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El productor musical Nigel Walker estará en Santander el 25 de noviembre.
"La música de ahora es una mierda"

"La música de ahora es una mierda"

El productor Nigel Walker, que ofrecerá una masterclass en Enclave Pronillo, ha trabajado con bandas como The Beatles, Pink Floyd o Dire Straits y tiene licencia para decir, con su peculiar acento británico, que "todo lo nuevo suena como si saliera del microondas"

Ana del Castillo

Domingo, 20 de noviembre 2016, 08:41

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Comenzó desde abajo, colocando la primera piedra de una torre que ha llegado hasta lo más alto de la producción musical. Pasó de poner capuchinos en el estudio de grabación del productor más grande de todos los tiempos, George Martin, a darle al 'record' teniendo en la pecera al ilustrísimo Mick Jagger. Nigel Walker (Londres, 1957) inició su carrera musical en la década de los 70, tiene tres premios Grammy, cuatro millones de discos vendidos (20 de platino) y 40 números uno. Entre sus clientes: The Beatles, Pink Floyd, Dire Straits, McCartney, Fito Paez, Los Rodríguez, El Canto del Loco o Pereza.

Puede sonar cursi, pero para alguien que define su trabajo como "un sueño", la música no es más que el propio latido que marca sus pasos. La de antaño, porque la de ahora es una "mierda". Así es Walker. Un profesional con las ideas tan claras como el sonido de una guitarra Martin. Por sus manos han pasado músicos -muchos- y tiene el bagaje suficiente como para permitirse ciertas licencias. "Todo lo nuevo suena como si saliera del microondas", cuenta con su característico acento británico.

Para su mentor, George Martin, hubo un tema por encima de todos. Una canción que quedó tatuada en su memoria como única e irrepetible: 'Strawberry fields forever'. Sin embargo, Walker, al igual que un padre con sus hijos, no puede decantarse por una sola obra. ¿Qué escucha en sus ratos libres alguien que pasa casi 24 horas trabajando con música? "Marvin Gaye, Ryan Adams, Wilco, Calexico, John Mayer, mucha música country, Isaac Hayes, Stevie Wonder, Black Crowes. Más que nada, me gustan los cantantes buenos: Otis Redding, Frank Sinatra...".

El próximo 25 de noviembre, gracias a la Escuela de Música Moderna Musiquea, Walker impartirá en Enclave Pronillo una masterclass sobre 'El papel del músico en el estudio'. Su propio papel, porque toca la guitarra, el bajo, el teclado y la percusión. Su paso por Cantabria será fugaz pero suficiente para dejar huella en los interesados que acudan a la cita.

"When the going gets tough the tough get going" ("Cuando el camino se vuelve difícil, los duros avanzan"). Lo pronuncian los británicos cuando las adversidades vienen en cadena. Con esa actitud trabaja cada día Walker. "Nunca sé si un proyecto va a tener éxito durante la grabación, pero soy consciente de que lo estoy haciendo lo mejor que puedo, e intento que todos los músicos den lo mejor de ellos. El éxito para mí pasa por volver a grabar juntos", explica. ¿Y qué pasa cuando una banda llega sin energía al estudio de grabación a primera hora de la mañana? "Recuerdo que cuando empecé a grabar con Pereza les ponía vídeos de The Who o Black Crows para darles ánimo. Es importante que los artistas sientan el momento cuando graban. Grabar música es un regalo, no un trabajo".

No es la primera vez que Walker pisa Cantabria porque, aunque tiene la suerte de que los músicos van a su estudio, "no voy buscando talentos", en la región ha trabajado con "el gran" Marcos Casal, de La Sonrisa de Julia. "Vive en Santander, creo... No sé separar un sitio de otro", explica intentando ubicar a la capital cántabra en el mapa.

Terminar el puzle

El impacto de la tecnología, no solo en los tradicionales métodos de distribución, sino en la producción musical, ha hecho que las bandas sin recursos económicos, las que empiezan de cero, se busquen la vida para autoproducir sus maquetas, EP o LP. Pero según Walker, "muy poca gente puede hacerlo", a pesar de que cada vez más bandas tiran de instrucciones para manejar los hilos de sus temas. El productor discográfico se refiere a la seguridad que ofrece la opinión de un profesional. "Da igual si eres un genio o un desastre, todos necesitan una opinión", apunta.

Antes de entrar en la pecera, el músico o la banda debe encajar todas las piezas del puzle: la composición, los acordes, las letras y la melodía. "Solo cuanto el tema es inmejorable puedes entrar al estudio. Se suele dar un error grande en España. La gente entra al estudio sin tener todo claro y pierden mucho esfuerzo y dinero probando diferentes ideas".

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