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El cantante Fernando Alfaro
"He procurado contar cosas complicadas con palabras sencillas"

"He procurado contar cosas complicadas con palabras sencillas"

Fernando Alfaro participa este martes en el ciclo 'Cajas de Música' con su último disco, 'Saint-Malo'

Pilar González Ruiz

Martes, 5 de abril 2016, 08:49

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En el año 86, Fernando Alfaro (Albacete, 1964) se lanzaba al ruedo musical encabezando una de las primeras formaciones enmarcadas en un fenómeno indie naciente: Surfin Bichos. El dramatismo y los cambios de género incluidos en sus letras y melodías creó un estilo propio que evolucionó posteriormente con Los Alienistas y más tarde con Chucho, banda que lidera en la actualidad en paralelo a su proyecto en solitario. Este martes estará en los Cines Groucho (20.30 horas) con los temas incluidos en 'Saint-Malo, su trabajo más reciente.

- ¿Cómo va el rodaje de 'Saint- Malo'?

- He tenido mucho y muy bueno que contar. El 19 de mayo se cumple un año desde la salida del disco y he estado muy activo, tanto con banda como en acústico, que es como voy a Santander. También he escrito y grabado con Chucho un trabajo que sale en breve también.

- ¿Ha solapado el trabajo en ambos discos?

- He estado componiendo todo el material para Chucho recién publicado 'Saint- Malo'; empezamos a trabajar en verano y grabamos en diciembre y a la vez he estado metido en la gira por todo el territorio nacional. Estaba en un momento prolífico. Cada disco tiene 13 canciones.

- ¿Sin superstición entonces?

- Nada. ¡Mi vida es un desafío perpetuo! (ríe).

- ¿Trabajar en proyectos en paralelo cambia el sentido a las canciones?

- Evidentemente sí. Depende con quien toques, aunque hayas compuesto la canción y en su esencia sea la misma, la forma de interpretarla cada músico la lleva a un lugar u otro. Es precisamente lo que buscas, en algunos casos. Trabajar con unas u otras personas y su aportación musical.

- ¿En su caso ha sido una búsqueda predeterminada del sonido final?

- Casi ha sido una mezcla entre ese especie de selección técnica, que parece muy fría y la parte en la que te guías por circunstancias personales, que también que se da en la vida real. El resultado hace que todavía vibre más. Calamaro decía en una canción: "Rock de verdad con amistad". Parece tópico pero es cierto. La cuestión personal influye en lo musical.

- Ha contado con distintos guitarristas para diferentes temas

- Sí. El guitarrista con el que iba a grabar 'Saint-Malo' no estaba disponible y decidícon el productor, que también es el bajista, hacer de esa necesidad virtud y buscar un elenco de guitarristas allegados y decidir en qué canciones podía aportar cada uno. Eso hizo crecer el resultado final.

-¿Con matices y diferencias?

Las canciones muy distintas unas de otras, también por cuestiones de producción. Aunque el disco está basado en el formato banda, hay mucho recorrido. La principal, eléctrica o acústica soy yo y en las segundas guitarras están David, de la Bien Querida, en otra Sergio de Super, en otras el guitarra de Inspira y en otras Jordi Lanuza o Marcel Cavallé. Buscábamos el efecto de Tom Waits de los 90; esa especie de reunión de guitarristas muy personales; no especialmente técnicos pero con su propia entraña.

- ¿Por qué ese título?

- Saint- Malo es una ciudad de Francia en la que nunca he estado aunque me gustaría, pero siempre me había llamado la atención el nombre por las connotaciones que tiene en castellano. Es una oxímoron. Lo vi adecuado, porque hay como una especie de carta de navegación dentro del disco, que es un viaje hacia el norte para mí. Soy del sur, pero vivo en Barcelona y incluye esa idea de viaje, marinero o no, porque también hay trenes.

- ¿Se imagina la jubilación con un velero como canta en el single?

- ¿La jubilación? (ríe). La canción habla de un personaje baqueteado por los tiempos. No es necesariamente autobiográfica. Sí que es cierto que el disco refleja mi forma de hacer canciones en torno al tiempo. Me gusta que tengan una especie de respiración comùn. Aunque desde los 70 está desprestigiado el disco conceptual y este no lo es; no tiene una idea central en torno a la que gira, pero sí hay alguna sensación general.

- Usted empezó en el año 86. Conoce bien el paso del tiempo en el panorama musical

- Tengo experiencia y perspectiva como dices. Desde los años en los que dedicarse a la música parecía una buena idea si te sentías dotado para ello como una actividad profesional, era muy razonable. Los grupos de esa época podían plantearse vivir dignamente. Eso, por todo lo que vemos y sabemos, se ha ido deteriorando, de forma que alguno llega a los 50 y piensa si no se ha equivocado en su camino y era mejor haber terminado Derecho y tener esto como hobby.

- ¿Es su caso?

- No me arrepiento de nada; tengo una vida plena. Es difícil dedicarse a la música en exclusiva pero soy feliz con ello.

- En un momento dado optó por compartir directamente sus discos en las redes. ¿Por qué?

- Fue concretamente con el primero en solitario, con Los Alienistas. Por cierto problemas con la discográfica decidí editarlo en aquel momento. Eran los primeros tiempos MySpace y era como dar un toque de atención y en mi caso revertir una situación que se estaba poniendo difícil por quedarnos sin compañía a mitad de la grabación. Estuvo solo durante un tiempo. Estas decisiones son más tácticas que otra cosa.

- ¿No se trataba de lanzar un mensaje contra la industria?

- No es una cuestión ética. Revolucionar está bien pero también hay que sobrevivir. No es dar carta de naturaleza a posturas de conformismo, vaya por delante. El siguiente disco también lo autoedité y teníamos una postura muy activa frente a lo que la industria venía haciendo.

- ¿Mezclar términos como cucurbitácea en sus letras está al alcance de todo oyente?

- El personaje que cuenta la canción ('Saariselkä Stroll') seguramente estudió esa palabra en sus tiempos del cole y cuando no se sabe si se duerme o se muere, hay un paralelismo, se le ocurre precisamente por esa conexión neuronal, que tampoco tiene ninguna utilidad. He procurado evitar el vocabulario fuera de lo comú. A veces lo he conseguido otras no, quizá porque lo pedía la canción. Como regla general he procurado contar cosas complicadas con palabras sencillas para hacer más potente el lenguaje, pero para ser preciso, a veces hay que rescatar palabras del cajón.

- Ha cerrado un bucle participando en el homenaje a los 20 años de Niños Mutantes ('Mutanciones'), que le tenían a usted como referente.

- Sí, es curioso. A mí me contactó Josiño Carballo, su mánager, porque sabía del afecto y cariño que nos tenemos. Fueron a vernos a Surfin Bichos cuando ellos aún eran Mama Baker. Nos dieron la maqueta, nos hicimos amiguetes y fuimos coincidiendo en situaciones marcianas. Siempre ha habido muy buen rollo, les aprecio mogollón y decidí hacer la versión de 'No puedo más contigo' para darle a esa canción un toque esquizoide. Una personalidad duplicada. Unas estrofas casi de bolero, blues un poco chungo y el estallido en los estribillos tipo Nirvana o Los Pixies. Estaré el 16 en La Riviera para tocar juntos.

- Siguiendo el título de su disco anterior, ¿la vida sigue siendo extraña y rara?

- Por suerte sí. No es algo previsible.

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