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El poeta santanderino Vicente Gutiérrez Escudero. D. Pedriza
El Desvelo publica la producción inédita del poeta Vicente Gutiérrez

El Desvelo publica la producción inédita del poeta Vicente Gutiérrez

'La mujer abolida', que abarca quince años de creación, «una declaración apasionada de guerra social», reúne textos automáticos, narraciones de sueños y poemas-collages

Guillermo Balbona

Santander

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Jueves, 19 de octubre 2017, 07:18

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Voz singular de la poesía cántabra, incansable perseguidor de espacios para el hecho poético, impulsor de revistas, foros y encuentros literarios, en sus viajes entre el surrealismo, el collage y las voces de la calle, publica estos días su nueva obra, 'La mujer abolida'. «Ella aparece ante mi cama con un aro sellado./ Lo bueno de ese aro sellado/es que en él están escritos su número de identificación/ y su fecha de nacimiento./ De modo que sé que puedo entrar en ella./ Yo entro en ella./ Yo abro la puerta./ La recuerdo que va a tener un tutor./ Le robo diez minutos./ Su menstruación marcó unas fechas./ La beso al empezar y otra vez poco antes de que acabemos./ Durante ese intervalo de tiempo/ procuro alimentarla de la mejor manera posible./Al acabar yo la debo abrazar».

El libro, nueva aportación editorial de El Desvelo en este otoño, «levanta acta del doloroso fracaso del anarco-feminismo en Occidente». Una creación que reúne numerosos textos automáticos, narraciones de sueños, poemas programáticos y poemas-collages, escritos en los últimos quince años.

Esa derrota, que refleja Vicente Gutiérrez, tuvo consecuencias catastróficas, entre ellas «el espantoso estado de sitio al que se ha visto sometida la sexualidad y la movilización de la mujer como mercancía, corpórea y simbólica, por parte de la apisonadora capitalista».

Los escritos del poeta tratan de «romper con esta dominación biopolítica, en concreto con las formas sociales en las que se desarrolla nuestro modo de amar y de experimentar las pasiones, proponiendo prácticas liberadoras y lugares de utopía desde donde erigir un imaginario emancipado». En ese sentido 'La mujer abolida' es una declaración apasionada de guerra social. La obra, que se presentará en Santander y Madrid, es una recopilación de poemas escritos a lo largo de los años con las más variadas técnicas. Un libro «militante» que lleva el prólogo de otra gran poeta, Esther Ramón, y una ilustración de Leticia Vera Seves. Esther Ramón es crítica literaria, profesora de escritura creativa y doctora en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad Autónoma de Madrid.

Leticia Vera, autora del dibujo interior de la edición, es fotógrafa, ilustradora y poeta. Ha participado en diversas exposiciones, individuales y colectivas, de galerías diversas en Madrid.

Desde las Ciencias Exactas

Vicente Gutiérrez Escudero (Santander, 1977) publicó en la colección Sol y sombra de la Consejería de Cultura, 'En la última mano', que certificaba su querencia por la experimentación, siempre bajo el signo de la búsqueda de los límites del lenguaje, «de su ruptura como camino necesario hacia la creación de más realidad, fuertemente vinculada al surrealismo».

Poeta y 'collagista', licenciado en Ciencias Exactas, sus textos y ensayos abordan la crítica del capitalismo, el espectáculo y la sociedad industrial, así como «las diferentes formas de resistir a la devastación capitalista actual mediante la reactivación del imaginario revolucionario».

Integrante del Grupo surrealista de Madrid, ha colaborado en distintas publicaciones del movimiento surrealista internacional como Salamandra, Analogon, Klidonas, Hydrolith, Brumes Blondes o Peculiar Mormyrid. El autor ha participado, entre otros, en libros colectivos como 'Situación de la poesía (por otros medios) a la luz del surrealismo' (2006), 'Crisis de la exterioridad' (2012), 'Las mercancías mueren, las cosas despiertan' (2013).

Recientemente ha publicado 'La tiza envenenada. Co-educar en tiempos de colapso' (2016), un libro de ensayos antipedagógicos. Coedita la revista 'Drosera. Comunicación onírica'y actualmente trabaja como profesor de matemáticas en un centro educativo público.

Visual y experimental

Premio José Hierro del Ayuntamiento de Santander con el poemario 'Islas de agua' en 1996, Primer Premio del Certamen de Poesía de la Consejería de Cultura, ha sido incluido en varias antologías como 'Voces poéticas de Cantabria (1977-2002)', 'Poemas para cruzar el desierto' y '25 años de creación poética en Cantabria'. En el ámbito de la poesía visual y experimental ha colaborado con diversas revistas como 'Malalletra', 'Poegramas' o las publicaciones del 'Taller estable de poesía visual y experimental' de la Universidad de Cantabria. Entre las exposiciones en las que ha participado destacan las jornadas 'I Jornadas de Poesía experimental de Euskadi 2006', la colectiva de poetas y fotógrafos 'Poesía en la imagen' en el Centro Nacional de Fotografía de Torrelavega con diversos poema-collages o en la exposición 'El obrador de sueños. Mostrar, ver y pensar. 2 años, 4 estaciones, 18 poetas visuales'.

Además, ha participado en ciclos de recitales poéticos como 'Obra abierta', en la Fundación Segundo y Santiago Montes de Valladolid, en 2008; 'Surada Poética', con la organización de dos laboratorios poéticos en los barrios santanderinos de Cueto y Cisneros, o 'Más al norte', y ha dirigido, entre otros, los ciclos 'Poetas en Europa', en Centro Cultural Europeo Eureka, en 2011.

'La mujer abolida' abarca, en realidad, gran parte de la producción inédita de Vicente Gutiérrez entre los años 2001 y 2016. Su nueva publicación está dividida en varios largos poemas-manifiestos político-programáticos y varios sub-libros: La amada abolida, El erotismo unitario y Agua futura.

«Frente a la pornografía imperial, el amor alienado, el erotismo policial o la tiranía de las apariencias», su autor propone «la orgía efímera, el acaecer-cuerpo, la mujer líquida del sueño, el sonambulismo lascivo, el voyeurismo sosegado o el amor loco».

A su juicio, prácticas liberadoras y lugares de utopía desde donde erigir un imaginario emancipado que plante cara a la civilización consumista y a su cataclismo industrial. En definitiva su obra se postula como «una declaración apasionada de guerra social».

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