo del lector., y, sí, también está el factor suerte». Cuando se acierta, cuando acierta, a Care Santos le invade una sensación maravillosa y también de responsabilidad.

La escritora considera que el Estado y las administraciones tienen que trabajar de forma más comprometida, a través de planes y estrategias de lectura, y, sobre todo, invirtiendo dinero. «La cultura y el dinero en nuestro país no van muy unidas».

A pesar de las dificultades, Santos rompe una lanza por los profesores y bibliotecarios, verdaderos garantes, señaló, de que la lectura cale entre alumnos y jóvenes. «Tenemos elenco de profesores que trabajan contra viento y marea, [.] entusiastas de la literatura».

¿Por qué defender e intentar que la literatura, la lectura (quizá la escritura) penetre hasta el tuétano social? Care Santos es clara: «La lectura siempre ha sido un privilegio. La gente que leemos tenemos una suerte inmensa. Ahora todos que todos podemos tener acceso [a los libros], vamos a aprovecharlo».

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